‘Face Control’, comisariada por Urs Stahel en Foto Colectania, muestra las distintas caras de la relación entre el control y el rostro, con imágenes de Diane Arbus, Thomas Ruff , Richard Hamilton o Shu Lea Cheang.
‘Face Control’, producida por Foto Colectania y comisariada por Urs Stahel, que se puede ver desde el pasado mes de diciembre y hasta el próximo 20 de marzo, plantea una reflexión crítica y provocativa sobre las consecuencias sociales, políticas y culturales derivadas del control que se ejerce y que ejercemos nosotros mismos sobre nuestros rostros
La muestra reúne distintas aproximaciones al tema, desde la obra de reconocidos autores como Diane Arbus, Thomas Ruff o Richard Hamilton, a las nuevas prácticas creativas y tecnológicas, como son las de Trevor Paglen, The Late Estate Broomberg & Chanarin o Shu Lea Cheang, pasando por las de artistas emergentes, y propuestas extraídas directamente de internet y las redes sociales

Face Control es una exposición colectiva que habla acerca del control del rostro desde dos puntos de partida: el que hacemos desde adentro hacia afuera, incidiendo en cómo queremos que se nos vea; y el que ejercen desde afuera sobre nosotros, grupos con intereses económicos y políticos, con el fin de reconocer, conservar y recopilar datos para satisfacer sus objetivos.
Con diversos materiales gráficos y la participación de más de 20 artistas de diferentes épocas, la muestra incluye fotografías, instalaciones multimedia, vídeos y libros, llevando al espectador a cuestionarse: por un lado, cuál es el límite entre lo privado y lo público; y por otro, dónde se establecen las fronteras entre la historia, la ciencia, la política y la ideología, en una sociedad sometida a la dictadura de los prejuicios y el algoritmo.
Tal como formula Urs Stahel: “Si el interior y el exterior se vuelven inseparables, si el singular y el plural, lo privado, lo público y lo político se fusionan, pueden surgir zonas de peligro, de amenaza. La incesante exposición, la fama, la atención constante, el afianzamiento son agotadores. El mundo se convierte en un campo de batalla. Es la era de la prevención, del disimulo, de la ocultación, también de la transformación. La era de la retirada por necesidad. El rostro, el rostro único e inconfundible, está en peligro”.

Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania, afirma que “Face Control refuerza la apuesta de Foto Colectania por las exposiciones que nos acercan y entran en fricción con temáticas de indudable interés social, siempre a través del medio fotográfico y visual. En esta ocasión celebramos haber contado con Urs Stahel, uno de los comisarios de referencia en el panorama internacional de la fotografía”.
La exposición se ha organizado gracias a la colaboración principal de la Fundación Banco Sabadell.
Face Control
La muestra está compuesta por unas sesenta fotografías, una decena de vídeos, tres instalaciones, diversos materiales gráficos y libros.
Las fotografías y vídeos que forman parte de la selección pertenecen a: Diane Arbus, James Bantone, The Late Estate Broomberg & Chanarin, Daniele Buetti, Shu Lea Cheang, Paolo Cirio, Eli Cortiñas, J.H. Engström, Adam Ferriss, Tina Hage, Richard Hamilton, Alma Haser, Lynn Hershman Leeson, Roni Horn, Tommy Kha, Fabiola Larios, Eva O’Leary, Maria Mavropoulou, Simone C. Niquille, Trevor Paglen, Willem Popelier, Thomas Ruff y John Yuyi.
Por su parte, entre el material gráfico y bibliográfico presentes en la exposición, se incluyen libros de Giambattista della Porta, Johann Caspar Lavater, Duchenne de Boulogne, Alphonse Bertillon, Francis Galton y Léopold Szondi; así como las tarjetas “Shirley” de Kodak (tarjetas creadas por Kodak para captar bien los tonos claros de piel en los retratos fotográficos); mugshots o fichas policiales; y The Average Faces of Fashion (Vogue), una serie de imágenes obtenidas mediante un software que promedia los rostros publicados en la portada de Vogue de diferentes países, durante los últimos 25 años.

Urs Stahel sobre ‘Face Control’
«La historia del rostro empieza con las máscaras de la Edad de Piedra y acaba, por ahora, con los retratos generados por los algoritmos y los medios de comunicación de masas digitales. La vida del rostro, en cambio, empieza cuando nos encontramos con los demás, cara a cara. A solas no nos mostramos; a solas no nos ven. Al fin y al cabo, el conflicto con el rostro se manifiesta, como siempre lo ha hecho, en el contraste entre el interior y el exterior, entre la imagen que tenemos de nosotros mismos y la imagen que tienen de nosotros los demás y, más recientemente, entre el rostro real y el digital, entre el reconocimiento, la conservación y la recopilación del rostro con ayuda de software de reconocimiento facial por encargo de grupos en línea o de estados autoritarios. El rostro es la eterna costura entre el “tú” y el “yo”, entre interior y exterior, privado y público».
«La obsesión por el rostro se intensifica con los iconos medievales, las imágenes de santos y los retratistas del Renacimiento. Por primera vez se plantean cuestiones sobre el individualismo y la identidad, sobre igualdad y diversidad, sobre autenticidad e intercambiabilidad. Cuando el párroco suizo Johann Caspar Lavater publicó una separata de su ponencia sobre la fisiognomía ante la Sociedad de Naturalistas en 1772, no podía imaginar la avalancha que desencadenaría con su obra maestra ‘Physiognomische Fragmente, zur Beförderung der Menschenkenntniß und Menschenliebe’ (Fragmentos fisiognómicos para fomentar el conocimiento humano y la filantropía). En sus cuatro volúmenes daba instrucciones detalladas para reconocer distintos caracteres en función de los rasgos faciales y las formas corporales. Según él, incluso la silueta desvela información decisiva sobre el interior».
«Hubo detractores de esta teoría, por ejemplo, poetas y filósofos alemanes como Herder, Schiller y Lichtenberg, pero los seguidores fueron más, entre ellos, algunos peligrosos. Poco podía imaginarse Lavater que médicos como el alemán Franz Joseph Gall, biólogos como Charles Darwin, el criminalista Alphonse Bertillon, el fisiólogo Guillaume Duchenne, el naturalista y escritor inglés Francis Galton (y muchos otros) mostrarían un vivo interés por este tipo de conocimiento de las personas. La tipificación de delincuentes de Cesare Lombroso en función de las características corporales externas sirvió más tarde a los nazis como modelo para sus teorías de biología de las razas».

«Por fisiognomía se entienden los intentos de sacar conclusiones sobre las propiedades espirituales de una persona –en especial los rasgos de su carácter y su temperamento– a partir del aspecto fisiológico de su cuerpo y, en especial, de su rostro. Era un saber que se había transmitido en secreto desde la Antigüedad, pero durante la Ilustración se popularizó. Giambattista della Porta estaba totalmente convencido de que el mundo es una red de analogías ocultas: las similitudes entre formas del reino vegetal, del reino animal y del cuerpo humano apuntan a ciertas propiedades emparentadas. Una persona cuyo rostro se asemeja a un borrego tendría, en consecuencia, el carácter también de un borrego. A finales del siglo XIX, se utilizó como base pseudocientífica para el racismo y la eugenesia. Y hoy se está reactivando intensamente con la utilización de la inteligencia artificial».
«Si bien la vida es, en última instancia, irrepresentable y sorprendentemente resistente a muchas normas y clichés, vuelve a resurgir una y otra vez en la imagen, en especial del rostro. En los últimos años, en una proporción y con una intensidad y contundencia como nunca antes en la historia de la humanidad. La exposición ‘Face Control’ pretende plantearse esta situación siguiendo dos líneas: en primer lugar, la línea del creciente control del rostro desde el exterior, los constantes intentos de hacerse con el control político o económico de cada individuo y del máximo número posible de personas mediante la medición y comparación, mediante la catalogación de rostros».
«Con las nuevas herramientas digitales y con ayuda de la inteligencia artificial, se cifran en miles de millones los seguimientos y las búsquedas, así como las evaluaciones de personas, por ejemplo, durante entrevistas de trabajo por medios electrónicos».

«La segunda línea es el control del rostro desde el interior. Movidos por nuestra presencia en las redes sociales, queremos conseguir un control lo más absoluto posible de nuestro aspecto en el retrato fotográfico o videográfico. Estamos dispuestos prácticamente a cualquier cosa con tal de idealizar nuestro rostro radicalmente para optimizarlo en vistas a su aparición en internet».
«Las técnicas de filtros digitales, Photoshop y la cirugía plástica van últimamente de la mano. Incluso aunque al final quizás acabemos pareciéndonos a todos los demás, incluso aunque con nuestra intervención crucemos los límites del abismo y, al final, acabemos por no saber qué persona existe realmente y cuál ha sido creada mediante inteligencia artificial».
«Si el interior y el exterior se vuelven inseparables, si el singular y el plural, lo privado, lo público y lo político se fusionan, pueden surgir zonas de peligro, de amenaza. La incesante exposición, la fama, la atención constante, el afianzamiento son agotadores. El mundo se convierte en un campo de batalla. Es la era de la prevención, del disimulo, de la ocultación, también de la transformación. La era de la retirada por necesidad».
«El rostro, el rostro único e inconfundible, está en peligro. Los manifestantes encapuchados de Tina Hage, los rostros de payaso difuminados hasta ser irreconocibles de Roni Horn, las personas que se esconden tras máscaras de James Bantone y los retratos de Alma Haser, que parecen llevar cristalizado el interior en la propia frente, reflejan distintos estados de permisividad y protección. Filtros que hacen invisible la imagen real y la digital para los programas de reconocimiento y las fuerzas que los utilizan».

Urs Stahel
Urs Stahel (1953, Zúrich) es escritor independiente, comisario, conferenciante y consultor.
Junto con el editor Walter Keller y el coleccionista y mecenas George Reinhart funda en 1993 el FotoMuseum Winterthur (Suiza): uno de los lugares más significativos para la fotografía internacional, en el que Stahel ejerció con éxito los roles de director y comisario durante veinte años (entre 1993 y 2013).
Actualmente, es comisario de MAST –Manifattura di Arti, Sperimentazione e Tecnologia (Bolonia), consultor de la colección MAST de fotografía industrial, asesor de Foto Colectania (Barcelona), y de la Colección de Arte Vontobel (Zúrich). Vive y trabaja en Zúrich.
Esta información ha sido elaborada con el extenso dosier de prensa facilitado por Foto Colectania.