David Fathi ha conseguido, utilizando el archivo fotográfico del CERN, el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, un libro repleto de humor y enigma. ‘Wolfgang’ es una oda al fallo mediante la figura de Wolfgang Ernst Pauli y un divertido ejercicio sobre la fotografía como documento, que nos trae Gabriel Cendoya.
‘Wolfgang’ es la segunda publicación del fotógrafo francés David Fathi (1985), después de ‘Anecdotal’ (Maria Inc, 2015). Fathi, científico de formación –Master en Matemáticas y Ciencias Informáticas– se dio a conocer por una publicación deliciosa con imágenes de archivo sobre ensayos nucleares y sus “anécdotas” y accidentes. Mezclaba ya entonces humor con rigor científico.
‘Wolfgang‘ sigue explorando las relaciones entre ciencia y arte, fotografía y veracidad. Wolfgang Ernst Pauli fue un gran científico austriaco (Viena, 1909) que murió en Zurich en 1958, ya ciudadano estadounidense, y fue uno de los padres de la física cuántica. Trabajó en el CERN, Organización europea para la investigación nuclear, con base en Ginebra. Fue premio Nobel de Física en el año 1945 por su trabajo sobre el Principio de Exclusión.
Wolfgang fue conocido también por lo que ya se llegó a llamar el “efecto Pauli”, su habilidad para averiar el material y causar incidentes durante los experimentos, algo que, al parecer, le procuraba cierto placer.
David Fathi inició su trabajo buscando en los archivos fotográficos del CERN, disponibles en la red. De ahí salen todas las imágenes de Wolfgang , intactas o manipuladas por el autor. Y aquí empieza el juego con el lector…
En seis capítulos (que resultan ser sólo cinco, ha desaparecido el cuarto, por más que lo haya buscado…) David Fathi nos lleva por un camino entre el rigor científico y el misterio de lo inexplicable, entre los hechos y los “accidentes”.
La fotografía nació de la ciencia, y también de la ciencia saca su habilidad para el engaño y la simulación. Tanto como la ciencia, la imagen corrobora los hechos, es testigo y prueba documental del experimento. Aquí vemos a hombres serios con batas blancas delante de complejos aparatos, haciendo experimentos, y a profesores no menos serios con traje explicándonos teorías. Las fotografías son mudas, no sabemos para qué sirven los experimentos, pero es evidente que algo falla. El efecto Pauli hace que las cosas no resulten como tendrían que resultar.
Y no sabemos bien ni cuándo ni por qué… Fathi mezcla y manipula las imágenes de diversas maneras, añadiendo o quitando elementos, recortando o multiplicando planos de una manera muy fina. La realidad resulta a menudo tan absurda como la ficción, y viceversa. Un encanto añadido de las fotografías de los años 70, que le dan a la narración un punto kitsch.
El lector decide si lo que ve es real o no, si es científicamente relevante. Pauli era premio Nobel, un ejemplo de rigor, honradez intelectual y científica. Pero creía, o quería creer, en el poder que tenía, irracional y absurdo, de echar a perder cualquier experimento. David Fathi lo hace aparecer a lo largo del libro (su presencia real, en forma de busto, abre la publicación, en presencia de su viuda, con la única foto documentada y con fecha del libro) en espíritu, en forma de fantasma que sigue rondando por los pasillos de su antiguo lugar de trabajo, como si la ciencia necesitara de su efecto para seguir avanzando.
“There is no God and the Atom is his Prophet”, nos dice Fathi, o acaso el propio Pauli. Y también, cerrando el libro, dice Richard Feynman: “ If you think you understand quantum mechanics then you don’t understand quantum mechanics”.
No sabemos nada de física cuántica, pero sí que el libro de David Fathi consigue con mucho humor cuestionar la relación entre veracidad e imaginación, entre ciencia y ficción. Jeffrey Ladd, en el texto que acompaña el libro, cita como precedente en el uso de archivo con fines de investigación al famoso ‘Evidence’ de Mike Mandel y Larry Sultan, de 1977. Entonces los autores no manipularon el archivo, simplemente lo sacaron de su contexto. En Wolfgang, las “pruebas” que nos ofrece David Fathy implican un juego con el lector, un fenómeno que en ciencias se llama el efecto del Observador. Con nuestra mirada, cada uno de nosotros altera el resultado final.
No puedo dejar de mencionar el exquisito y elegante diseño de Ramón Pez, que hace que el libro sea tan logrado. El retrato de Wolfgang duplicado y en colores de la portada parece tanto radioactivo como “habitado”. Pauli ha debido llegar hasta la imprenta de Bologna, y aparecen pequeños fallos en la tipografía, saltos de línea en el texto, y como decía anteriormente, desaparece un capítulo… Sigo buscando sus efectos.
- ‘Wolfgang’ de David Fathi.
- Tapa dura, carton. 24 x17 cm. 164 paginas. Blanco y negro.
- Fotografías, archivo CERN, 1960-1985, algunas manipuladas por David Fathi.
- Diseño, Ramon Pez.
- Texto, en cuaderno separado, en inglés, Jeffrey Ladd.
- Editado por David Fathi y Milo Montelli.
- Impreso en Grafiche dell’Artire, Bologna, Italia.
- 1° edición, Skinnerboox. Septiembre 2016. Tirada 500.
- Precio: 35 €.