Ha vuelto Paris Photo, la mayor feria de fotografía de Europa. Y lo hace como si el Covid no hubiese existido, llenando de actos e imágenes la capital francesa. Carmen Dalmau ha ido para contarnos cómo ha sido esta edición con sensación de dejá vu.

Paris Photo 2021 es un buen motivo para hacer el flâneur por la capital francesa, estos días dorados de otoño, en este año que celebra el doscientos aniversario de Baudelaire.

Un París reinventándose siempre, ahora con la exposición inaugural de la Pinault Collection en la Bourse de Commerce. Un magnate del lujo compitiendo con la Fundación Luis Vuitton en el Bois de Boulogne cuyo contenedor de Frank Gehry es un monstruo varado frente a la silenciosa regeneración del edificio de la Bolsa llevada cabo por Tadao Ando.

Esta edición de Paris Photo se ha celebrado en el Grand Palais Éphémère, ubicado en el Champ de Mars, espacio para las exposiciones internacionales desde 1855, como la de 1889 en el centenario de la Revolución francesa con la construcción de la Torre Eiffel o la emblemática de 1937 con el pabellón de la República española que alojó el Guernica de Picasso. El edificio es un balcón hacia el corazón icónico de París.

Tras dos años sin celebrarse, considerada la feria más importante del mercado de la fotografía, y tras la grave pandemia del COVID-19, las imágenes y el mercado parecen seguir inmutables.  

Al salón han acudido galerías de arte de 25 países, destacando la presencia de las norteamericanas. Las galerías españolas apenas representan un 6 %, pero hay que reconocer el mérito de estar presentes haciendo visible la presencia de las fotógrafas y fotógrafos españoles. 

No existen los problemas

Pasear por la feria es un dejá vu. Apenas se percibe un reflejo de la pandemia y el confinamiento mundial, ni referencias a problemas tan urgentes como el calentamiento global.

Solo se aprecia el rastro en el trabajo ‘Virus’, de Antoine D’Agata (Francia, 1961), presentado en la galería Les Filles du Calvaire, documentando con una cámara térmica una realidad distópica en amarillos anaranjados y fuertes negros. El autor ha declarado: “No es la forma en la que un fotógrafo mira el mundo lo importante. Es su relación intima con él.”

© Carmen Dalmau

Este espacio industrial en el Marais también muestra en Paris Photo ‘Post Atlántica‘, de Noemi Goudal (Francia, 1984), haciendo referencia a la escala del tiempo geológico del paisaje.

El fotógrafo Douglas Mandry (Suiza, 1989) expone en la galería Bildhalle de Zurich la serie ‘Después de las cenizas‘, en la que exhibe una elaborada propuesta sobre los incendios que asolaron a principios de año el sur de Europa, pero que pierde fuerza al apostar por la estética y la regeneración poética de los bosques quemados frente a la denuncia.

Edward Burtynsky (Canadá, 1955) actúa de forma más contundente, al tiempo que más abstracta. Sus imágenes muestran el aterrador efecto que, como especie, estamos provocando en el planeta en el Antropoceno.

Noviembre fotográfico

Paris Photo es la punta del iceberg mediático de una potente red cultural. París sigue siendo en noviembre un carrusel para los amantes de la fotografía. PhotoSaintGermain es el festival nacido en la rive gauche con exposiciones que colonizan galerías e instituciones como la Académie des Beaux-Arts y que se entrecruza con Photo Days, festival nacido en 2020 con la intención de resucitar el antiguo Mois de la Photographie proponiendo un recorrido que une a más de 80 espacios dedicados a la fotografía, desde estudios de artistas hasta apartamentos de coleccionistas, o un barco en el Sena aloja el cosmos de Polycopies con los editores independientes de Fotolibros y fanzines.

Esta edición del evento no ha coincidido con Fotofever, que pretende independizarse de su hermana mayor y está prevista en febrero de 2022 para seguir descubriendo nuevos talentos a los nuevos coleccionistas.

Además, en el Musée du Luxembourg recala la exposición de Vivian Maier, en la Fondatión HCB la delicada y medida exposición de Jhon Coplans o en el MEP las de Samuel Fosso y Barbara Wagner & Benjamin de Burca, por citar algunas de las más relevantes.

Una vez más, Paris Photo 2021 ha sido la apoteosis del mercado de la fotografía. El balance de las ventas es extraordinario y los precios elevados. La cotización de las obras de Manuel Álvarez Bravo alcanza los 65.000 €,  Kati Horna llega a 10.000€, o los 42.000 €  para las piezas del fotografo español José Guerrero, representado por la Galería Alarcón Criado y tocado por la barita mágica de J.P.Morgan.

‘Elles’, fotógrafas en Paris Photo

A la entrada al Grand Palais Éphémère, en la galería Ceysson Bénétière, nos recibe la vieja dama Orlan y su desnudo descendiendo la escalera y, en la galería Stevenson, Zanele Muholi, la artista sudafricana activista LGTBIQ+.

© Orlan

Ambas han sido seleccionadas en el recorrido trazado por la plataforma Elles X Paris Photoiniciativa impulsada desde el Ministerio de Cultura galo para tratar de conseguir una feria igualitaria. En 2018 el porcentaje de mujeres fotógrafas representadas era el 20 % y en la actual edición alcanzan el 32 %. Acciones de esta naturaleza van consiguiendo el objetivo de aumentar la representación y visibilidad de las mujeres en ferias tan entregadas a los dictados del mercado como esta.

La curadora Nathalie Herschdorfer ha escogido a treinta fotógrafas presentes en la feria y que atraviesan la historia de la fotografía desde 1851. Desde la pionera Anna Atkins y sus cianotipias hasta Mame Diara Niang, lionesa de origen senegalés cuyos paisajes exploran “la plasticidad del territorio”, aunque aquí presenta rostros desenfocados que contrastan exquisitamente con los de Zanele Muholi. 

En ‘Elles’destacan tres grandes artistas españolas que se han ganado a pulso su presencia internacional: Almudena Romero, Pilar Albarracín y Gloria Oyarzabal, cuyos trabajos comprometidos se posicionan sobre el medio ambiente, los cuerpos, la identidad y el género, y representan dignamente la vitalidad de la fotografía en nuestro país.

© Gloria Oyarzabal

Pilar Albarracín trabaja especialmente sobre la identidad de la mujer andaluza y ha logrado ser una de las artistas con mayor proyección internacional. Su autorretrato acodada serenamente, fumando, acuchillada la espalda, es memorable.

Almudena Romero fue ganadora de la Residencia BMW 2020 y sus procesos con pigmentos naturales pudieron verse en el claustro de Saint Trophime en los Rencontres d Arles 2021, otro más de los grandes eventos franceses relacionados con la fotografía.

Gloria Oyarzabal, premio Aperture París Photo Photobook 2020, muestra su su proyecto ‘Woman Go No´Gree’ en la Galería Rocío Santacruz.

Las treinta fotógrafas están muy bien seleccionadas con el objetivo de demostrar que la historia de la fotografía no se puede construir ignorando a las mujeres fotógrafas. La comisaria ha procurado elegir, también, todas las corrientes de creación, desde la fotografía más clásica hasta la más conceptual y de investigación visual e intentando abrirse a otras geografías.

Comprar fotografía

En Paris Photo podemos hallar piezas vintage de Herbert List en la galería Karsten Greve que presenta la exposición monográfica ‘Mediterráneo’ con fotos del artista alemán de origen judío refugiado en Londres. En la galería Thomas Zander cuelgan tres joyas de gelatina de plata como son ‘Picnic’ de Lee Miller de 1937, ‘A family one evening in a nude’, de Diane Arbus, de 1965, y el descanso de una pareja reclinada en un abrazo en un banco de la ciudad de México de Cartier-Bresson de 1934.

También podemos apreciar las copias actuales como la impresión en tela de Gloria Oyarzabal, retrato de la mujer africana con el rostro cubierto por una máscara inverosímil interpelándonos sobre la mirada dominante eurocéntrica, o las fotografías de Kati Grannan, cuyo retrato de un cuerpo negro trazando un arco con leotardos rosas y larga melena blanca es la portada de la publicación de Elles x Paris Photo.

En la feria hay también imágenes de cuerpos negros de fotógrafos y fotógrafas que van desde los travestismos culturales de Omar Victor DiopPaul Mpagi Sepuya y su representación de la identidad queer.  Pero reina sobre todos una fotografía de Luc Delahaye, un heroico retrato de un trabajador del campo.

© Luc Delahaye

En el sector principal, más oficial, algunas galerías se permiten apostar por exposiciones individuales o los diálogos duales. Tomasz Machcinski, “el hombre de las mil caras” es la apuesta de la Galería Christian Berst art brut, en la que el fotógrafo y actor polaco hace su ejercicio de transformismo, anterior a Cindy Sherman. La Gagosian de Paris ha escogido a Cy Twombly, uno de los grandes, entre los grandes museísticamente hablando.

Otras galerías compiten con mezclas que incluyen a Richard Avedon, Helmut Newton, Edward Steichen o los Beatles de Harry Benson.

Emergentes y curiosas

Otro recorrido se cruza con Elles trazado según las leyes de la rentabilidad e inversión de la J.P. Morgan, la banca privada partenaire oficial de la feria, que se ocupa de establecer los valores del arte contemporáneo a través de sus adquisiciones y preferencias.

© Ira Lombardia

Se hacen algunas concesiones a un mercado algo mas lúdico y relajado como la Carte Blanche – Étudiants que permite mostrar su trabajo a cuatro estudiantes de escuelas de fotografía europeas.

La sección Curiosa esta dedicada a artistas emergentes y ha sido comisariada por Shoair Mavlian directora de la plataforma photoworks y vinculada con la Tate Modern. Han sido seleccionados veinte artistas clasificados según cuatro tendencias dentro de lo fotográfico: el nuevo documentalismo, la fotografía experimental, la conceptual y la práctica directa. Algunos de ellos son inusualmente jóvenes.

Entre los artistas experimentales destacan la divertida y llena de vida Karolina Wojtas. Dentro de la fotografía conceptual, el elegante trabajo de la española Ira Lombardia con unas manos azules que se posan pesadamente sobre imágenes de la teoría visual del arte. Y ya dentro de la práctica directa Prince Gyasi, el artista de Ghana con imágenes limpias y directas, de formas claras, que emplean el color como terapia.

Manda lo seguro

Escaso riesgo, mucho manierismo, imágenes ya vistas en otras ediciones o consagradas en la Bienal de Venecia, señalado directamente en la cartela por si cupiera alguna  duda, como los maniquíes de Martine Gutiérrez. Pocas concesiones y distracciones al papel y soporte tradicionales.

Solo algunos consagrados se permiten cierto diletantismo en la presentación de sus proyectos como Alfredo Jarr, que proyecta diapositivas sobre una vieja máquina de escribir con ‘The Power of words’, pieza de 1984.

Pocas cajas de luz o instalaciones. Las diez televisiones vintage apiladas de ‘The Anonymus Proyect’ vienen avaladas por la colección de Lee Shulman, creada para preservar la memoria en color de los viejos álbumes familiares, obsoletos frente a la fotografía digital y el almacenamiento en el teléfono móvil. Imagino que los coleccionistas vips se sentirán muy satisfechos al reconocer sus anteriores inversiones tan bien posicionadas.

© Carmen Dalmau

La portada en esta edición de Paris Photo es la fotografía de 1938 de Bárbara Morgan en la que Martha Graham danza en un movimiento circular y envolvente. Dinamismo y tradición como lema de los dos pilares de Paris Photo. Frente a los giros de Martha Graham y la libertad del cuerpo, las mujeres estáticas inspiradas en la pintura alemana de la edad dorada de Justine Tjallinks parecen ganar la partida.

Se suma a las mujeres de Tjallinks, como estética dominante, la monumental fotografía de Luc Delahaye, antiguo fotógrafo de guerra que fotografía el mundo como un gran escenario operístico. Un fotógrafo documental que parece construir cuidadosamente la realidad.

Esta edición de Paris Photo es el reflejo de una realidad paralela, donde apenas hay rastro de la tragedia planetaria que supone la pandemia del COVID-19.