Ros Boisier describe el fototolibro ‘Than nothing, than flowers’, del fotógrafo granadino Isaac Rupérez, con la expresión «preciso intervalo de melancolía», que resume este libro autoeditado, de inspiración japonesa en fondo y forma, y que investiga sobre la belleza de lo efímero.
Preciso intervalo de melancolía
Flores
El tiempo se disipa en la contemplación. El que observa se conmueve ante lo efímero de la naturaleza, ante la fragilidad de su propia existencia. El que mira asume su condición perecedera. Se entrega a su destino sin obstinación. Quien aprecia el paso del tiempo en la imponente fuerza de la naturaleza es consciente de su existencia en el mundo. ¿Es en la comprensión de nuestra finitud en la que radica la importancia que tiene para los japoneses celebrar el florecimiento de los cerezos –hanami–, contemplar el cauce hacia el esplendor de la flor hasta su desprendimiento de las ramas sin marchitarse? El ciclo vital de este proceso simboliza la metáfora arbórea acerca de la susceptible transitoriedad de la vida. Nuestra vida.
El fotógrafo Isaac Rupérez (Granada, 1985) ha investigado para su fotolibro ‘Than nothing, than flowers‘ (Autopublicación, 2017) sobre el concepto japonés mono no aware que podemos interpretar como la capacidad de conmoverse ante la contemplación sensible de lo efímero de la vida. La expresión está estrechamente relacionada con la celebración del hanamique Rupérez fotografió en su estadio más amplio, el ciclo natural íntegro entre la emotiva alegría por la belleza percibida de las flores y la melancolía ante la pérdida de éstas en un instante de muerte, en una experiencia de lo irrecuperable.
Es bajo la sombra del cerezo que se suscribe el viaje de la tradición oriental popularizada como una celebración irrenunciable. Rupérez se suma a la travesía tras la experiencia de lo efímero por seis ciudades diferentes de Japón –Kyoto, Osaka, Kanazawa, Takayama, Hakone y Tokyo– en las que explora y descubre por sí mismo la metáfora del paso del tiempo.

© Isaac Rupérez
I
‘Than nothing, than flowers’, es un fotolibro delicado, hecho a mano, cuya materialidad es signo de la influencia oriental que ha inspirado al autor a configurar un discurso acerca de lo frágil y lo efímero a través de la representación visual del hanami. Los simbolismos tradicionales de la encuadernación japonesa están presentes en cada detalle objetual del fotolibro. Rupérez no oculta las referencias –Yumi Goto, Arimasa Fukukawa, Basho, Murasaki Shibiku, Mikiso Hane y Esther Gómez Parro– que le han acompañado en el proceso de creación fotográfica y posterior conceptualización, producción y manufacturación del libro. Más bien se enorgullece de las enseñanzas obtenidas de ellas para potenciar su experiencia fotográfica y editorial.
Con una intención clara con respecto al devenir del libro como objeto, el autor utiliza suaves y finos papeles, hace a mano costuras y dobleces con el valor de la imperfección humana, con la singularidad de un libro desigual en el que se expresa de manera evidente la fragilidad de su propuesta. Ejemplares únicos que requieren de un lector minucioso que rehúya de las prisas, que se aproxime con sutileza al objeto, que perciba desde el primer contacto su distinción. Es imprescindible prestar atención a los roces, a los dobleces, a las fricciones, en definitiva, a la memoria del papel que se tiñe de nuestro tacto; de los hábitos fetichistas con los que examinamos los objetos que nos intrigan. ¿No es acaso esta intimidad la que deseamos experimentar con los fotolibros de nuestra biblioteca?

© Ros Boisier
II
La fotografía de ‘Than nothing, than flowers’ transmite la experiencia cautelosa del forastero que se aproxima a una realidad por primera vez. Con una apuesta clara por una atmosfera deslavada, las imágenes donde aparecen personas han sido elaboradas con prudencia, con distancia, son fotografías que sugieren un juego en la linde de la visibilidad, donde el fotógrafo se oculta en el paisaje festivo como un detective que no quiere ser percibido en su afán por descubrir los indicios de una tradición atávica que le es ajena. Sin embargo, muy distinta es su relación con la naturaleza pues en ella no hay intermediarios. Todo el ciclo vital de floración del cerezo es fotografiado con la paciencia que requiere satisfacer la curiosidad del observador.
“La estructura general del libro es circular y cronológica en cierto modo. El ciclo de floración se muestra con capullos cerrados, flores abiertas en todo su esplendor, pétalos caídos en el agua y ramas vacías. El final del libro da paso al inicio de un nuevo ciclo”.
Isaac Rupérez.
La secuencia fotográfica posee una estructura de tres actos en la que reconocemos una misma escenografía y en la que se distinguen, a su vez, tres puntos de vista diferentes.
El primer acto se inicia con la reproducción de un grabado japonés del siglo XIX. La imagen muestra la escenificación de un tranquilo paseo primaveral que tres distinguidas mujeres dan por un sendero junto a lo que podría ser un gran río o una bahía. La acción acontece en una atmósfera gobernada por los tonos suaves de la luz reflejada en la palidez de las flores de los cerezos. Sin embargo, la imagen ha sido fragmentada a la vista del lector a través del doblez aplicado en el centro del grabado impreso, proponiendo, por primera vez, una lectura oscilante que incita necesariamente al lector a contemplar la escena en el gesto incompleto del pasar página.

© Isaac Rupérez
Este primer acto está marcado por la insistencia, la redundancia, la similitud, imágenes para la admiración de los cerezos en flor, detalles en los que se vislumbra la opulencia prometedora de la anhelada exhibición estacional. Algunas páginas están cuidadosamente envueltas por papel japonés Washi cien por cien gampi, una elegante trama semitransparente semejante a la tela que tejen con esmero las arañas, que atenúa la mirada de las fotografías y representa la fragilidad perecedera de las flores del cerezo.
En el segundo acto, lo cronológico se desvanece de tal manera que es prácticamente imperceptible, pierde fuerza a pesar de que en la última imagen se deduce cómo los pétalos yacen caídos signo del fin de ciclo. A esta secuencia intermedia se le atribuye un carácter descriptivo acerca de cómo celebran los japoneses el hanami. Rupérez presenta dobles páginas que generan una sensación de movilidad a través de las fotografías horizontales que pliega y dispone como si estuviésemos presenciando una breve secuencia cinematográfica que arranca al pasar página.

© Isaac Rupérez
El cauce espontáneo de una doble página se origina al propiciar el encuentro de dos imágenes, similares pero distantes, que pertenecen a dos tiempos discontinuos: por un lado, los grabados del siglo XIX, y por otro, las fotografías. Ambas representan una misma escena de la popular tradición japonesa. Ambas crean la confluencia de un evento tradicional en este libro.
Por último, el tercer acto sitúa al lector en un desconcierto rítmico que es difícil de abarcar en su totalidad. Se trata de una simulación secuencial del paso del tiempo, fotografías casi idénticas que ocultan sus diferencias, que referencian la apreciación en tiempo directo de la metamorfosis arbórea, a través de la abstracción y sucesión de imágenes de pétalos que caen, hojas que resisten al soplo del viento y ramas desnudas dispuestas a simbolizar una doble función: el final de una temporada y la llegada de un nuevo ciclo. Este acto cierra la secuencia fotográfica con un mensaje crédulo arraigado en la experiencia empírica de la naturaleza, en la posibilidad de un nuevo comienzo.
Ramas
Las flores han caído y su sino es ahora la invisibilidad, la no contemplación. Han sido condenadas a marchitarse en silencio lejos de las miradas de quienes adoraron su plenitud. Acaba un ciclo. Sin embargo, el próximo año volverá a celebrarse el hanami. ¡Cuánta confianza en la naturaleza!
Ahora bien, ¿quién celebra la visión de las ramas desnudas? Probablemente, solo los que saben que la apariencia de lo ausente en ellas significa tiempo interior, tiempo de incubación, tiempo de estar en uno mismo.
Isaac Rupérez tiende la mano al lector hacia una nueva contemplación. Esta vez de aquello que no podemos deducir del todo, nuestra intima e incalculable permanencia en el mundo.
- ‘Than nothing, than flowers’ de Isaac Rupérez
- Fotografías, encuadernación y traducción: Isaac Rupérez
- Textos: Citas de Basho y Murasaki Shibiku
- Grabados en madera de la colección de impresiones pre-1915 encontrada en loc.gov
- Idioma: Inglés y Japonés
- 195 x 148mm x 15mm. 110 páginas
- 85 ejemplares
- Autopublicación, 2017
- Precio: 65€