#Mirada Zoom

La «felicidad» puede ocultar la realidad más dura. Agencia Zoom nos trae ‘Notas de amor’. El maltrato, el machismo, el acoso, la violencia de género en sus distintos grados, forma parte de nuestras sociedades, incluso de alguna tan «ejemplares« como la finlandesa. Y por supuesto, de la española. Este reportaje de Alessandro Rampazzo, que combinan poesía visual con crudeza, es la historia de Nitz. Texto de Fèlix Merino.

Nita conoce a Tero. Se enamoran. Se casan y tienen dos hijos. Ella es estilista de moda; él doctor en Ciencias. Todo va bien. Son una familia feliz que vive en Helsinki (Finlandia), la ciudad donde la gente es más feliz del mundo en el país cuyos habitantes se consideran los más felices, según el World Happiness Report. Para tener una idea de los felices que son, tenemos que bucear hasta la posición 55 del mismo ránking para encontrar la primera ciudad española de la lista: Barcelona.

Sin embargo, la historia de Nita y Tero no es una historia feliz. Es más bien todo lo contrario. Su vida engrosa la dramática cifra que descubre al país nórdico como el más violento en cuestiones de género de toda la UE. En Finlandia el año pasado se denunciaron tres veces más agresiones machistas que en España donde cerramos el 2020 con 83 feminicidios. Sí, en el país de Papa Noel no todo es de postal. Se calcula que el 30% de las mujeres de Finlandia, Suecia y Dinamarca sufren maltratos, por un 22% en el resto de la UE.

© Alessandro Rampazzo

Nita tuvo que soportar años de maltratos por parte de su marido, Tero, aparentemente un hombre corriente. Hasta que hace 5 años Nita dijo “basta” y denunció a su expareja. Para poder rehacer su vida, aparte de un calvario emocional y legal, las instituciones nórdicas aconsejaron que sus hijos vivieran unos meses con los padres de ella en un pueblecito del campo. De esta forma Nita podría reenfocar en su vida.

 Este fotoreportaje intenta reflejar lo duro que es rehacer tu vida tras años de maltrato físico y psicológico. “Cuando quise volver a empezar estaba sola”, explica Nita. “Mis hijos vivían en el pueblo con mis padres y la mayoría de mis amigos me habían dejado de ver porque no soportaban a mi exmarido, Tero. Además tuve que reenfocar mi vida laboral y empezar desde zero”. Aunque el estado finlandés le facilitaba ayudas, ser madre soltera con dos hijos “también cuesta en Finlandia”, asegura.

Hace poco que los tribunales fallaron la sentencia que regula la custodia de los niños. A pesar de las agresiones sistemáticas y maltrato durante años, Tero puede ver a sus hijos unas horas cada 15 días siempre con supervisión de un Asistente Social. Nita, al principio se desesperó, pero ahora lo lleva mejor. Está rehaciendo su vida.

© Alessandro Rampazzo

Este maravilloso reportaje de Alessandro Rampazzo lo seleccionamos porque consigue algo muy difícil en fotoperiodismo como es combinar poesía visual con la realidad más cruda. Además de conseguir acompañar a una víctima de género, cosa difícil de conseguir. Un reciente informe del Ministerio del Interior español, alerta que una de cada dos españolas sufre acoso durante su vida, la mayoría entre familiares o personas de confianza. En Finlandia el año pasado hubo 50.000 denuncias.

Si como escribió Platón “cada uno de nosotros no es más que la mitad de un ser humano”, ¿por qué la guerra de sexos continúa tan presente entre nuestras alcantarilladas sociedades? ¿Qué es lo que está fallando por la base, por la simiente, que nos da una sociedad inmadura y tan venenosa? Como se pregunta Santiago Beruete en su maravilloso libro ‘Verdolatría’,  ¿Por qué algo tan aparentemente sencillo de entender (ser iguales) es  tan complicado de conseguir?