Muchas veces los fotógrafos nos perdemos muchos trabajos y artistas simplemente por no ser de nuestra esfera. El artista Andrés Senra nos acercar el trabajo de gente que él considera interesante. Y nosotros, cuyo mayor interés es conocer el mundo más allá de nuestros particulares finisterres, le abrimos las puertas. En esta primera entrega, la madrileña Olalla GÓmez.
Olalla GÓmez es una artista que sabe convertir en potentes metáforas visuales los acontecimientos sociopolíticos de nuestra vida cotidiana, nuestras biografías y nuestra historia. Olalla bucea en la realidad de la ciudad que habita, para componer poéticas transformaciones que transmiten mensajes disidentes sobre las ideologías que nos rodean en este tardocapitalismo que nos ha tocado vivir.
En ‘DiaMetro’ Olalla viajó durante un día en el metro de Madrid portando un espejo colgado del cuello. el viaje por este espacio, que nos es familiar, refleja la ciudad subterránea y los espacios de desolación de los barrios periféricos madrileños como lugares heterotópicos, mostrándonos, en los reflejos del espejo, una identidad fragmentada, construida a partir de retazos de los otros, los anuncios, las tiendas, las carreteras y las escombreras.
‘DiaMetro’ te deja con una sensación de desazón, parece un viaje a los barrios obreros del Londres de los ochenta, pero estamos en Oporto, Aluche, Carabanchel… Las ciudades no han cambiado tanto, las desigualdades siguen operando de la misma manera. El capital ha vencido.
Olalla piensa la ciudad como lugar de memoria, recuerdos y afectos. En ‘Trazos de Filandón’ pidió a los ciudadanos de León que la llevaran a sitios que evocaran en ellos un recuerdo especial. Olalla documenta fotográficamente estos espacios y coloca una placa con un código QR que permite ver la fotografía realizada. Recoge, también, los testimonios orales de los implicados, trazando, así, con las imágenes y las palabras, una cartografía emocional del espacio habitado.

‘Desprendimientos latentes’
Olalla no para de sorprenderme, la conocí en Intransit, una plataforma universitaria que presenta a estudiantes de arte y del ámbito académico para permitirnos conocer su obra e intercambiar opiniones con ellos. Olalla presentaba su proyecto ‘Desprendimientos latentes’ una serie de imágenes tomadas en la Ciudad Universitaria que superponía a trazos, como un telar entretejido, dos momentos históricos de este lugar, el actual y los años de la guerra civil. La artista jugaba aquí, de nuevo, con la memoria de los espacios y con su fuerte carga política. Espacios casi derruidos que parecen permanecer igual que si hubieran sido bombardeados ayer. Los cadáveres de los combatientes, los edificios bombardeados, se dejan entrever, casi como si entornáramos los ojos, en las mismas localizaciones actuales, haciendo un guiño a la olvidada memoria histórica, aquella que muchos están interesados en ocultar.

‘por mis huevos’
En ‘por mis huevos’ Olalla creó una instalación que hacía referencia a la fracasada reforma de la Ley del aborto propuesta por el exministro de Justicia, Gallardón y que le costó la dimisión. Por sus huevos, Gallardón, quería imponernos esta ley que atentaba directamente contra los derechos conseguidos por las mujeres durante los años ochenta. Los huevos formaban la palabra «gallinas», invitándonos a pisarlos, a elegir si los vamos a pisar o no, a decidir si estamos a favor o en contra. En la pieza se hacía un lectura crítica del discurso que esencializa a la mujer en su naturaleza biológica, una mujer reducida a organismo reproductor. Un sutil juego de relaciones que se convierte en una herramienta de empoderamiento… «por mis huevos» piso esta ley.

‘Asaltar’
En ‘Asaltar’ profundizaba en la idea de este juego con el que le gusta interpelar al público a activar la obra de arte. Ésta deja de ser un objeto pasivo y se abre al uso del espectador. En la obra, la artista intervino en unas vallas de esas que vemos para impedir que las masas asalten el Parlamento.
Las barras de la valla fueron cortadas a golpe de sierra y soldador, en un esfuerzo hercúleo que casi le cuesta la vista, para componer la palabra ‘A saltar’, invitando así al público asistente a que saltaran las vallas e inmortalizando el momento en un instantánea fotográfica. Una alusión a la alegría que produce saltar todas aquellas vallas que nos impiden ser libres, a romper la ley o las normas sociales, a dibujar con nuestro cuerpo un grito de libertad.
Olalla representa una nueva generación de artistas que están revitalizando el discurso artístico, dándole por fin un atisbo de esperanza. Una esperanza que se ha podido ver recientemente en el Centro de Arte Joven de Madrid, en Avenida de América, con su pieza ‘Cambio’. Una invitación a hacer crecer, entre todas, esas semillas del cambio.