Vuelve Arresto Domiciliario, la sección pandémica de entrevistas hechas por los lectores, ahora con Gregorio Reche, fotógrafo especialiazado en publicidad que se acaba de estrenar con su primer fotolibro, ‘Ingrávidos’. En esta ocasión las preguntas son de Javier Pérez Iglesias, coordinador de actividades en la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM.
Gregorio Reche (Almería 1972) es fotógrafo profesional y retocador desde hace más de 15 años, especializado en el mundo de la fotografía publicitaria. Ha publicado en distintos medios de comunicación nacionales, como El País Semanal, El Mundo, ABC, etc… También ha trabajado para primeras marcas como Loewe, Heineken, Mahou, Estee Lauder, Nivea, Osborne, Absolut Vodka, Schweppes. Actualmente reside en Granada. Ya tiene un fotolibro autoeditado, ‘Ingrávidos’.
¿Se acabó la diversión? ¿Llegó el Covid19 y mandó apagar? ¿O eres de los que ve un reto en esta situación?
Yo soy de los que creo que, mientras estás vivo se puede volver a empezar una y mil veces. Tengo curiosidad por ver cómo se van a desarrollar las relaciones humanas a todos los niveles, por que está claro que va a haber un antes y un después del Covid 19. Y en este sentido, la capacidad de adaptación de cada uno sí que va a suponer un reto, y esto no se sí será divertido, pero desde luego interesante sí.
La calle se nos niega. ¿Te has lanzado a hacer fotos a todos los rincones de la casa? ¿Has descubierto lo íntimo?
Pues la verdad es que he tenido mucho trabajo online. He dado muchas clases en remoto y ha sido todo un reto. Yo doy clases de fotografía publicitaria y dar clases de iluminación, que son tan prácticas y de mucha participación in situ, ha sido un esfuerzo muy grande, para adaptarlas a la frialdad de las video conferencias. También he tenido que realizar encargos a clientes. Yo hago mucha fotografía de producto y, afortunadamente, me mandan los productos a casa. En definitiva, he estado bastante atareado.

¿Has aprovechado el encierro para rebuscar entre tus antiguos trabajos? Si la respuesta es sí, ¿cómo es esa revisión de materiales antiguos? ¿Han aparecido sorpresas?
No, no he rebuscado entre antiguos trabajos. He hecho lo típico de ordenar el archivo, copiar discos duros, etc. Pero lo que sí he hecho, y la verdad es que me ha encantado, es volver a revelar en blanco y negro placas de 4×5.
Un día me puse a ordenar el estudio y descubrí en una caja un juego de químicos para revelar y ahí vi claramente que era el momento de ponerse a ello. Adapté un cuarto de baño de mi casa y me dispuse a reencontrarme con las disoluciones, las agitaciones, las temperaturas y demás conceptos del revelado en blanco y negro. La verdad es que lo he disfrutado mucho.
Y por supuesto, las sorpresas han aparecido. Después de 20 años de profesión nunca había tocado una cámara de gran formato salvo en la escuela donde estudié. Decidí hace un par de años comprarme una, concretamente una de 4×5. Llevaba mas de un año acumulando placas y nunca encontraba el momento para ponerme a revelar. Pero si algo nos ha dado este confinamiento ha sido tiempo y a mí me ha permitido ponerme a revelar.
Por supuesto tuve que llamar a unos cuantos colegas que revelan a menudo para preguntarles detalles olvidados y fueron apareciendo las sorpresas en forma de placas interesantes que me han permitido plantearme posibles futuros proyectos.

¿Has podido dedicarte a pensar en nuevos proyectos? Nos puedes contar algo sobre alguno.
El caso es que sí. Desde que me compré la cámara de 4×5 he estado experimentando con el paisaje y con esta fotografía, la del gran formato, tan metódica, pausada, pensada y casi terapéutica para los que nos dedicamos a la vorágine que es la fotografía publicitaria, donde todo es para ayer.
Como digo, llevo mas de un año tirando placas a la rambla que hay en el pueblo de mi familia, Chirivel, en Almería. Cómo muchos sabéis una rambla es un cauce de agua temporal originado por la lluvia. Hay veces, cuando estas lluvias son torrenciales, el agua se sale de su cauce y ocurre lo que coloquialmente se dice que “se sale la rambla”. Cuando se sale, dependiendo del desborde, puede ocasionar muchas daños materiales e incluso humanos y esto ha sido motivo de multitud de historias de desastres en el imaginario popular y que han mitificado a estas ramblas con una peligrosidad en estado latente hasta que se desata su furia.
Estoy experimentando con el paisaje que nos ofrece esta rambla cada vez que voy al pueblo y quiero seguir investigando más, porque las primeras pruebas me están resultando divertidas.
¿Ha habido algún proyecto de fotografía que la cuarentena te ha congelado radicalmente?
La verdad es que sí y supongo que no he sido el único, pero acababa de publicar mi primer libro, ‘Ingrávidos’, en el mes de febrero y, justo cuando estaba en el principio de la promoción (solo pude tener tiempo para anunciarlo por redes sociales), vino este meteorito y me ha dejado en el dique seco.
Es una pena, por que el libro estaba teniendo una buena acogida y tenía apalabradas varias presentaciones en escuelas de fotografía y librerías y bueno, habrá que esperar un poco… De todas maneras, aprovecho esta oportunidad para poner el link a mi web donde podéis echar un vistazo al libro. http://rechegregorio.com/index.php?/projects/publicaciones–publications/

¿Qué has descubierto, gracias a la cuarentena, que estaba debajo de la alfombra de la “antigua normalidad”?
Que es desesperante ver, en España, lo lejos que estamos unos de otros en situaciones en las que deberíamos estar más cerca, en fin. Y en un ámbito más general, que o nos dedicamos a prestar un poco mas de atención a la naturaleza o esta nos destruye.
¿Hablas más con tus colegas desde que hay cuarentena? ¿Habláis de fotografía?
No sé cuantas aplicaciones de video conferencia he instalado ya en el móvil y en el portátil. Sí, sí que hablo mucho más con colegas y familiares y el formato video-conferencia lo estoy usando mucho. Debe ser por aquello de sentirnos un poquito mas cerca del colega o del familiar.
Sí hablamos de fotografía, pero desgraciadamente, hablamos más de cómo nos está afectando el parón, de los trabajos que se han caído o aplazado y de los proyectos que se han pospuesto. En cambio, sí he visto muchísima actividad fotográfica en las redes sociales, mucha más de la habitual. Evidentemente por el tiempo que nos ha dado el confinamiento para revisar material antiguo, empezar a mover material nuevo y simplemente porque hay mucha creatividad en el panorama fotográfico español. He visto cosas muy interesantes y divertidas.
¿Cómo piensas que va a afectar esta pandemia al ecosistema de la fotografía? ¿Te preocupa la “nueva normalidad”?
A nivel creativo, no creo que afecte porque eso es algo que depende de cada uno. Ahora, a nivel de fotografía como oficio, evidentemente sí, la pandemia va a afectar y mucho. Hay sectores dentro de la fotografía profesional que se van a ver muy afectados. Me cuesta imaginar ahora mismo una boda, o espectáculos en directo. La docencia también se va a ver muy afectada y por consiguiente las escuelas, etc.
Lo de la «nueva normalidad” veremos como se desarrolla, pero es evidente que muchas cosas van a cambiar, empezando por el concepto de trabajo y cómo vamos a enfocar las relaciones sociales.

¿Lees más desde que el Covid19 entro en nuestras vidas? ¿Qué te parece la oferta de consumo cultural que se ha desatado?
Intento dedicarle un buen rato al día a leer. Leo prensa diaria para estar informado pero trato de no saturarme mucho. Y luego leo libros que me sacan completamente de esta actualidad vírica y me entretienen mucho. Ahora mismo estoy leyendo ‘Vida’ de Keith Richards, una gran lectura.
La oferta de consumo cultural que se ha desatado me ha parecido genial, todo aquel que haya propuesto lecturas, compartido imágenes, haya facilitado páginas de internet que nos hayan hecho olvidar un poco la realidad que estamos viviendo es de agradecer. Yo, por lo menos, lo veo así.
¿Hay una foto que para ti sea la representación, una de las posibles, de la cuarentena? ¿Nos la compartes?
He visto muchas, muchísimas, me sería muy difícil compartir una, pero si tengo claro cuál es la que me gustaría hacer y es la de mi hijo de 2 años abrazando a alguno de sus cuatro abuelos. Tengo muchas ganas de que ocurra.
Un fuerte abrazo y mucha salud para todo el mundo.