Caracas, Venezuela. Una vez un lugar lleno de oportunidades y crecimiento económico –ahora, en 2017, Venezuela tiene una tasa oficial de inflación de 741% (datos de Trading Economics, actualizado por última vez en mayo de 2017). Aunque ya es la tasa de inflación más alta del mundo, El FMI pronostica que llegará a 1642% en 2017. El gobierno también se encuentra en deuda por más de 10 billones de dólares con entidades extranjeras. Algunos productos básicos como pollo y papel higiénico son racionados por el estado– mientras que la mayoría de los productos no se pueden encontrar o, dado caso, se venden por diez veces el precio en el mercado negro. Además, Caracas es la ciudad más peligrosa del mundo, con presuntamente 28.479 muertes violentas reportadas en 2016 (datos del Observatorio Venezolano de la Violencia). Sin embargo, es difícil encontrar números exactos y fiables.

El presidente Nicolas Maduro –un hombre muy discutido y que asumió la presidencia después de la muerte de Chávez en 2013– no hizo nada para evitar el aumento de la inflación o la escasez de productos. Tampoco frenó el crecimiento de homicidios, a pesar de la expansión del ejército y la fuerza policial. Con poca o ninguna historia de cooperación, los partidos políticos de izquierda y sus opositores han estado atrapados en un punto muerto en los últimos años. Las nuevas leyes que han sido propuestas por la asamblea nacional, mayormente de la oposición, han sido firmemente rechazada por el gobierno de Maduro. La generación joven, los que nunca llegaron a tener la posibilidad de votar se quedan con los fragmentos rotos de su nación, se manifiestan en las calles contra lo que ellos llaman dictadura.

Esta serie trata de reflejar lo que la gente en Caracas diría, a un extranjera como yo, sobre el crimen, los constantes sentimientos de ansiedad y paranoia, no encontrar comida ni medicina, el deterioro de las infraestructuras, las colas de horas y cómo las cosas antes eran diferentes. Los colores también reflejan la intensa polarización política y social: el rojo representa el actual gobierno, el azul la oposición.

Este es un proyecto en curso en el que mi último viaje a Venezuela fue en 20/12/2016 – 09/01/2017.


Iggy Smalls (nacida en 1992) trabaja como freelance fotógrafa y creador de imágenes. Le gusta contar historias a través de imágenes tanto ficticias como no ficticias. En 2015 se graduó con BFA en fotografía e imagen de Ringling College of Art & Design, en E.E.U.U. Su trabajo ha sido expuesto en Florida, Nepal, Costa Rica y Bélgica. Actualmente reside en Barcelona, aunque sigue trabajando a lo ancho del mundo.

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