La fotógrafa Mara León es la impulsora de la Plataforma E730, creada con el fin de reivindicar el derecho a la reconstrucción de mama tras un cáncer en tiempos de esperas razonables.  E730 convoca una concentración el próximo 19 de octubre frente al Ministerio de Sanidad en Madrid, de 12:00 a 14:00h. Agustín Roba entrevista a la autora sobre su fotografía, la influencia de la enfermedad en su obra y su labor activista.

La fotógrafa Mara León (Sevilla, 1970), tras estudiar decoración, se formó en fotografía, incluyendo un máster en EFTI. Ha participado en multitud de exposiciones colectivas e indivudiales, y ha conseguido algunos premios destacados. Su obra, que ha estado centrada en la representación de su propio cuerpo, se ha visto marcada por el hecho de padecer un cáncer de mama, lo que provocó que sufriera una masectomía. Desde ese momento, sus actuaciones incluyen el activismo, a través de diferentes campañas. Precisamente, en la actualidad promueve ‘E730’, proyecto con el que revindica el derecho a la reconstrucción de mama tras uncáncer en tiempos de esperas razonables.

Pasar dos días con una artista en el entorno natural de Doñana me ha hecho reflexionar sobre si todos los animales salvajes viven en la naturaleza, si en vez de buscar el famoso lince no me encontraba delante de uno de los animales más bellos y con fuerza que he tenido nunca el privilegio de conocer, Mara.

Entre patos y santos hemos compartido experiencias vitales. La capilla de Monte-Sion es testigo de nuestras conversaciones sobre amor, sexo, desamor, cobardía, cuerpos heridos, la necesidad de aprender nuevos lenguajes con la edad. Una noche estrellada es testigo de mis lágrimas contenidas al escuchar un “no me quiero morir”, e ideas para nuevos proyectos, humo verde.

La entrevista transcurre al día siguiente en ese sitio mítico donde una vez Carmina, la divina, se limpió los pies con cerveza.

¿Cómo llegas a la fotografía?

La fotografía para mí siempre fue un medio que he tenido mucho respeto desde la infancia. En aquella época no es como ahora el acceso a esta, con todos los medios digitales. En casa teníamos una cámara que mi madre guardaba como una verdadera joya y no era algo a lo que tuviera acceso.

Cuando empezó a interesarme el mundo del arte, en la adolescencia, observaba mucho a mi hermana, que hacia fotos de eventos, de cumpleaños, etc. Yo siempre me planteaba que si yo tuviera una cámara haría otras cosas, pero realmente no sabía qué. Para mí la fotografía no es mucho más que un medio, una parte técnica que me sirve para expresar, pero no lo considero el único medio para mí.

¿Qué otros medios usas aparte de la fotografía?

Observar, escribir, leer, conversar, son herramientas que te pueden llevar a otras cosas, con las que puedes acabar creando, una instalación, una performance… Pienso que a nivel artístico es muy aburrido encasillarte tan solo en la fotografía, todo tiene que ser mucho más amplio. Cuanto más te abras a todos los medios que tienes a tu alcance vas a tener una obra mucho más rica.

Siendo sevillana y rodeada de tantos santos y dorado, ¿cómo ninguna de estas referencias aparecen en tu trabajo?

Yo creo que todo acaba influyéndote de una manera o de otra. A mí todo este mundo que se vive en Andalucía, el barroquismo con el que se vive, me llama mucho la atención. Yo tuve una educación bastante estricta con la religión, pero uno va creciendo, va tomando las riendas de su vida, empieza a plantearse su propia filosofía de vida, y acabas enganchándote a otras historias que no son las que has vivido.

© Mara León

Creo que mi mundo minimalista viene de esto, de abandonar esta etapa para introducirme en otra, hay una necesidad de haber pasado por ahí. Es una forma de rebelión. Algo que puedo tener en común es un cierto tenebrismo con la parte que nos expone el arte sacro.

¿Consideras que tu trabajo es terapéutico?

Yo considero que siempre ha sido así. Son temas que vivo en primera persona pero que me gusta contar desde un punto de vista social, que cualquiera se pueda identificar con lo que está viendo, desde su lugar. Por eso no pongo títulos a las obras, dejo que el espectador sea participe de esa experiencia.

Por ejemplo, la fotografía que has utilizado para mi retrato ha estado envuelta durante cuatro años. No era capaz de mirarla, por todo lo que he pasado con el cáncer. Y sólo ahora, que me he enfrentado a la reconstrucción del pecho, he sido capaz de retomar esa imagen. Me conmovió mucho verla en el camino, ver como ha cambiado mi cuerpo, mi vida, de una manera tan brutal.

¿Crees que tu trabajo y desde donde trabajas ha sido la clave para ganar reconocimiento?

Creo que mi obra no es nada comercial. He huido siempre de estereotipos, no he querido encasillarme en ninguna tendencia. Lo que siempre he buscado con mi trabajo es ser honesta conmigo y crear desde esa honestidad y compromiso de lo que me rodea. Quiero ser libre de modas. Esto no significa que no tenga influencias; por ejemplo, cuando conocí la obra de Helena Almeida me fascinó cómo hacía sin hacer nada, tengo mis referentes.

¿Qué estrategias has utilizado para ser una artista reconocida?

Yo creo que ninguna, el reconocimiento es debido a esa parte de hablar desde un lugar mío personal pero extrapolarlo a la sociedad, al espectador. Me he presentado a pocos concursos, no estoy muy metida en el circuito del arte. El reconocimiento me ha hecho sentirme plena, parece que un artista siempre necesita ese entendimiento por parte del espectador.

© Mara León

¿Es necesario ese reconocimiento?

Para mí lo más importante es crear, hay muchos artistas que se frustran en el camino y es por esa intención que tienen de llegar cuanto antes a ser reconocidos, y esto es difícil. Hay gente que se piensa que pueden realizar un proyecto en dos meses, exponer y que les compren obra, cuando es idea es muy bucólica. La realidad del artista es dura.

¿Cuál es tu realidad como artista?

Mi realidad es que no vivo de esto. Tampoco me lo he propuesto nunca, pero a mí me hace sentirme muy bien. Los artistas en muchas ocasiones somos unos privilegiados por sentir como sentimos y tener ese don de ser creadores.

¿Qué es lo que sucede cuando te llaman para hacer una exposición?

Por una parte te da mucha felicidad, el gozo del ego del artista y de cubrir esa expectativa de que tu obra se haga visible. Pero lo cierto es que es un coste económico: producir, transportar las obras, tiempo en escribir, etc. La mayoría de las exposiciones no tienen un aporte económico. Para mi es fundamental la labor de los comisarios como Jesús Micó, que siempre se ocupa de que recibamos algo de dinero por exponer o producir obra.

Fuiste incluida dentro de la exposición ‘Un cierto panorama’, comisariada por Jesús Micó en PHotoEspaña, ¿cuál es tu opinión sobre ese cierto panorama?

Personalmente creo que hay un nivel artístico muy bueno. Hay artistas con un gran potencial haciendo cosas muy interesantes. El problema es que tenemos que vivir y comer de ello y terminamos tirando la toalla. Necesitamos sobrevivir. No hay un compromiso real a nivel político, cada vez se coarta más los campos de la cultura.

© Mara León

¿Tu trabajo cambia a partir del cáncer?

Creo que mi trabajo previo fue un preámbulo. El cuerpo, la desnudez ya eran parte de mi trabajo. De repente aparece una nueva circunstancia en mi vida, el cáncer de mama.

¿Y ahora utilizas la fotografía como arma de protesta?

Es el primer proyecto que he tenido como protesta. He creado el proyecto ‘E730’ para crear conciencia social, es un proyecto activista. Quiero cambiar una filosofía errónea de que una mujer mastectomizada requiere de una reconstrucción de mama solo por estética, cuando la realidad es que una mujer necesita ser reconstruida para recuperar su integridad física y su integridad como mujer. Verte años y años mutilada, enfrentarte al espejo, a tu intimidad, es muy duro.

Para mí, hacer mi imagen pública sin un pecho fue una decisión que me costó muchísimo, pero era la única manera de mostrar que esto no es fácil.

El proyecto se llama ‘E730’ ¿Por qué?

El “E” es que considero que deber ser aplicada la reconstrucción de mama en todas las comunidades de España. En Andalucía hemos conseguido que el plazo se reduzca a 180 días para la reconstrucción, y queremos que esos plazos sean razonables para todas las mujeres en España. No tiene sentido que en Extremadura puedan llegar a tener que pasar cinco años para ser reconstruida y en Andalucía seis meses.

730 es un numero metafórico,. Cuando estás metida en un mundo de médicos y preguntas sobre la listas de esperas, dos años es lo más repetido. Ese número me lo plantee como trabajo y esfuerzo para luchar por esto, quería que no fuese un tema tabú.

Ya casi han pasado los dos años que has dedicado a este proyecto, de los 730 días, ¿Qué acciones tienes preparadas?

El 19 de octubre haremos una concentración frente al ministerio de sanidad en Madrid, en la que se le exige que se cumplan los derechos que ya tenemos a ser reconstruidas en tiempos razonables, no se pide nada más, se pide sensatez señores políticos y administraciones públicas, sensatez. Se aprovechan de la vulnerabilidad de las mujeres que han pasado por un cáncer, por una situación muy dolorosa.

¿Tu trabajo lo consideras femenino? ¿Era necesario que una mujer nos contara esto?

Yo creo que no. Sí que es cierto que había muchos proyectos de mujeres mastectomizadas pero desde un lugar que yo no entendía, mostrarnos con belleza y sonrisa y con una plenitud en la vida, cuando esa no es la realidad. Son proyectos que curiosamente están hechos por hombres. Realmente vivimos nuestra realidad desde la amargura y la dureza de la enfermedad. Para hacerlo así, he tenido que vivirlo. Pero, no es proyecto de mujeres, hay muchos hombres que participan en el proyecto, y porque ellos también lo sufren, como parejas, padres e hijos.

Trabajas mucho a través de las redes sociales como medio de comunicación. ¿Qué ventajas e inconvenientes has encontrado?

Las redes sociales son un medio, la puerta y la ventana para llegar a la gente, sin duda son algo fundamental. El problema es que tenemos demasiada información. Las redes sociales nos saturan en exceso, nos distraen de las cosas que tienen realmente importancia. A mí me han servido para conocer gente y convocar gente de otras comunidades, que se dé a conocer las diferencias de las listas de espera que hay entre todas las comunidades.

Hay una parte que considero que es muy rancia, la desnudez de la mujer como algo prohibido. A mí me censuran en Facebook por una imagen en la que salgo con un pecho sí y otro no, en cambio no me censuran cuando salgo con el que me falta! Es decir, que si me cortan los dos ya puedo salir en Facebook. Ahora mismo he sido reconstruida por primera vez, no tengo pezones, ahora puedo salir perfectamente y no me podrían bloquear.

© Mara León