Luzinterruptus es un colectivo artístico anónimo que realiza intervenciones urbanas en espacios públicos con la luz como principal instrumento. Desde el 2008, realizan instalaciones efímeras, muchas de ellas con carácter reivindicativo.
Los componentes del equipo venimos de disciplinas como el arte y la fotografía y hemos querido aplicar nuestra creatividad en una acción común, dejar luces encendidas por la ciudad con la intención de que otros nos las apaguen.
Arte urbano, activismo y fotografía son los componentes fundamentales del colectivo Luzinterruptus, cuya base de operaciones es la ciudad de Madrid pero que extiende su actividad a festivales de arte, luz y tecnología repartidos por todo el mundo.
Sus inicios se remontan al año 2008, momento en el que decidieron pasar a la acción con la simple idea de poner un punto de atención luminoso a problemas que detectaron en la ciudad y que parecen pasar desapercibidos a las autoridades y a los ciudadanos. Las cuestiones que han tratado en sus acciones van desde la problemática de los residuos nucleares, el consumismo navideño, la ley Mordaza, la tala masiva de árboles en el centro de Madrid, los residuos de plástico en el océano, al maltrato a la mujer, por citar unos pocos… En esta entrevista, realizada de forma anónima, trataremos de conocer más cosas de este sugerente y brillante colectivo.
¿Qué es lo que hacéis?
Sencillamente dejamos luces en la calle para llamar la atención de los viandantes sobre temas que nos preocupan, que nos disgustan o que nos interesan. Trabajamos con nocturnidad y de manera clandestina, intentando esquivar a una policía, cada vez más presente en el espacio público. Son intervenciones de carácter local, sencillas y rápidas de instalar, sin muchos alardes técnicos, llevadas a cabo en mínimo tiempo y que no suelen perdurar más de unas pocas horas. A veces, también hacemos piezas legales para festivales, con las que financiamos nuestras incursiones de guerrillas y ahí sí que buscamos formatos más grandes y temáticas más globales.
Me parece muy interesante la luz como elemento que capta nuestro interés. Desde los insectos que utilizan reacciones luminiscentes para advertirnos de cierto peligro, a la seducción consumista de los letreros luminosos. Y por eso pienso que es especialmente acertado el nombre de Luzinteruptus. Me intriga cómo elegís un tema o una situación social para tratar en vuestras instalaciones. ¿Podríais hablarnos un poco de este proceso de elección temática?

© Luzinterruptus
Tratamos de estar al día de los acontecimientos que pasan por el mundo y con esta información, sobre todo las noticias que tienen que ver con el medio ambiente, preparamos nuestras piezas para los festivales. No nos gusta entrar en temas muy concretos y locales ya que no podemos pretender tener una visión objetiva de un asunto si acabamos de llegar. Sin embargo, cuando trabajamos en Madrid de manera clandestina, nos basta con estar atentos y patear las calles para que nos llegue la inspiración, es nuestro entorno cotidiano y podemos tener opiniones bien formadas sobre las cosas que aquí acontecen. Es por esto que nos atrevemos con temas de todo tipo, políticos, nuestros preferidos, sociales, de convivencia, del mal funcionamiento de los servicios públicos, acontecimientos relevantes, leyes abusivas, corrupción… Un amplísimo catálogo al alcance de nuestras manos. Por supuesto no todos los temas que nos interesan son susceptibles de ser representados con inmediatez, algo que es importante para nuestro trabajo, así que nos los vamos guardando por si de golpe nos viene la inspiración y se nos ocurre una pieza que aún tenga vigencia.
Analizando los materiales que utilizáis para vuestras intervenciones, observo que frecuentemente recurrís a objetos de plástico reciclado, objetos diversos también de plástico, así como luz en forma de leds. ¿Qué relación encontráis en los materiales que empleáis con el mensaje que pretendéis transmitir?
Pues básicamente utilizamos materiales de uso corriente que están al alcance de todos y que al ponerles luz se convierten en los mas bellos y particulares del universo. No los manipulamos demasiado, simplemente los alumbramos, a veces con leds, pero recurrimos también a otro tipo de sistemas, electricidad para grandes piezas, y hasta fuego en alguna ocasión. Nos interesa especialmente todo lo que procede del reciclaje, y si puede ser donado por los habitantes del lugar, mejor que mejor. Por supuesto no hemos podido eliminar el plastico de nuestra vida artística, ojalá pronto podamos pero intentamos controlarlo y por supuesto cuando acabamos, si la gente no se lo ha llevado las piezas, lo tiramos todo en los contenedores apropiados.

© Luzinterruptus
Vuestras intervenciones tienen lugar en espacios públicos. ¿Podéis hablar sobre las reacciones del público, tanto en lo que se refiere a intervenciones “de guerrilla” como a las realizadas para festivales?
Dependiendo del contexto la reacción es distinta. En nuestras acciones de guerrilla, generalmente todo el mundo se sorprende, ya que se encuentran, insospechadamente, con objetos cotidianos extrañamente iluminados y dejados en la calle. Por más que todos sepamos lo que es arte urbano y convivamos con el día a día, no se suele estar preparado para ver instalaciones, en las que lo mas básico adquiere un nuevo significado mediante la luz. Además, siempre tratamos de mandar mensajes críticos mediante el humor, que bastantes desgracias tiene ya la gente encima para amargarles más la vida en sus paseos nocturnos. En los festivales la gente va más preparada para lo que se va a encontrar, porque hay bastante difusión previa de nuestro trabajo por parte de los organizadores, por eso es mucho mas difícil sorprender y siempre tratamos de hacer piezas de más envergadura.
Pese a definiros como un colectivo anónimo, ¿cómo fueron vuestros inicios? ¿Cómo surgió la idea de formar Luzinterruptus?
Somos un colectivo anónimo formado por amigos, que no siempre son los mismos, ya que depende de la disponibilidad de cada uno; no vivimos de esto. Venimos del arte urbano y gran parte de nuestro círculo de amigos trabajan en la calle, por lo que parecía natural que nosotros también empezáramos en esto como ellos, con el espíritu clandestino y reivindicativo que suponía salir al espacio público a hacer intervenciones sin permiso. Desde el principio nos gustó la idea de trabajar con luz porque tiene una cualidad efímera que la hace especialmente interesante a nuestros ojos, no deja un rastro imborrable, y una vez se apaga, todo sigue igual aparentemente, aunque no en el recuerdo de los que se encontraron con la intervención. Así empezamos y así seguimos, y aunque ahora muchos festivales de luz nos invitan a hacer cosas de manera más organizada y masiva, aun así, nosotros seguimos enganchados a la calle y a la clandestinidad. Más ahora que en España toda manifestación espontánea, de lo que sea, está absolutamente prohibida.
¿Nos podéis hacer un adelanto de futuros proyectos?
Pues después de una dura racha de festivales, ya andamos con ganas de salir por Madrid con nuestras luces. Estamos dando vueltas a algunas ideas y esperando el momento apropiado para llevarlas a cabo. Por otro lado, ya nos han pedido proyectos para algunos festivales y vamos avanzando en ellos.

© Luzinterruptus