Los enamorados de la fotografía orientalista del s. XIX están de suerte por la exposición ‘Túnez en sepia’, que podrán disfrutar durante los próximos meses en el MAN de Madrid y el ciclo de conferencias que podrán disfrutar alrededor de ella. Entre los ponentes. Pablo Martínez Muñiz, devoto de este tipo de fotografía, que nos acerca el contenido de la muestra.

Se acaba de inaugurar una exposición en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid que promete ser una de las más interesantes de la temporada: ‘Túnez en sepia: fotografías de la colección del Museo Arqueológico Nacional’, comisariada por Virginia Salve Quejido, María Alonso Lescún, Núria Benavent Bataller y Ana Cabrera Díez. La exposición se podrá visitar hasta el 14 de enero de 2024.

La muestra se articula a partir de unos fondos de fotografía tunecina del siglo XIX pertenecientes al MAN. Estas fotografías se exhibieron en nuestro país por primera vez en la Exposición Histórico-Europea de Madrid de 1892-1893, con la que se inauguró el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid, sede del MAN en la actualidad. La colección fue enviada por el Bey de Túnez, Ali III ibn al-Husayn (1817-1902) para dicha exposición, quien posteriormente la donaría al Estado Español, pasando así a formar parte de los fondos del museo.

Tarjeta postal con retrato del bey Ali Muddat ibn al- Husayn. Neurdein Frères. 1906-1915, MAN.

Gracias a la labor investigadora durante los dos últimos años del departamento de Documentación del museo, ha sido posible la identificación de los autores de algunas fotografías del conjunto a través del estudio de otros fondos fotográficos de series parecidas o incluso idénticas procedentes de otras instituciones, apareciendo nombres de fotógrafos tan importantes como J. André Garrigues o Maison Neurdines Frères. 

En la muestra se exponen más de un centenar de fotografías acompañadas de un conjunto de fondos museográficos, documentales y bibliográficos conservados en el MAN. Algunas de estas piezas proceden de Túnez, mientras que otras fueron halladas en España pero se relacionan cultural, histórica y cronológicamente.

El compendio de fotografías presentes en la exposición forma parte del corpus de la fotografía orientalista del siglo XIX, un estilo de imágenes fotográficas que retrataba al otro en los paisajes exóticos del Oriente; y donde habitualmente se manifestaban muchos de los estereotipos y clichés que el europeo veía en el oriental.

La fotografía orientalista también retrató los paisajes, monumentos y ruinas arqueológicas de la cuenca mediterránea, ofreciendo una completísima descripción de unos territorios largamente anhelados por las potencias europeas y que a partir del siglo XIX y hasta mitad del XX pasarían a estar bajo dominación europea.

Patio interior y galerías del palacio del Diwan (Túnez). 1855-1892, MAN.

En 1881 Francia obtuvo el control del beylicato de Túnez —hasta entonces, nominalmente una provincia del Imperio otomano— y creó el protectorado francés de Túnez, hasta 1952, año de la independencia de este país. Así pues, la influencia francesa sobre este territorio fue notable y tuvo su reflejo en la producción fotográfica.

Los principales fotógrafos y estudios fotográficos que se establecieron en Túnez fueron en consecuencia mayoritariamente franceses, destacando los nombres de Albert, E. & Co. y Gervais Sc. —establecidos en Túnez—, J. André Garrigues —quien desarrolló su actividad en el protectorado francés de Argelia y Túnez entre 1880 y 1890, donde recibió numerosos premios y condecoraciones, entre el que se encontraba el de fotógrafo oficial de S. A. el bey de Túnez—, la casa Neurdein Frères y Jean Geiser. Estos estudios trabajaron en diferentes géneros fotográficos: paisajes naturales, vistas urbanas, retratos de la vida cotidiana, tipos orientales, series de monumentos y restos arqueológicos y series de colecciones artísticas de museos.

Muchas de estas fotografías se comercializaban y eran adquiridas por los turistas como souvenirs de viaje. Las ruinas de la antigua ciudad de Cartago, en Túnez, fueron uno de los lugares más fotografiados, junto a otros vestigios de la civilización romana esparcidos en el norte de África, como el majestuoso anfiteatro romano de El Djem. También destacaron las vistas de monumentos islámicos en las principales ciudades, siendo dignas de mención las fotografías de la antigua Gran mezquita de Kairuán realizadas por J. André Garrigues hacia 1880. Esta mezquita, construida en el año 670, es la más antigua e importante del Magreb y sirvió de modelo para la construcción de la Mezquita de Córdoba.

El recorrido de la muestra está organizado en cuatro grandes bloques que recogen las imágenes con diferentes escenas ordenadas de manera temática. Así, en una primera parte el visitante podrá adentrarse en la historia tunecina desde la prehistoria hasta la época bizantina, a través de los monumentos y restos arqueológicos fotografiados.

Minarete. Mezquita de Hammoûda Pachá Bey. Túnez. 1855-1892, MAN.

Posteriormente se muestran edificaciones de época medieval y moderna de tipo defensivo y religioso para pasar después a los paisajes, escenas y vistas costumbristas, marcadas por la presencia otomana y francesa del lugar. Finaliza con una selección de fotografías realizadas en dos importantes museos del momento, el Museo Alaoui —actual Museo Nacional del Bardo— y el Museo de Sant-Louis, hoy Museo Nacional de Cartago.

Las fotografías que se podrán ver en la exposición son copias actuales de los originales, ya que el delicado estado de conservación de estos no permite su exposición pública. Es de remarcar que en las copias realizadas se han preservado todas las marcas y alteraciones del paso del tiempo, posibilitando una experiencia más fiel.

De forma paralela, se ha organizado un ciclo de conferencias durante los meses de noviembre y diciembre, impartidas por cinco especialistas en temas relacionados con la historia, técnica y conservación de la fotografía y la arqueología en Túnez:

Además, está previsto una serie de visitas guiadas, un programa de actividades organizado en colaboración con la Embajada de Túnez en España y un segundo programa de actividades, en colaboración con la Casa Árabe de Madrid y el Museo del Romanticismo.