André Penteado es el autor ‘Cabanagem’, uno de los fotolibros más destacados del 2015 (Mejores del Año por el LightBox de Time). El fotógrafo brasileño documenta en este trabajo el horror de una guerra antes de que existiera la posibilidad de la fotografía, proyecto con el que comienza ‘Rastros, trazos y vestigios’, una serie con la que explora la relación de la fotografía con la memoria histórica. Con este artículo Péricles Dias de Oliveira nos acerca a la actualidad de la fotografía brasileña.

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© André Penteado

Una espesa vegetación tropical domina las primeras páginas del fotolibro ‘Cabanagem’, del artista visual brasileño André Penteado. Es una introducción que sitúa al lector en el contexto amazónico y a la vez oculta una historia: la de la guerra de Cabanagem (1835-1840), en la provincia de Grão-Pará, Brasil. ‘Cabanagem’ propone una lectura sobre este violento y olvidado conflicto, librado en los límites de la civilización: un proyecto insólito que le ha granjeado un lugar destacado entre los fotolibros del año 2015.

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© André Penteado

Más que un libro, se podría hablar de un objeto en forma de archivo: un sobre oficial (rojo o verde) que contiene el libro propiamente dicho (tapa verde, 152 páginas), otro libro más pequeño con retratos (tapa roja, 56 páginas) y un texto informativo sobre el conflicto, impreso en una hoja en formato periódico. Este libro-objeto es el primer volumen de la colección ‘Rastros, trazos y vestigios’, en la cual Penteado pretende explorar un “pasado pre-fotográfico de Brasil”, es decir, pasajes históricos anteriores a la llegada de la fotografía al país.

En esta primera entrega, el artista incluye imágenes hechas en unas cinco localidades de la región, en 2014, en las cuales buscó vestigios reales y metafóricos de la contienda. No es casualidad que el nombre del proyecto recuerde al método sherlockiano de investigación, pues en ‘Cabanagem’ el lector se adentra en la escena de un terrible crimen: un flash forense impregna la mayoría de las imágenes, las cuales tienen intercaladas siete fotografías de víctimas de asesinato, obtenidas de la prensa amarilla de Belém. Sin embargo, lejos de buscar un culpable, la narrativa genera una serie de interrogantes: “Es como un rompecabezas que la persona que se interesa por el arte, que va a mirar este libro, tendrá que solucionar en su cabeza –nos comenta su autor– porque el trabajo que automáticamente se explica no tiene gracia, ningún trabajo de arte es fácil, lo que se considera fácil ya está domesticado”.

Salta a la vista la capacidad de evocación de las imágenes, la mayoría en doble página, que operan sin grandes artificios estéticos. En cuanto vestigios –ya sea en forma de objetos, interiores, paisajes o los mencionados cadáveres–, las fotografías sugieren posibilidades, correlaciones, pero Penteado frustra la expectativa de una narrativa lineal, de un desenlace. A la inversa, crea una narrativa circular, en la cual secuencias semejantes de imágenes se repiten, con especial fuerza el dúo cadáver/naturaleza. El resultado es un relato oscuro, tenso, que mantiene al lector en suspense, aunque no conozca la ubicación e historia que esconden las fotografías.

4El libro rojo, de retratos, aparentemente posee la misma lógica de rompecabezas: se trata de personas con las que ha contactado Penteado, con conexiones más o menos claras con el tema de la guerra de Cabanagem –como nos informan los pequeños pies de página–, pero no se sabe el motivo exacto de esas presencias, o la lógica de la secuencia. Se regenera una relación entre el libro verde y el rojo, escenarios y personas, pero no del todo explícita. Lo único evidente es el desasosiego de todos. Un texto de una historiadora de la región, con interesantes elementos contextuales sobre la contienda y sus consecuencias, completa el contenido del sobre.

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© André Penteado

Cabanagem (de cabaña, donde vivían los mestizos, indígenas y negros que protagonizaron la guerra) fue una revuelta de origen burgués en contra de los privilegios mantenidos por los portugueses en la zona tras la independencia (un territorio dos veces más grande que el de España). Luego, clases populares encauzaron demandas propias en búsqueda de mejores condiciones de vida. Se estima que murió un tercio de la población de la provincia (más de 30 mil personas).

Como reconoce el artista, la semilla de ‘Rastros, trazos y vestigios’ estuvo en las manifestaciones multitudinarias que estremecieran Brasil en 2013. De origen espontáneo y sin pautas específicas, tales manifestaciones pusieran en duda la fama de “acomodado” del pueblo brasileño, a la vez que desconcertaron a los analistas. Así, por causas actuales, André Penteado (São Paulo, 1970) vuelve la mirada hacia el pasado: “Es muy interesante intentar entender este país: hasta 1888 nosotros teníamos esclavitud, hasta 1808 no teníamos bancos, universidades ni prensa. Hemos sido un territorio masacrado. Para mí este proyecto trata de varias cuestiones: qué es la fotografía, qué es lo que ella puede decir, qué es un documento, qué es la historia, qué es conocer nuestra propia historia y el papel del artista en estos casos”.

Alejado del lenguaje fotoperiodista, que tradicionalmente se encargó de plasmar temas sociales e históricos tras la redemocratización, Penteado entra en un selecto grupo de artistas interesados en la relación entre arte, memoria e historia nacional, junto a Rosângela Rennó o Ícaro Lira. De manera original, el artista asume el rol de un historiador que imagina la guerra de Cabanagem, que crea una historia posible sobre el horror. Por medio de su narrativa circular, yuxtapone personajes involucrados en la contienda –como el pueblo, la iglesia, el gobierno, la masonería– y crea una atmósfera violenta e implacable. Por otro lado, hablando del pasado por medio de imágenes contemporáneas, también articula una crítica a problemas que la región históricamente arrastra. Es de notar que en muchas partes de su recorrido Penteado llevó guardaespaldas.

7Para el filósofo Georges Didi-Huberman, aunque las imágenes “toquen lo real”, no existirían sin la imaginación. También  decía el crítico Hayden White que no se puede hablar en Historia sin hacer referencia a la imaginación del historiador. En Cabanagem, Penteado privilegia la imaginación para acercarse a una guerra apenas recordada por los brasileños pese a su gran participación popular. Las lagunas insolubles del pasado, frecuentemente disimuladas por los investigadores, aquí aparecen en imágenes como la de un archivo público lleno de documentos lacrados, o un montón de ordenadores abandonados. Así, aunque los tres elementos del sobre formen un interesante caleidoscopio sobre el tema, el lector es implícitamente invitado a seguir la investigación, quizás más consciente de la fragilidad e importancia de ese acto.

  • ‘Cabanagem’ de André Penteado
  • Fotografía de André Penteado, texto: Magda Ricci.
  • Editora Madalena / Editora Terceiro Nome.
  • Numero de fotos: 90 (libro verde) 26 (libro rojo). Numero de páginas: 152 (libro verde) 56 (libro rojo).
  • Proyecto gráfico: Atlas.
  • Impreso en IPSIS, Brasil.