Igual en los tres primeros artículos me he lanzado a describir procesos e intenciones del interior de un fotógrafo en la naturaleza porque expresar mi visión esta siendo apasionante. Los que leéis los artículos podéis sentiros más o menos identificados con esa pasión. Y me refiero sólo a la pasión, no al raw, ni la diapositiva. Sólo la pasión de vivir desde diferentes perspectivas este medio de expresión, tantas como fotógrafos existen. Y repito, e insisto, que cada uno es tan especial como el vecino, cotice con sus fotos o sea su terapia, gane el Wildlife o exponga en la asociación de vecinos de su calle, sin mayores pretensiones. Ni más ni menos. Diferentes pero igual de apasionantes.
Dejado zanjado este asunto quizá sea necesario partir desde la base y exponer las cualidades que debe poseer toda persona que quiera ser fotógrafo de naturaleza. ¿Puede cualquier persona ser fotógrafo de naturaleza? ¿Qué necesito para ser fotógrafo de naturaleza?. No esperéis una lista de materiales, pero anotar cuatro cualidades que todo fotógrafo (de naturaleza) debería mantener constante.
El primer requisito es la aptitud. O estás muerto o la aptitud para fotografiar naturaleza te viene de serie. Este requisito sólo trata las capacidades físicas que son barreras y que a todos se nos pasan por la cabeza. Pero también creo que conocemos suficientes proezas de superación de personas que a diario demuestran que no es más que un requisito de propio del ser humano. ¿Conocéis a Evgen Bavcar? Paso al siguiente requisito directamente.
La actitud. Con esta se suple la carencia de la primera. Los «faltos» de aptitud lo cubren con actitud para empatar la contienda. Tara Miller, con sólo un 6% de visión, comentó hace unos años que «no se debe abandonar lo que a uno le apasiona». La actitud es el compromiso, la perseverancia, el amor propio y la cabezonería. También es la autocrítica y la revisión. Son las horas de espera, las broncas en casa y todas esas cualidades que hacen del fotógrafo de naturaleza el bicho raro de la pandilla. Probablemente el motor de todo. Sin actitud somos autómatas y para eso ya está inventado el fotomatón.
Con esto te lanzas a la naturaleza y van saliendo fotos. Pero es probable que notes carencias pronto (debería ser así si tu actitud es la correcta). La dichosa formación comienza pronto a asomar la cabeza. Este es un aspecto que muchos dejamos de lado y retomamos tarde o temprano. La prescripción es la referencia de todo nuestro trabajo. ¿Qué es formación?. Pues casi todo. Los fotógrafos somos, principalmente, lo que nos rodea. Desde la escuelas de arte, talleres, cursos, estancias, becas, las exposiciones, los viajes, Internet y las revistas del quiosco. El colega sobrado que todo lo sabe. Los juicios de los demás y los de uno mismo.También lo son los días sin cámara, un libro de psicología, tocar el piano, correr y ducharse.
Prescripción para un fotógrafo, es resonar con todo lo que le rodea. Como dijo Craig Royal, «Si has perdido la vista, no pierdas de vista la belleza de la vida. Si has perdido la belleza de la vida, estás realmente ciego». Cuidado, en este aspecto llegan las mayores de las trampas por demasiada información y endiosamientos. Prescripción de calidad ante cantidad.
Si estás vivo y eres terco puedes ser fotógrafo de naturaleza (y cualquier cosa). La clave está en aceptar la evolución y no ser conformista. Nosotros vamos cambiando y es absurdo creer que nuestras fotografías siguen siendo las mismas. Por el camino aparecen trampas que hay que vivir y librar. La sociedad y las modas, ordenan y mandan, pero creo que si somos firmes en nuestro proceso como fotógrafos, podemos conseguir buenas imágenes de naturaleza y satisfacer nuestra pasión. No pasa nada por frustrarnos de vez en cuando, mientras nos arrastra la corriente de mundo en el que vivimos y aceptar que como fotógrafos pasaremos por muchas fases.
Pero, ¿qué necesito para ser fotógrafo en la naturaleza? ¿Habéis notado la diferencia? Pues quizá alcanzar una fase donde la naturaleza sólo es la excusa que dispara nuestras fotografías. Lo real es protagonista de la realidad que subyace detrás de la máquina que guarda la luz. La intención es el cuarto requisito, con ella la naturaleza es sólo el mejor de los escenarios de expresión. El fotógrafo que se convierte en creador y comunicador. Yo defiendo ese camino, sin despreciar otros, para alcanzar una visión fotográfica personal. ¿Por qué fotografías naturaleza? Es una de esas grandes preguntas.