Laura Voskian muestra su gabinete de curiosidades de la levedad en Cero

La fotógrafa argentina Laura Voskian expone ‘Un poco de polvo al sol, un poco de barro cuando llueve’, en Galería Cero de Madrid, un trabajo en el que, a modo de los antiguos gabinetes de curiosidades, propone un recorrido sobre lo excepcional de los objetos sencillos y los instantes fugaces.

‘Un poco de polvo al sol, un poco de barro cuando llueve’, de Laura Voskian, se puede visitar desde el 7 de junio hasta el 19 de octubre en Galería Cero de Madrid. Una exposición en la que la artista argentina, con formación en escenografía teatral, nos propone un recorrido por etapas inspirado en los precursores de los museos, los gabinetes de curiosidades. La autora realizará hoy jueves 21, a las 20 horas, una visita guiada por la exposición.

© Laura Voskian

El visitante podrá descender para irse encontrando por etapas elementos distribuidos al igual que aquellos cuartos de maravillas, mundo vegetal, animal y mineral, donde se coleccionan y exponen elementos marcados por su levedad. Instantes fugaces y objetos irrelevantes, pero de gran carga simbólica para la autora, seleccionados sin un criterio científico y presentados como si algo excepcional se tratara.

Voskian lo explica así: “Partiendo de Buenos Aires a Madrid, llevo un diario de asuntos mínimos. La idea de transformación de la materia y la propia experiencia se convierten en una constante que hilvana mi trabajo. Sobre mi propio archivo creo una colección de registros que dan cuenta de la inevitabilidad de lo efímero. No porque sea importante, sino porque puede serlo. Este es el cuaderno de bitácora que guardo a modo de intervención del recorrido”.

© Laura Voskian

El trabajo de Laura Voskian (Argentina, 1988) destaca por un marcado carácter multidisciplinar. Graduada superior en escenografía por la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de Buenos Aires, estudió escultura en la Universidad Nacional de las Artes y el Máster Internacional de Fotografía Contemporánea en Efti, Madrid.

Con una base en el medio fotográfico; el dibujo, la escultura y la utilización de elementos de la naturaleza, se convierten en mecanismos a los que Voskian recurre tanto, en los primeros esbozos de una idea, como a la hora de presentar los resultados en el espacio expositivo. De esa forma, la ambigua frontera que se sitúa entre boceto y obra terminada, aparece como el punto donde convergen todos sus intereses, tratados como el atrezo de una escenografía.

Su trabajo muestra una profunda atracción hacia lo contemplativo vinculado al crecimiento de las formas de la naturaleza, la lenta transformación de la materia o las variaciones progresivas de la luz en un proceso que, podría definirse, cercano a lo meditativo. Su método, parece un intento de atesorar lo mínimo a través de la acumulación de anotaciones en un cuaderno de bitácora sobre sus exploraciones acerca de lo extraño y lo bello. No solo mediante su registro, sino incluso recurriendo a la recolección y presentación física de esos elementos del mundo natural en un ejercicio similar al de la creación de un gabinete de curiosidades que encierre su visión personal sobre la trascendencia de lo intrascendente.