“Cuando el mueble ya no está solo sino en convivencia con un sujeto que comprende la poética singular del enser (su vivencia como lugar liberado del sentido del habito) se abre la posibilidad de una lógica de las transfusiones materiales. El sujeto se proyecta en el enser horizontalmente y asiste a la comprensión de ese intercambio matérico. El ser se mimetiza, adopta sus rasgos y ve en el mueble una trascendencia, un concepto, un destino.”
Muebles en el valle, Giorgio de Chirico
‘Fuera de lugar’ es el título que abre este trabajo y describe, además de una
definición (posición que no es adecuada o conveniente), un estado emocional que conecta con la sensación de extravío o falta de pertenencia a un lugar. Una sensación que está íntimamente ligada al hombre contemporáneo.
‘Fuera de lugar’ consta de una serie de fotografías ficcionadas en las que podemos ver:
1. Primer espacio: espacios cerrados que se dan lugar en las habitaciones de una vivienda. En ellos, aparecen unos personajes solitarios que interactúan con una fotografía colgada en la pared.
2. Segundo espacio: se materializa en forma de fotografía enmarcada, dentro de la cual figuran unos muebles antiguos sobre un paisaje solitario inspi- rado en la serie de pinturas Muebles en el valle del pintor italiano Giorgio de Chirico.
Los muebles que vemos dentro de cada paisaje (segundo espacio) podrían formar parte del mobiliario de esa habitación donde nos encontramos con los sujetos protagonistas (primer espacio) y viceversa. Ambas realidades están difuminadas, están siempre en contacto y se mezclan dependiendo de la composición, los elementos formales, el color o el carácter psicológico de los personajes.
Dentro de mi trabajo, existe una transmisión clara de información entre los personajes y los enseres (muebles) que aparecen en las fotografías. De esta influencia matérica nace del ensayo El sistema de los objetos de Jean Braudillard.
Este recurso de los muebles-paisaje, se ayuda del género del bodegón y puede visualizarse en el segundo espacio (metafotografía).
Cuando el objeto es desprovisto de uso doméstico (su función) adquiere una dimensión poética. Esta poética, lo hace ser figura, acercándolo a la vida: se revelan sus rasgos personales, se intuye su historia, se manifiestan unos rasgos que nos dan información adicional. Algo que podríamos llamar: la potencia de los muebles como sujetos escénicos.
Cristina García (Barcelona, 1982) es fotógrafa (Artediez) y collagista. Tras haber estudiado durante cuatro años diseño de moda (Bau), crea la revista / blog: algunas plantas raras en la que escribe reseñas sobre otros artistas sobretodo, emergentes.
Como collagista, sus trabajos giran entorno a temas como la memoria, la feminidad y las posibilidades que ofrecen los espacios en blanco. Sus collag- es han sido publicados en reseñas de distintos medios como: Croa Magazine, It Fashion, Lamono Magazine, 20 minutos, Ja t´ho farás (TV3) y a expuesto en lugares como Madrid o Hamburgo.
Como fotógrafa, sus trabajos se centran en lo pictórico y lo conceptual sien- do la pintura una de sus fuentes de inspiración. A partir de otoño asistirá como alumna en la escuela CFD de Barcelona tras haber sido premiada con una beca para cursar la modalidad Documental creativo y fotografía contemporanea.