El bosque como lugar simbólico y eterno donde surge la vida, pero también el miedo y toda clase de seres invisibles, especialmente en la noche. ‘Night Procession’, de Stephen Gill, es un libro que habita donde se encuentran los sueños más ancestrales. Una joya que desvela Gabriela Cendoya.
Hace unos días alguien preguntaba en un muro de Facebook cuéles eran, del punto de visto técnico y del diseño, nuestros libros favoritos. Tapa dura, tipo de encuadernación, etc… Muchas respuestas, incluida la mía, decían que nos gustaban las tapas flexibles, especialmente enteladas, libros fácilmente manejables. En mi caso, añadía que me gustaba la encuadernación suiza y los libros hechos a mano.
Pero luego están los libros de Stephen Gill, como ‘Coexistence’ o como este último, ‘Night Procession’. Libros autoeditados bajo el nombre de su editorial Nobody Books, que son casi siempre de tapa dura entelada, o como en ‘Coexistence’ con el lomo en piel y la cubierta con papel marmoleado. Libros que podríamos clasificar como hechos «a la antigua», de manera artesanal con un supremo cuidado en todos los detalles. Libros clásicos que resistirán al paso del tiempo, bonificándose incluso ante nuestros ojos admirativos y agradecidos, nuestras manos disfrutando del tacto del papel, como ante una joya discreta que adquiere más brillo con la pátina de los años.
Y es que Stephen Gill (Bristol, 1971) es un autor poco frecuente en su manera lenta y silenciosa de trabajar, y excepcional en su sensibilidad. Este último libro fue concebido después de que Gill se fuera a vivir a Suecia, alejándose de Londres y su angustioso ritmo de vida, llegando a afectar su salud. Gill se retira con su mujer e hijos a un pueblo pequeño, viviendo incluso alejado de éste, en plena naturaleza. Allí, durante tres años se dedica a observar su entorno, estudiando la vida más secreta que habita en todos sus rincones, bosques o lagos, día y noche.
Así, ‘Night Procession’ nos adentra en un mundo mágico, un espacio cercano y desconocido a la vez. En ese lugar, el bosque y la noche, mezcla de sueños y realidad, surgen seres fantásticos como en los mejores cuentos, misteriosos y nobles, crueles o llenos de dulzura.
El bosque ha sido, a lo largo de la historia, tanto en la pintura como en la literatura, el espacio onírico y atemorizante, un lugar donde puede ocurrir una transformación, del que no sales idéntico. La ciencia también nos dice que el bosque es el lugar primitivo, portador de vida desde el origen, contenedor de la memoria del tiempo. El bosque asociado a la noche nos remite al lugar de los espíritus, de fuerzas invisibles, desplazamientos de energía que solo podemos intuir y nos asustan.
La vida de la noche en ‘Night Procession’ es parte de la nuestra, una parte oscura y salvaje que sabemos existe, pero que nuestro inconsciente y el mundo urbano en el que vivimos aleja cada vez mas de nosotros.
Gill, sin miedo a las transformaciones que él mismo ha experimentado tantas veces en sus fotografías, y con la mirada asombrada de un niño, nos descubre un mundo que tenemos a nuestras puertas pero que la inmensa mayoría de nosotros somos incapaces de ver.
Lo hace gracias a cámaras infrarrojas y sensores que le permiten desaparecer, fundirse en el entorno. Ya no como intruso, nos invita a un espectáculo bello y cruel, como es la vida. No es el primero en capturar la vida nocturna, pero si uno de los que lo hacen de la manera más bella y poética.
Su fabulosa «procesión» tiene algo de sagrado, como lo puede ser el eterno movimiento de la vida y la muerte, de lo más pequeño e insignificante a lo más poderoso y fuerte. Halcones y jabalíes, ciervos o zorros, limacos y caracoles, pájaros, liebres o búhos conviven siguiendo el ritmo de la naturaleza, cada uno dejando su marca, como el fósil queda marcado en el tronco. Cada movimiento, cada rama, cada hoja o cada flor, charca u ola del océano son parte de una ceremonia de la que somos actores, nos recuerda Gill, fotografiando también a sus hijos. El deja su marca en la fotografía, interviniendo cada imagen con pigmentos o tierra del lugar donde la ha sacado. Como diciendo, aquí estuve yo también, soy parte de esto para siempre…
‘Night Procession’ es un libro muy hermoso, en lo que nos cuenta del mundo y de nosotros, nuestra finitud y paso por la vida. De la belleza que quizá se nos escapa, y sin embargo es tan cercana. De la fotografía, instrumento mágico que nos muestra lo que de otra manera no podemos ver. De la poesía, el ensueño y el misterio de la noche.
Gill ha dibujado también las páginas de guarda, que nos recuerdan los cuentos maravillosos de la infancia, (libros que guardamos con infinita nostalgia, yo por lo menos ), añadiendo más encanto si cabe, dejando una huella personal más, fuera del tiempo. Con su fabulosa calidad de impresión, ‘Night Procession’ es un libro encantador, sin duda uno de sus libros más bellos. Si podéis, no lo dejéis pasar.
- ‘Night Procession’ de Stephen Gill.
- Tapa dura, en tela. 27,5 x 22 cm. 160 paginas.
- Fotografías: Stephen Gill.
- Texto en inglés, en cuaderno separado cosido 16 paginas, Karl Ove Knausgard.
- Edición y secuencia: Stephen Gill.
- Diseño: Greger Ulf Nilson.
- Guardas dibujadas por Stephen Gill.
- Impresión: Göteborgs Tryckeriet, Suecia.
- 1° edición, firmada.
- Nobodybooks. 2017.
- Precio: en la web del editor, 48£ (firmado o no); en Dispara 55€.