El fotógrafo iraní Mohsen Kaboli gana el XXIII Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña dotado con una beca de 6.000 €. Tres españoles, Javier Fergo, Daniel Ochoa de Olza y Santi Donaire han sido elegidos los finalistas de esta edición.
El fotógrafo iraní ha sido elegido el ganador del XXIII Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña por su serie ‘Alternate mother’ otorga “por su novedosa expresión fotográfica y por su acierto al abordar los matices y la complejidad del controvertido asunto de los vientres de alquiler con gran sensibilidad”, según ha comunicado el jurado. Kaboli recibirá una beca de 6.000€ para desarrollar un proyecto fotográfico.
El fallo incluye además las obras de tres finalista, y los tres españoles. El elegido en primer lugar ha sido Javier Fergo, con ‘El último viaje de Zohra Sarrouj’, sobre la repatriación del cadáver de una joven marroquí que murió tratando de llegar a Europa. Le sigue Daniel Ochoa de Olza con su cobertura de la migración centroamericana a Estados Unidos en ‘Cruzando la última frontera, en Tijuana’. El tercer finalista es Santi Donaire con la serie de fotos en blanco y negro ‘Hijos de la desmemoria’, sobre la apertura de fosas de la Guerra Civil española.

Los trabajos se expondrán en la sede de Calcografía Nacional (Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, Madrid) el próximo 18 de febrero hasta el 26 de abril. El jurado de esta XXIII edición ha estado compuesto por los fotógrafos Chema Conesa, Ana Palacios, Cristóbal Manuel y José Aymá. Por parte de Médicos del Mundo participaron Pilar García Doñoro, miembro de la junta directiva, y Celia Zafra, responsable de comunicación.
La organización ha resaltado que la mayoría de los fotógrafos que se presentaron a esta edición del premio de fotografía humanitaria procedían de dos países: España e Irán. Y ese doblete de procedencias ha resultado fielmente reflejado en el fallo del jurado. Aunque los desastres ambientales, los conflictos, las migraciones, la violencia de género y la situación de la infancia siguen siendo los temas más tratados, se aprecia el esfuerzo de las y los fotógrafos por encontrar nuevos ángulos y nuevas formas de mirar. En esta edición se han recibido unos 311 trabajos -2.468 fotografías en total- procedentes de 56 países de los cinco continentes. La mayoría de las fotos recibidas son a color (79%), frente a un 21% en blanco y negro.

También indican una evolución en la fotografía documental. “Los trabajos recibidos en las últimas ediciones muestran el cambio que está experimentando la fotografía documental. Además del estilo fotoperiodístico, se reciben cada vez más proyectos personales que incluyen la perspectiva humanitaria. Es un enfoque más artístico y personal, con situaciones que a menudo han vivido los propios autores. Por ejemplo, un trabajo procedente de Colombia en el que el autor explora las pesadillas que sufre habiéndose criado en una familia marcada por la muerte y el conflicto, o una autora iraní que aborda el machismo sistémico mostrando a varias mujeres con los pies enterrados, aludiendo a su falta de libertad”.
