Hace unas semanas os contábamos lo más destacado del SCAN de Tarragona. Pero nos guardábamos la crónica del Talent Latent 2016, la exposición que cada dos años nos hace un repaso de los nuevos caminos de la fotografía emergente.
Un año más, Tarragona ha sido referencia de la fotografía de autor gracias al SCAN. Hace unas semanas os hacíamos un resumen de una de sus actividades, el Full Scan. Pero no queríamos dejar pasar otra de sus columnas fundamentales, el Talent Latent.
Se trata de una exposición que durante la realización del festival viene a mostrarnos algunos ejemplos de los caminos que en la actualidad están tomando algunos de los fotógrafos más interesantes del panorama actual. Esta edición, Talent Latent estrenó sede y puede verse en el Tinglado 2 del puerto de Tarragona hasta el 8 de enero.

© Jiaxi Yang
El responsable de la selección es el comisario y fotógrafo Jesús Micó, que para la ocasión ha elegido diez nombres de nueve países diferentes: Antonio González Caro (Cádiz, 1984), Fábio Cunha (Portugal, 1985), Felix R. Cid (Madrid, 1976), Fernando Maselli (Buenos Aires, 1978), Mária Svarbová (Eslovaquia, 1988), Massimiliano Maddalena (Italia, 1982), Nicolás Janowski (Argentina, 1980), Oriol Miñarro (Barcelona, 1974), Tatiana Vinogradova (Rusia) y Jiaxi Yang (China, 1989).
Micó explica así la selección de esta edición: “Talent Latent 2016 muestra la obra de diez autores y autoras que representan algunos de los valores más emergentes de la creación fotográfica contemporánea internacional. Tras haber revisado los trabajos de centenares de artistas, estos diez fotógrafos y fotógrafas elegidos nos ofrecen una interesante panorámica de algunas de las principales líneas estilísticas y ámbitos temáticos por los que se mueve dicha creación. Desde diferentes partes del mundo, esta decena de autores y autoras han realizado unos proyectos con un sello personal y de autoría muy marcado”.
El comisario remarca que no pretende hacer una síntesis ideal de la fotografía contemporánea. “Intentar hacer algo así sería tan absurdo como imposible”. Pero sí realiza un repaso panorámico por gran variedad de estilos y temáticas, desde reportaje, tanto clásico como contemporáneo, fotografía documental no intervenida, fotografía escenificada o construida, retrato, autorretrato, paisaje, diario personal, fotografía íntima, de denuncia, etc.
El hilo argumental de la obra se centra en dos líneas temáticas opuestas pero que en algunos trabajos llegan a unirse: lo sublime y lo vulgar, “lo grotesco y lo elevado; lo común y lo exquisito; lo feísta o sucio y lo preciosista o limpio…” .
La muestra comienza con el trabajo de la artista china residente en Nueva York Jiaxi Yang. Para la muestra se ha seleccionado ‘The Horizontal Mode of a Waking Life’ una serie de bodegones de objetos cotidianos que han sido descontextualizados, otorgándoles un tratamiento gráfico similar al de las imágenes publicitarias, que nos recuerdan a las revistas de decoración europeas de los 80. Bodegones de salchichas, pasta, rejillas de fogones, pastel de sangre de cerdo con la cuidada estética de la moda que juegan con el absurdo que los emparenta con el dadaísmo y el surrealismo.

© Fernando Maselli
Los paisajes recreados de ‘Infinito Artificial’, de Fernando Maselli, nos meten ya de lleno en la búsqueda de lo sublime. De hecho, su trabajo se centra en este concepto. Partiendo de la descripción que sobre el Infinito Artificial realizara Edmudn Burke en su búsqueda de la representación de lo sublime, Masseli parte de sus propias fotografías realizadas cuando practica montañismo y, mediante la manipulación digital, recrea ese infinito acorde con la descripción burkiana. Nos lleva a una idealización del paisaje, que por el uso del blanco y negro, así como por el gran formato, nos remite irremediablemente a Adams y Weston, pero también por el tratamiento de mitificación de la naturaleza que realiza el argentino.

© Tatiana Vinogradova
En una segunda estancia de la exposición llegamos al trabajo de Tatiana Vinogradova. ‘Days of Melancoly’ muestra un serie de retratos de gais rusos que, pese a su aparente quietud, encierran la oscura realidad que supone ser homosexual en Rusia tras la ley que desde el 2013 prohíbe la “propaganda” homosexual. “Hombres que aparecen profundamente tristes, en unas atmósferas claustrofóbicas y carentes de esperanza, contenidas, silenciosas, oscuras (siempre luz natural que se cuela por una rendija, por una puerta o ventana entreabiertas, a través de unas protectoras cortinas, o incluso, en el más simbólico de todos los retratos, sólo por una cerradura). Con ello, la autora construye la escenografía moral idónea para retrotraernos a esa lamentable realidad. Señala Vinogradova que «la vida gay en Rusia no se desarrolla bajo un agradable arco iris de colores, sino que está acechada por profundas sombras». Estas imágenes no son otra cosa que excelentes y contundentes metáforas gráficas de lo que supone vivir en el armario”.

© Massimiliano Maddalena
Por su parte, Massimiliano Maddalena realiza un homenaje, lleno de humor, a la propia fotografía. ’66 imágenes de un patio’ representa 66 veces la misma imagen de un patio utilizando una técnica fotográfica distinta en cada ocasión. Dos son las referencias claras, la primera fotografía de la historia de Niépce, y el tratado de Raymond Queneau ‘Ejercicios de estilo’ (un libro escrito a partir de la construcción de noventa y nueve variaciones literarias sobre una anécdota deliberadamente trivial). El resultado es un repaso por casi todas las técnicas que la fotografía ha utilizado desde su nacimiento, así como una forma de demostrar que cada manera de contar condiciona el resultado. Un ejercicio de metalenguaje que lleva a la máxima expresión una de las grandes líneas de la fotografía actual, la referencia fotográfica a la morfología de la imagen.

© María Svarbová
Desde Eslovaquia, María Sarbová nos trae ‘In the swimming pool’, una serie de imágenes de gran belleza formal, cercanas al “neopictorialismo exquisito” en palabras de Micó. Un mundo de belleza, de colores desaturados, de composiciones correctas. Imágenes “poetizadas”, representaciones idealizadas pero que esconden un gran poso de tristeza, en las que los personajes se nos presentan como deshumanizados, al haber sido fotografiados quietos en una coreografiada actitud distante, hierática y no emocional. Son como perfectas maquetas de seres humanos. Tan fríos como los azulejos de la piscina.

© Oriol Miñarro
En un tercer bloque llegamos a la zona dedicada a lo grotesco. Sin duda, el trabajo de Oriol Miñarro se mueve en esos parámetros. ‘Welcome to the Barrio’ da una visión descarnada sobre el Raval de Barcelona. “Un proyecto con una estética nada amable, ácido, sarcástico –aunque no busca la burla ni el esperpento cómico: en el fondo podemos definirlo como empático porque no juzga moralmente lo que describe–. Nuestro autor es como un superturista de la extravagancia ajena. Hace viajes de visita y regreso a ella, personificada en estos peculiares vecinos, tan auténticos como chocantes”. Esta es la descripción que del proyecto realiza el comisario, aunque personalmente lo entronco más con cierta tradición circense de la mujer barbuda que tanto ha frecuentado la fotografía. En cualquier caso, lo feo y lo grotesco forma parte de la vida tanto como lo bello y los sublime (o tal vez más).
El gaditano Antonio González Caro nos acerca su particular narración de la caza con galgos en ‘Hunting Shadows’. Se trata, según el propio Micó, de un trabajo que “nos cuenta una historia menor –la de un cazador y sus perros–, lo importante es que magistral y paralelamente se consigue crear una atmósfera narrativa tan sugerente y sobrecogedora que hace trascender a dicha historia, yendo mucho más allá –infinitamente más– de lo que es su simple relato.

© Antonio González Caro
Este proyecto no es una obra de reflexión universal sobre los pros o los contras de la caza realizada con galgos. No es un alegato animalista. No es ése su interés. No se desea juzgar. Pero, atención, por otro lado la historia no evita en lo más mínimo la dureza: sangre, muerte, dolor y brutal esfuerzo físico no son obviados. Tampoco se realiza una alabanza ni una celebración de este tipo de prácticas. González no hace un héroe del cazador. No hace una apología mítica de los valores rurales y ancestrales como fórmula, como pasaporte para la justificación universal de esas prácticas. Ni una cosa ni la otra”.
Podríamos añadir que el trabajo nos trae referencias literarias como ‘Los santos inocentes’ o ‘La familia de Pascual Duarte’, y que el uso de ese blanco y negro tan contrastado condiciona sin duda alguna el tono del trabajo, haciéndonos cuestionar la equidistancia que plantea el comisario.

© Fábio Cunha
El arquitecto y fotógrafo portugués Fábio Cunha presenta en Talent Latent ‘Zona’. Con este proyecto Cunha trata de realizar una investigación sobre los efectos de la crisis y la especulación inmobiliaria. Un ensayo fotográfico sobre el extrarradio de Madrid que acaba generando un universo propio donde los objetos y los espacios generan escenarios entre lo absurdo y lo extraño. La preocupación por el detalle, el objeto, la distribución mediante encuadres sorprendentes nos obligan a realizar nuestros propios mundos mentales. Cunha pone los números, nosotros el lápiz que al unirlos les da forma.
La última sección de Talent Laten muestra ‘X’ de Féliz R. Cid. Un proyecto “documental’ en el que el madrileño ha ido disparando una y otra vez, de día y de noche, por multitud de conciertos, festivales y otros eventos musicales. Con ello ha generado grandes imágenes mediante la acumulación de miles de fotografías minúsculas a través de la posprodcucción digital. “Esos centenares de disparos son posteriormente ensamblados en un elaborado proceso de posproducción digital para conseguir una única fotografía final de enorme tamaño. Dicha fotografía es una síntesis de muchos espacios y muchos tiempos a la vez, todos ellos integrados en una sola imagen. El autor nunca ha estado situado donde está el espectador cuando mira la fotografía, lo que hace que este último tenga un punto de vista único, privilegiado, inédito”.

© Féliz R. Cid
“Estas fotografías tienen un doble nivel de lectura: de lejos se ven como elegantes imágenes abstractas; de cerca nos sumergen en un nivel de detalle visual casi macroscópico. Así, de alguna manera, realizamos como un viaje de lo abstracto a lo suprarreal que descoloca de forma evidente nuestra manera habitual de percibir una fotografía”.
La visión que genera la masa compuesta de individualidades casi irreconocibles en estas fotos de gran formato no puede por menos que recordarnos a las representaciones que del infierno hicieron Dante en literatura y, sobre todo, El Bosco en pintura.

© Nicolás Janowski
La muestra se cierra en el fin del mundo con Nicolás Janowski y su ‘Adrift in blue’. Se trata de un proyecto que se compone de diferentes capítulos, de los cuales es el último de ellos el que vemos en Tarragona. Con el azul como protagonista de todas las imágenes, el proyecto trata de reproducir visualmente el imaginario creado a través de los años sobre ‘Tierra de Fuego’, como lugar límite, frontera del mundo e incluso como metáfora de un mundo ideal. Frases, leyendas, descripciones de conquistadores llevadas desde el documental a un mundo ficticio.
“Toda su obra –apunta Micó– discurre por una suerte de documentalismo subjetivo en el que encontramos una estimulante mezcla de testimonialidad y de ficción, generando encajar en el conocido concepto literario del realismo mágico”.
La fotografía es un viaje que se puede abordar de diferentes maneras, discursos, técnicas (al menos 66), visiones… Unas viajes no llevarán a sitios más reconocibles, a otros más agradables, a otros más inquietantes… Pero sobre todo sigue siendo un viaje alucinante, desde lo grande a lo pequeño, desde lo bello a lo grotesco, desde lo anecdótico a lo universal. Y afortunadamente, lleno de talento.