Hace unos días se celebró una nueva edición de BodaF en Barcelona, un congreso para profesionales de la fotografía social. Una oportunidad para reunirse para aprender y compartir experiencias en un oficio muchas veces solitario. También para buscar caminos nuevos. Y como a Nacho Bueno Gil no le gusta repetirse, este año la crónica es formato de novela gráfica.
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El año pasado ya hice una crónica del evento, tirando a clásica. Para el 2019 el cuerpo me pedía cambiar de registro, contar la experiencia de asistir a BodaF desde el lado de los asistentes. Lo he intentado hacer con humor, ironía y puntito de autocrítica, ingredientes lubricantes donde los haya.
Y todo ello recubierto por una capita de ficción para darle chispa y cuerpo al formato. He contado para los diálogos con la colaboración de Joselito Poch, que fue mi compañero de habitación durante el congreso. Su pasión y actitud hacia el evento han terminado siendo un ingrediente narrativo, plasmado a través de los sueños que tuvo cada una de las tres noches en Barcelona. Sueños que me fueron desvelados por él mismo al punto de la mañana, todavía embutido en su pijama de Goofy.
Aproximadamente la mitad de la fotos usadas en esta publicación son de Eric Parey, fotógrafo de la organización, al que agradezco la cesión de sus imágenes para este propósito. El resto son de Joselito Poch o mías. Y una de Esther Naval.
El día anterior al arranque de las ponencias la organización ultima detalles y tienen lugar los talleres (opcionales) que algunos de los ponentes imparten durante el día.



Hacia la tarde noche llega la mayor parte de asistentes y se producen emotivos reencuentros durante el check-in, se cuentan historias bodiles en las cenas, se dan las enhorabuenas a los premiados por su trabajo el año anterior, etc.



También, para que negarlo, son probables los ajustes de cuentas por asuntillos que quedan pendientes de la temporada pasada.

Aquella primera noche antes del arranque oficial Joselito tuvo problemas para conciliar el sueño. Al día siguiente iba a poner cara a tanta gente que había conocido en las redes…

Por la mañana iniciamos la ruta hacia la sede del congreso, pero no la teníamos muy clara. Estuvimos dando alguna vuelta de campana hasta que gracias a Cartier Bresson encontramos a Esther. Adoptamos formación de grulla y llegamos sin mayores problemas al Auditorio Axa.



Para la inauguración del congreso, en lugar de hacernos levantar y bailar para espabilarnos, como otros años, los presentadores (The Richters) nos pusieron un video-montaje para ejercitar el diafragma sin moverse del asiento.

Las ponencias se fueron sucediendo durante el resto del día. Pablo Laguía y Serafín Castillo. Rocio Vega y Franck Boutonnet. Igor Bulgak, las wedding planners de Junebug, Jim Pollard, Isabelle Hattink.

La organización, para darnos un meneo cerebral, invita a fotógrafos que se encuentran a cierta distancia de nuestra burbuja. Chema Madoz, por ejemplo, situado a unas 800 leguas de viaje submarino, estuvo dando una charla.

De forma simultánea a las ponencias tienen lugar las Key notes, con un formato corto y directo.




A veces entre ponencias las marcas tienen unos minutos para sacar a relucir sus últimos juguetes. Suele ser un tema de conversación en la comida.

Al término de la jornada, durante la cena, no todo son historias de novios maravillosos o poseídos por el demonio, o de tarjetas de memoria en el fondo del retrete. También se respira un necesario espíritu combativo.

Y llega la esperada fiesta, un ambiente en el que en el gremio nos desenvolvemos con cierta soltura.



Esa noche, tras un día lleno de emociones, Joselito comenzó en su sueño a encontrarse consigo mismo.

Segundo día de ponencias. Nos seguían llegando estimulantes y motivadores mensajes. Sara Byrne y Phil Chester, Yves Schepers, Ken Pack, Daniel Rueda y Anna Devís, Flanigan, Chris Parkinson, Iván Perez.




También vino un fotógrafo proveniente de otra galaxia, aunque con un lenguaje más cercano al nuestro: Samuel Aranda.

Y otra vez la fiesta…que no pare!


En realidad todo el mundo sabe que lo mejor de estos encuentros no son las fiestas ni las ponencias, sino las conversaciones con compañeros de trabajo, el networking. Es cuando más se aprende.

La mañana siguiente Joselito me contó su último y más bonito sueño, su novia ideal se le apareció. Esa noche durmió muy inquieto. Además me dijo que cree que se levantó a mitad de noche y le pareció verme a mí en el lavabo. Es algo que no puedo confirmar ni desmentir. Sinceramente, no guardo registro en mi conciencia.



El tercer día hay cambio de registro. Ya no es BodaF, estamos en Family Time. Me alegro de haberme quedado unas horas porque vimos la que tanto para Joselito como para mí fue la mejor ponencia. La de Niki Boon.

¡Había photocall, claro que sí! Y tuvimos la oportunidad de hacernos una foto con la recién llegada tropa de fotógrafas mañicas de familia y bebés.

En general yo diría que hubo charlas de variados colores y sabores.

Y llegaron los premios…

…Y las despedidas.


La web de la nueva asociación de fotógrafos y videógrafos de boda: https://www.afbe.es/


Destacar la participación de mis compañeros de piso y otros amiguetes del gremio, que conocedores de lo que nos llevávamos entre manos han colaborado y destacado en el reparto, desempeñando algunos de los papeles estelares: Chusico Espeleta, Cesareo Larrosa, Pedro Etura, Joselito Poch. Beatriz Pitarch, Iván Pérez, Patricia Bara, Esther Naval. ¡Gracias!