Una de las exposiciones más importantes de esta edición de PHotoEspaña es la que el Museo Reina Sofía ha organizado en torno a la revista de fotografía Afal, que sirvió de nexo a un grupo de fotógrafos que modernizó la fotografía española durante los años 50 y 60. Gracias a la documentación facilitada por el museo, hacemos un repaso por la exposición y por la historia de este emblemático grupo, sin el que no se podría entender la fotografía documental española de la actualidad.

El Museo Reina Sofía presenta en el marco de PHotoEspaña 2016 la exposición colectiva ‘Humanismo y subjetividad en la fotografía española de los años 50 y 60. El caso Afal’. El grupo Afal fue un colectivo de fotógrafos españoles que iniciaron un proceso de renovación fotográfica a mitad del siglo XX. Su principal vínculo fue la revista AFAL, editada por la Agrupación fotográfica almeriense (de ahí su nombre), fundada por Carlos Pérez Siquier y José María Artero. Más de 70 fotografías y abundante material documental retratan, en esta exposición que puede verse hasta el 7 de noviembre, la transformación que experimentó la fotografía española durante ambas décadas, inspirándose en las tendencias del documental neorrealista y del reportaje humanista que se desarrollaban fuera del país.

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Niño con pan © Cualladó

La exposición hace hincapié en la internacionalización de los fotógrafos españoles de este periodo y especialmente de aquellos que se reunieron alrededor del grupo Afal, analizando los diversos intercambios con otros colectivos europeos y americanos. La muestra se produce gracias a la reciente donación por parte de Carlos Pérez Siquier al Museo Reina Sofía. La muestra ha sido comisariada por el Departamento de Colecciones del Museo junto a Laura Terré (hija de Ricard Terré, otro fotógrafo vinclulado a Afal).

‘Humanismo y subjetividad en la fotografía española de los años 50 y 60. El caso Afal’ se encuentra distribuida en dos salas. En la primera podemos ver una muestra de los fotógrafos de la época. El acceso a la cultura visual tras una dura postguerra era bastante limitado, y cuando se daba, era a través de algunos viajes, el cine, escasas exposiciones, libros y revistas internacionales, especialmente anuarios fotográficos que llegaron a España no sin dificultad. Por ello, los fotógrafos de la época promovieron tanto el intercambio como el contacto con el exterior. Ésto dio como resultado una fotografía trasnacional, vinculada con las problemáticas que se sucedían fuera del país.

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Niña de la rosa © Cualladó

El retrato fue un género recurrente para estos fotógrafos. Imágenes que reflejan la migración de la clase trabajadora campesina y rural del sur a las ciudades del norte para integrarse en el trabajo industrial, pero también el impacto en la economía de turismo y sus imágenes. Esta sala recoge instantáneas de agrupaciones como la Real Sociedad Fotográfica que tuvo al grupo La Palangana como impulsor decisivo. Creado en 1959, estuvo formado por Leonardo Cantero, Gabriel Cualladó, Paco Gómez, Ramón Masats, Francisco Ontañón, Joaquín Rubio Camín, Juan Dolcet, Fernando Gordillo, Gerardo Vielba y Sigfrido de Guzmán.

La exposición también recoge en esta sala ‘Once fotógrafos españoles a París’, un proyecto organizado en 1962 por Comissariat Général du Turisme del Estado francés en Barcelona con la intención de promocionar el turismo español hacia Francia. En él participaron Leonardo Cantero junto con Gabriel Cualladó, Eugeni Forcano, Joan Cubaró, Andreu Basté, Ramón Masats, Oriol Maspons, Francisco Ontañón, Xavier Miserachs, Paco Gómez y Joan Colom.

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@ Masats

La otra sala se centra en la actividad del grupo Afal. En él se juntaron un grupo variado de fotógrafos que compartían interés por la función social del fotógrafo y su implicación en la realidad de su tiempo. El ideal de todos ellos fue expresar mediante procedimientos sencillos y directos sus inquietudes estéticas, lejos de estereotipos heredados de la pintura.

En Afal se unieron fotógrafos de procedencias e intereses variados. Desde fotógrafos amateur como Gabriel Cualladó, Francisco Gómez, Joan Colom y Ricard Terré; algunos de ellos ligados a la cultura y las artes plásticas, como Gonzalo Juanes, Jesús de Perceval, Joaquín Rubio Camín y Josep Maria Casademont. Otros tenían una incipiente carrera profesional, como fueron Alberto Schommer, Xavier Miserachs o Ramón Masats.

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La niña blanca © Pérez Siquier

No se puede decir que compartieran un mismo estilo, sino que el nexo se basó en la confrontación e intercambio de propuestas, algo de lo que se tiene constancia gracias a la abundante correspondencia que mantenían sus miembros. Éstos estaban dispersos por la geografía española, aunque núcleos más importantes, además de Almería, fueron los que se reunían en torno a la Agrupación Fotográfica de Cataluña, en Barcelona; el Casino del Comercio de Terrassa; la Agfoval de Valencia y la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.

Los integrantes madrileños formaron en el año 1958 el grupo La Palangana. En sus tertulias discutían la selección de fotografías para las exposiciones de Afal y compartían sus conclusiones por carta con el grupo de Almería.

La revista Afal, elemento unificador del grupo, se publicó entre 1956 y 1963. Tuvo cuatro etapas diferenciadas. Los tres primeros números fueron editados como boletines de agrupación. A partir de julio de 1956, el formato cambia a revista y se inicia un periodo de apogeo: las portadas muestran lo mejor de la producción de los jóvenes fotógrafos miembros y en el interior se traducen textos importantes de la literatura fotográfica de la época.

En 1958, la revista Afal publica el ‘Anuario de la Fotografía Española’, que no obtiene las ventas esperadas, lo que provoca una crisis económica que hace que vuelva a editarse en formato boletín. Finalmente, a partir de enero de 1959 se dio más importancia a la sección de cinematografía y se eligieron para las portadas casi exclusivamente retratos femeninos; asimismo, se incluyó una edición bilingüe de los textos con las colaboraciones extranjeras, entre las que destaca la del fotógrafo francés Roger Doloy, que había propuesto incluso una edición conjunta de la revista con sedes en París y Almería.

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Mujer encalando © Pérez Siquier

La revista fuera más allá de la imagen fotográfica. Desde los primeros números se incluyeron textos poéticos de Manuel Alcántara y de Antonio Castro Villacañas, dos poetas estrechamente relacionados con Almería, y también de poetas de la Generación del 98 y la del 27 que habían sido silenciados por la censura franquista: Miguel de Unamuno, Ramón María del Valle-Inclán, Azorín, Federico García Lorca y los hermanos Antonio y Manuel Machado.

La redacción de los artículos relacionados con el cine, uno de los pilares de la revista, estuvo desde un principio, en manos de Guillermo Berjón, miembro del grupo de Almería, que se encargó de buscar colaboraciones de calidad en los medios cinematográficos españoles.

Afal dejó de editarse en 1963, lastrada por el déficit económico derivado de la edición del Anuario. Sobre su muerte, Pérez Siquier apunta: ”Las revoluciones tienen que morir jóvenes, porque si no, decaen”. Además, con la profesionalización de los fotógrafos de Afal, se cumplió uno de los objetivos de la publicación, la inserción de la fotografía en la vida española. Cosa que por otro lado, dificultó que siguieran colaborando con la revista.

image012El ‘Anuario de la Fotografía Española ‘de 1958 fue el proyecto más ambicioso del grupo. Se imprimieron 2500 ejemplares, con reproducciones en huecograbado de más de 100 fotografías de 48 autores. La cuidada y exigente selección se hizo en base al estilo personal de sus autores, no al gusto de los promotores, y en ella se reflejaba la diversidad de enfoques que coexistían en España, a diferencia de la monótona reunión de fotógrafos de una sola tendencia de los anuarios europeos.

El gran mérito de los promotores de Afal fue la introducción de sus fotógrafos en certámenes y la organización de muestras colectivas en el extranjero, entre las que destacan la participación en el Salon Albert I de Charleroi (Bélgica) y en la Bienal de Pescara del año 1958. En diciembre de 1959 llevaron a cabo una exposición colectiva en París junto con el Club Photographique Les 30 x 40 que itineró por Berlín, Moscú y Milán.

Hay que tener en cuenta el contexto histórico en el que estas fotografías viajan al exterior, en el que la dictadura de Franco pretendía dar una visión en de un país que se estaba abriendo y modernizando. Por ello, no se tenía ningún interés en que hubiera fotógrafos que enseñaran la realidad del día a día, como hacían los miembros de este grupo. “Una realidad que no hacía falta buscarla, estaba en sus ciudades o en sus barrios”, apunta Laura Terrer.

Pocos de los fotógrafos de Afal viajaron al extranjero, pero comprendían que para dar rigor a su obra debían conocer la fotografía que se estaba haciendo en Europa y América. De esta manera, establecieron como referencias comunes indiscutibles la obra de Henri Cartier-Bresson, Eugene Smith, William Klein y la Agencia Magnum, así como las revistas ilustradas americanas de reportaje (Life) y moda (Vogue).

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Cristo © Gómez Martínez

Con el cambio de década, admiraron el trabajo de sus colegas italianos de las agrupaciones La Gondola y La Bussola, como Gianni Berengo Gardin y Mario Giacomelli, respectivamente, a quienes presentaron por primera vez en España. Para muchos miembros del grupo fueron de gran influencia las teorías acerca de la fotografía subjetiva de Otto Steinert.

A partir de sus contactos con Steinert, Afal defendió la fotografía abstracta como signo de modernidad y la revista, desde sus inicios, con la voluntad de trazar relaciones con otras artes, emprendió una labor pedagógica para acercar el arte abstracto al público. La mayoría de los fotógrafos, aun los de carácter más reportero como Masats, ensayaron una fotografía “estática”, como llamaron a la fotografía que recreaba la naturaleza muerta o la macrofotografía.

Esta exposición es posible gracias a la donación de Pérez Siquier, compuesta de publicaciones y materiales especiales, entre los que se cuentan documentos de relevancia histórica como la correspondencia que intercambió con los fotógrafos españoles más importantes, desde los años de la revista Afal hasta la edición de los anuarios Everfoto y la exposición del grupo Afal en Almería en 1991.