La fotógrafa alicantina Cristina de Middel expone ‘Cartas al director’, en la Sala Canal de Isabel II en Madrid. La muestra recoge diferentes proyectos de la autora creando un “periódico-exposición” donde le da la vuelta a temas recogidos por la prensa tradicional.
‘Cartas al director’, de Cristina de Middel, se puede visitar desde el 29 de septiembre al 14 de enero en la Sala Canal de Isabel II de Madrid. Comisariada por Semíramis González, la muestra presenta la mirada de la fotógrafa sobre los temas fundamentales de la prensa tradicional tanto a través de proyectos anteriores como de otros más recientes que se muestran por primera vez de manera amplia.
Se trata una exposición sin un recorrido único marcado, y cuyo eje son distintos temas fundamentales de la prensa tradicional como son la guerra, la violencia, la prostitución/trabajo sexual y las migraciones.
Las cartas al director eran el ínico vehículo que existía en la prensa tradicional para que los lectores pudieran cuestionar, preguntar o quejarse. De Middel hace una exposición-periódico, una extensa carta al director, con distintas “secciones” que buscan contrarrestar los discursos unidireccionales de lo visual y lo informativo.
‘Cartas al director‘ presenta proyectos anteriores y más recientes que se muestran por primera vez de forma más extensa, desde ‘Vida y milagros de Paula P.’ (2009), ‘Gentlemen’s Club’ (2015 – 2023) a otras actuales como ‘Journey to the Center’ (2015 – 2022) o la nueva producción ‘The Kabuler’ (2022) junto a Lorenzo Meloni.

Todas estas, junto a otras, abordan temas como la vida diaria en el Afganistán de los talibanes, el viaje migratorio a través de México para llegar al supuesto centro de la tierra (como en la novela de Verne) situado en Estados Unidos o la prostitución desde ángulos diversos. Más allá del dramatismo de estas cuestiones, De Middel da una vuelta de tuerca y propone nuevas miradas sin juzgar, dejando que seamos cada uno quienes extraigamos nuestras propias conclusiones.
De Middel habla con un lenguaje visual heredado de su etapa inicial en el fotoperiodismo, con una apuesta por comunicar que no ha perdido nunca, a la par que utiliza lo artístico como una herramienta verdaderamente transformadora de la realidad, abarcando distintas formas de relatar cuestiones que le interesan de manera constante, como la ficción/realidad, la narración y la comunicación de lo visual, el humor, el relato y la lectura última de quien mira.
Después de 10 años como fotoperiodista, el trabajo de Cristina De Middel pasó a investigar la ambigua relación que tiene la fotografía con la verdad. Combinando lo documental con planteamientos más conceptuales, el resultado es un cuestionamiento de los estereotipos y de las verdades absolutas que el medio suele abanderar. En 2017 recibió el Premio Nacional de Fotografía y pasó a formar parte de la agencia Magnum, de la cual asumió la presidencia en 2022.
Cartas al director, la exposición
La planta baja recibe al visitante con todos los trabajos publicados por Cristina de Middel como fotolibro, esta vez en formato periódico. Pero también da la posibilidad de crear a quien vaya su propio periódico partiendo de textos y fotos de la prensa real, buscando la interacción del público y romper la unidireccional informativa. También encontrará unos luminosos con titulares de periódicos seleccionados por De Middel mostrando ese aspecto irreal que muchas veces tiene la información.
Prostitución/trabajo sexual
En la primera planta, se aborda la cuestión de la prostitución/trabajo sexual con dos series, ‘Vida y milagros de Paula P’. y ‘Gentlemen’s Club‘, donde la presencia de consumidores de prostitución contrasta con el espacio doméstico de Paula, protagonista de la serie que lleva su nombre. En contraste con los temas clásicos de la prensa, aquí es la prostitución la que ocupa todo el espacio.
Ninguna de las dos series es nueva, una tiene casi quince años y la otra la comenzaba De Middel en 2015; sin embargo, esta es la primera vez que se despliegan con esta lectura y tratando de aportar otra mirada al trabajo de esta fotógrafa, más allá de sus series más reconocidas. La otra mirada que siempre ha acompañado su trabajo fotográfico da forma la primera planta de la exposición.

‘Paula P.’ (2006). En el año 2006 Cristina De Middel conoce a Paula P. Se acercó a ella en la calle, donde ella trabajaba entonces, con la intención de completar con una conversación honesta la confusa información que los periódicos facilitaban al presentar la prostitución como delito en las páginas de sucesos y como negocio en las páginas de contactos. Esa conversación marcó el inicio de una amistad y también de un largo proyecto sobre trabajo sexual en el que Paula P. fue trenzando un complejo hilo entre su realidad y su personaje, mientras la fotógrafa tomaba notas y se asombraba de lo poco que sabía sobre las mujeres y los hombres, y sobre la vida en general.
Como apuntaba en la visita guiada la autora, creó un personaje basándose en el testimonio de esta mujer con el fin de que no fuese reconocida por su familia de manera que se trata de su primera “ficción documental”.

‘Gentlemen’s Club’ (2015-2023). En 2015, con el fin de alcanzar un mayor equilibrio visual en la representación del trabajo sexual, Cristina De Middel publica un anuncio en un periódico de Río de Janeiro en busca de clientes dispuestos a posar para ella a cambio de dinero. Para sorpresa de la artista, muchos hombres respondieron, y estos retratos y entrevistas se convirtieron en el primer capítulo de Gentlemen’s Club: un índice visual de los usuarios del trabajo sexual en todo el mundo.
Durante siete años, De Middel viajó a las ciudades que tienen relación con el negocio para recopilar un total de 100 imágenes y entrevistas, recogidas en fichas que se pueden consultar, en las que los hombres comparten sus motivaciones y opiniones sobre pagar por sexo. Las ciudades son La Habana, Ciudad de México, París, Bangkok, Los Ángeles, Lagos, Kabul, Ámsterdam y Bombay. Algunas son conocidas por su industria de turismo sexual y otras por su contribución a la romantización del trabajo sexual o por mostrar las diferencias culturales que impregnan este gran secreto mundial.
A todos los hombres se les preguntó por su primera experiencia, sus motivaciones, sus sentimientos y sus opiniones, y a todos los hombres se les pagó por su tiempo y por compartir su intimidad con una desconocida que es la autora.
La emigración, el viaje heroico
En la segunda planta, ‘Journey to the center’ (2021) investiga los fenómenos relacionados con la ruta de migración a través de México, partiendo del texto de Julio Verne, para mezclar realidad y ficción en un “documental ampliado”. Partiendo de Felicity, un pequeño pueblo de California que dice poseer el monumento que es el “Centro del Mundo”, De Middel fotografía espacios de Arizona, el desierto de Sonora y Oaxaca, para situarnos ante otra óptica sobre la idea de la migración, el viaje y los espacios que atraviesan quienes migran de México a Estados Unidos.
‘Journey to the center’ es una serie que toma prestados el ambiente y la estructura del libro de Julio Verne, Viaje al centro de la Tierra, para presentar la ruta migratoria centroamericana a través de México, como un viaje heroico y audaz.

En esta versión del viaje, el punto de partida es Tapachula, la frontera sur de México con Guatemala, y el viaje termina en Felicity, una pequeña ciudad de California que es oficialmente el “Centro del Mundo”. Lo absurdo de este punto de referencia (desde el que se puede ver la valla fronteriza) es que solo añade una capa de decepción distópica y se convierte en el colofón perfecto para una versión contemporánea de una broma heroica, donde el destino final es poco menos que una atracción turística de carretera.
Con un lenguaje que combina la fotografía documental directa con imágenes construidas y material de archivo, la narrativa se transforma en múltiple con el fin de completar el enfoque simplista que los medios de comunicación y los reportajes oficiales ofrecen del complejo fenómeno que es la migración.
La guerra de Afganistán
‘The Kabuler‘ ‘es una colaboración entre Lorenzo Meloni y Cristina De Middel, dos fotógrafos de Magnum con enfoques y lenguajes diferentes, que decidieron trabajar juntos para revisar narraciones sobre uno de los conflictos más sobredimensionados del siglo XXI: la guerra de Afganistán.
En enero de 2022 recorrieron el país para documentar el regreso de los talibanes al poder tras la retirada de todas las tropas extranjeras. Durante treinta días, Meloni y De Middel entrevistaron de primera mano a residentes locales,políticos y miembros de los talibanes sobre los cambios que se estaban produciendo. También analizaron datos pasados y actuales sobre la situación social, económica y política de Afganistán para ofrecer al lector un contexto más completo.
Trabajando juntos, desafiaron sus propios papeles y perspectivas para crear una publicación —una revista occidental— que pusiera de relieve la falta de conocimiento sobre Afganistán, a pesar de décadas de reportajes.

La combinación del fotoperiodismo documental y de conflicto de Meloni y del enfoque más conceptual de De Middel pretende estimular la dinámica existente, a menudo plana, entre el texto y la imagen, al tiempo que suscita en el público auténticas preguntas sobre el significado de la guerra, la historia y la identidad nacional.
El resultado es The Kabuler, una revista al estilo New Yorker hecha con la realidad afgana. Los reportajes, las entrevistas y los artículos de opinión se presentan de forma que quien lea participe activa y críticamente en la descodificación de la información. Con ello, se busca eludir los enfoques a menudo simplistas y sesgados de los medios de comunicación tradicionales.
El director
La exposición finaliza en la cuarta planta, en la cuba del edificio, en la que se sitúa una mesa de director de un periódico, con todos los elementos que forman parte de una oficina. Su situación tampoco es casual, es el culmen, el espacio más alto por excelencia, especialmente en un edificio como la Sala Canal, y está por encima de todos los demás relatos expositivos que hemos ido viendo en el recorrido. Sin embargo, este epítome del poder masculino está vacío, carece de sentido, incluso hay que buscarlo para entrar y no es fácil el acceso.
En oposición a este despacho del director, la salida para el público sólo es posible volviendo a bajar a la planta inferior, donde nos recibe o nos despide (según el recorrido) ese diario que podemos construir nosotras mismas, con nuestras manos y con nuestros intereses. Se rompe la unidireccionalidad informativa y de discurso. Aquí todas debemos opinar, publicar, mojarnos.
El diseño expositivo invita a pensar de otra forma lo que tradicionalmente habíamos asumido como habitual y que está, en la mayor parte de los casos, imbuido de un discurso masculino de poder que se rompe, tanto en el concepto expositivo como en su formalización.
El catálogo de la exposición está disponible en This Book Is True.