El fotógrafo estadounidense William Klein, retratista clave de las calles de Nueva York, París y Roma en la segunda mitad del siglo XX, falleció el pasado sábado “plácidamente” en París a los 96 años, según anunció este lunes su familia.

El fotógrafo y cineasta estadounidense William Klein ha fallecido en París a los 96 años, según ha anunciado el lunes su hijo, Pierre Klein.

Klein, nacido en Nueva York en 1928, en el seno de una familia de inmigrantes judíos húngaros, creció en el barrio irlandés de Manhattan. A los quince años se inscribió en el City College de Nueva York para estudiar Sociología. Durante la ocupación alemana trabajaba como operador de radio, realizaba dibujos animados para el periódico militar y jugaba al póquer, lo cual le permitió ganar una cámara Rolleiflex.

En 1947 se traslada a París para estudiar en la Sorbona y esta será su catapulta internacional, llegando a exponer en 1951 en Milán. En 1954 regresó a Nueva York durante unos meses. Fue entonces cuando conoció a Alexander Libermann, director artístico de la revista Vogue, que, impresionado por sus fotografías abstractas, le ofreció un contrato. Klein revolucionó la fotografía de moda con su innovador método, consistente en colocar maniquíes en la calle. Al mismo tiempo, su actividad en la revista le permitía financiar un proyecto personal: fotografiar a la ciudad y a los neoyorquinos de forma etnográfica, “como un antropólogo trataría a los zulúes”.

De ese proyecto nacerá la idea de una especie de diario de su regreso a casa “a través de un ojo americano y uno europeo”. En la década de los años 50 el libro era el primer canal de difusión de una obra fotográfica. En París contacta con Les éditions du Seuil, editorial en la que trabaja el cineasta experimental Chris Marker, quien le garantiza la publicación de su obra, respetando el proyecto original de Klein. Así publica en 1956 Life is Good & Good for You in New York: Trance Witness Revels, que se convierte en su manifiesto, un libro revolucionario que sentó las bases del “lenguaje Klein” e hizo temblar los principios de una fotografía que por entonces buscaba un lugar en las artes.

Fue publicado en Italia y Japón y elevado de inmediato a la categoría de fundamental. Los editores estadounidenses no reconocen en las fotografías de Klein la imagen que ellos quieren proyectar de la alta sociedad neoyorkina, más blanca, aburrida y distante. No obstante, el libro se erigió como un monumento propio y las ediciones italiana, británica y japonesa siguieron de cerca a la francesa, recibió el premio francés de fotografía Nadar.

© William Klein

Para Klein, Nueva York –sus idiosincrasias, sus barrios, sus carnavales y sus excesos– representa una tierra exótica que le corresponde a él explicar. Klein toma las calles, se mezcla con la multitud, recorre las aceras de Harlem, el Bronx o la Quinta Avenida. Sus fotografías no son posados ni se toman a escondidas. Son cercanas, personales. Klein rompe la distancia impuesta por la tecnología y las normas sociales. Se acerca tanto al sujeto que el gran angular lo deforma, y estos accidentes visuales desembocan en un lenguaje fotográfico original y expresionista, germen de la llamada “fotografía callejera”. Para Klein, la calle se convierte en un escenario vasto y generoso, un circo al aire libre en blanco y negro. A través de su mirada bicultural, Klein nos mira, directamente, a los ojos.

En este manifiesto se advierte la mirada global de Klein en su obra: hace de la calle su materia prima, abarcadora, generosa y voraz en todas sus dimensiones. Nos habla de un siglo en movimiento, un siglo de mutaciones, de creaciones, de emancipaciones.

Situado siempre en el centro, muy cerca de su tema para captar mejor las líneas de tensión, crea, en la década de 1950, grandes conjuntos fotográficos en el corazón de las ciudades modernas como ‘New-York 1954-55’, ‘Rome 1956¡, ‘Moscou 1959-61’ y ‘Tokyo 1961’.

Pronto descubre la sociedad del espectáculo, dirigiendo para la televisión y fotografiando para la prensa de moda hasta que llegue el cine para satisfacer su deseode movimiento y su compromiso como fotógrafo.

Biografía extraída de la información que la Fundación Telefónica ofreció por su exposición ‘Manifiesto’.

Tienes un PDF exteneso que relata sus distintas estapas vitales y los relaciona con su obra en este enlace https://espacio.fundaciontelefonica.com/wp-content/uploads/2019/06/guia_practica_klein.pdf