La artista visual Anna Fux acaba de publicar ‘Same same but different’ después de disfrutar de una beca en el Centro de residencias artísticas de Matadero Madrid. Este primer libro, que será presentado en La Parcería, es una invitación al archivo personal de Anna, y de su tío filipino Nelly, sobre sus dos familias elegidas que interseccionan lo racializado, lo migrante y lo queer en España. Una entrevista de Rubén H. Bermúdez.
Anna Fux (Núremberg, 1995) es una jurista y politóloga que se ha reconvertido en artista visual y escritora. Creció en Mallorca, se formó en la Universidad Carlos lll y la Universidad de Sidney, también ha estudiado en Blank Paper, ICP o Vassar College.
En 2020 cofundó la revista online Pai Pai Magazine, medio asiático-diaspórico e hispanohablante, con el objetivo de crear conciencia comunitaria y celebrar la cultura asiática desde un punto de visto no orientalista.
Durante el año 2021 fue becada por el Centro de Residencias Artísticas de Matadero Madrid con su proyecto de fotolibro ‘Same Same But Different’. Hoy, ya una realidad, se puede adquirir a través de su web o en tiendas especializadas. El fotolibro será presentado el 3 de febrero, a las 18h, en La Parcería.
Todo esto sirvió de excusa para tener esta conversación con la autora en una terraza de Malasaña.
Es una alegría la existencia de tu fotolibro, ¿estás contenta?
Jaja. No quepo en mí de alegría. Recuerdo que en una entrevista Zadie Smith decía que su momento preferido de su trabajo era escribir la última palabra de una novela. Tomarse cuatro horas para tumbarse en el césped de su jardín y disfrutar de haberla terminado. Ahora entiendo ese clímax.

Cuéntanos el inicio del proyecto, ¿de dónde nace?
El proyecto nació de manera muy natural. Yo era la amiga fotógrafa que desde 2018 arrastraba la cámara a todos los encuentros: que si un cumpleaños, una manifestación o un botellón en casa de alguien. En algún momento vi que tenía un archivo muy amplio y que las fotos conseguían algo muy especial. Posábamos, nos divertíamos…
En esa intimidad conseguía fotografiar a mis amistades como yo las veía, radiantes. Y siempre había las mismas reacciones: “Ay, qué bien salgo aquí”, “Qué tierna esta foto”. La visualización de cuerpos racializados y queer es algo en lo que todavía se puede ahondar mucho.
Y un día consigues financiación por parte del Centro de residencias artísticas de Matadero…
Sí. Aquel email de selección para la residencia fue un enorme “sí”. Esto sí va a salir adelante, esto sí va a hacerse realidad, esto sí es más que una idea. Además, la residencia me dio el espacio, el tiempo y el intercambio con muchas personas cuyo input fue clave.
La sinopsis me gusta mucho, ¿cómo llegas hasta ella?
Tardé mucho tiempo en formular qué narices era mi proyecto. El libro es muchas cosas a la vez. Es álbum de familia, es humor, es archivo, es diálogo, es un golpe encima de la mesa. Son dos líneas narrativas y dos formatos fotográficos. Lo fácil es decir muchas cosas, lo difícil es decir poco, sin que sobren ni falten palabras.

¿Por qué decidiste escribir? ¿Cómo ha sido el proceso de escritura?
Antes que fotógrafa, soy escritora. Introducir texto en el fotolibro es lo que me permitió guiar el relato y hacer explícitos mis mensajes. Retratar intimidad. Pero también traer a la actualidad la relación con mi tío y hacer a la audiencia partícipe de ello.
Fue una escritura muy distinta a la que suelo publicar, esta vez no elegía yo las palabras, sino los cachos de conversación que había mantenido con mi tío por teléfono a lo largo de este año, para luego hilarlos y crear una historia.
¿Cómo has trabajado con la imagen?
Probablemente trabajar solo con las imágenes, sin texto, ahora que me lo preguntas, habría sido mucho más difícil, porque claro, ¿cómo conectas fotos que se tomaron con 40 años de diferencia?
Las preguntas constantes eran: ¿Dónde se rozan estas dos historias? ¿Dónde se alejan?
¿Qué fotos requieren una doble página? ¿Cuáles tienen que estar yuxtapuestas? ¿Estoy describiendo las imágenes o estoy acompañando con fotos un relato?
Cuando le enseñé a un primo cishetero algunas fotos, me dijo: “Pues me esperaba a más… Gente… Gay.. No sé, lesbianas cogidas de la mano”. Eso habla mucho de cómo es retratada la persona queer. Quise alejarme de eso y repetir el mismo ejercicio, de alejamiento, con las imágenes clichés sobre personas racializadas. Spoiler: las personas asiáticas también vamos al Lidl, ja, ja, por ejemplo.
¿Quieres desarrollar la idea de «familia elegida”?
Creo que es una idea muy democrática, creo que cualquier persona puede nombrar con una sonrisa a algunas personas que son “familia elegida”. Lo interesante para mí es que para la comunidad migrante y la comunidad LGBTQ+, la familia elegida adquiere un significado más urgente, quizá inescapable.

Quizá también nos puedes explicar qué es la interseccionalidad.
Hubo una persona que me desaconsejó mi proyecto. Me dijo que “meter la migración, la racialización y lo LGBT en un libro es mucho peso, son demasiados temas”. Ignoré esas palabras, porque pensé: Si estos temas caben en mi cuerpo, también caben en un fotolibro. Eso es interseccionalidad, que muchas experiencias u opresiones quepan en una persona.
Pero lo explica mucho mejor la creadora del concepto Kimberlé Crenshaw, catedrática y jurista afroamericana.
Y finalmente es una autopublicación.
Sí. Aunque no tengo muy claro si querría autopublicar el siguiente fotolibro.
¿Qué te gustaría que pasara ahora?
Me gustaría que viniera Tito Nelly a mi presentación de libro en febrero y que luego nos fuéramos de copas. Pronto hará tres años que no le veo.
‘Same, same, but different’. Me flipa el nombre…
Jaja, madre mía, el libro pasó por unos diez nombres diferentes…
Es una expresión tailandesa que surge en los mercadillos de productos falsificados. Tú sabes que esas chanclas no son Adidas, sino Adedes, y la vendedora te va a decir: «Same Same but Different» y las acabas comprando. Lo mismo ocurre con mi historia. Es Same Same but Different a la de Tito Nelly.
¿Vas a presentarlo?
¡Sí! Eso es lo que más ilusión me hace, socializar el libro. Hay un montón de anécdotas y conversaciones pendientes. Así que a ver qué se cuenta la gente en Barcelona, Mallorca y Bilbao. Bueno, y lo que surja. La primera será el jueves 3 de febrero en Madrid.
- ‘Same Same But Different’ de Anna Fux
- Diseño por Koln Studio .
- Preimpresión por La Troupe .
- Impresión por SiZ .
- Papel Arena White Smooth 120 gr.
- Encuadernación rústica cosido a hilo
- Dimensiones 170 mm. x 192 mm. con solapas de 100 mm.
- 160 pág.
- 370 gr.
- ISBN 978-84-09-35991-2.
- Precio: 22 €