La XX edición de PHE ha apostado por el humor en su XX edición concediéndole una Carta Blanca a Cristina de Middel. El buen humor siempre juega con los límites, las diferentes interpretaciones y los sobreentendidos. Carmen Dalmau nos hace una crónica del partido jugado en el Centro Fernando Fernán Gómez por seis artistas diferentes en la exposición ‘Gran final mundial’.
Comenzó el juego con los marcadores, felizmente, a favor.
Takuma Nakahira, en ‘La ilusión documental’, afirmaba, allá por los años setenta, que la nueva realidad generada por la imagen fotográfica es más real que la realidad, y según se despliegan las estrategias del juego, la fotografía parece seguir ganando holgadamente la partida de la configuración del imaginario.
De hecho, si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que todas las imágenes documentales que nos llegan a través de los medios de comunicación están manipuladas, y por ello tendríamos que considerarlas ilusorias. El problema se plantea cuando la ilusión que generan acaba construyendo una nueva realidad.
Este año del Mundial de Fútbol, PHE celebra su XX aniversario y otorga carta blanca a Cristina de Middel, que ha comenzado la partida siendo mano y repartiendo las cartas.

Jason Fulford juega con un aro en la rueda de prensa © Roberto Villalón
‘Players’ se juega en tres estadios, en Fundación Telefónica, Players. Los fotógrafos de magnum entran al juego, colectiva comisariada por Cristina de Middel junto a Martin Parr, en la que Magnum despliega en el terreno de juego a sus mejores jugadores, pero con resultado desigual. En CentroCentro, la curadora Hester Keijse une a las selecciones de Suiza y Holanda, citando el relato de ‘Alicia en el país de las Maravillas’: ‘Empieza por el principio…y sigue hasta llegar al final: allí te paras’, un mundo invertido, que logra generar cierto desasosiego, y en el Teatro Fernán Gómez hallamos tres exposiciones: ‘Gran final mundial’0, comisariada por Cristina de Middel, ‘Samuel Fosso, Una Odisea africana’, al cuidado de Azu Nwagbogu y ‘El mayor espectáculo del mundo’, melancólica mirada de Kalev Erckson sobre el circo.
Cuando los jugadores desplieguen sus estrategias en el tablero, veremos quien se alza con los trofeos y sube finalmente al podio.
Avanzada ya la partida, con todas las alineaciones en el campo de juego, parecen dominar dos exposiciones individuales: ‘En el tiempo’, de Carlos Cánovas, en la sala de Fundación ICO y ‘Estudio elemental del Levante’, de Ricardo Cases en la Sala Canal de Isabel II, junto a las dos colectivas en el Fernán Gómez Gran final mundial y en CentroCentro ‘Empieza por el principio… Y sigue hasta llegar al final: allí te paras’.
A medida que maduramos, la seriedad parece imponerse sobre lo lúdico, para alejarnos de la niña que fuimos, y del pensamiento mágico que inventaba reglas alógicas, permitiéndonos pasatiempos eternos, cuando el tiempo aún lo medíamos por eternidades. ‘Players’ intenta recuperar lo que queda de niño en el fotógrafo, pero también en el espectador.
En ‘Players’, Cristina de Middel se interroga: ¿en qué momento la fotografía dejó de ser un pasatiempo y pasa a ser una realidad? intentando rescatar lo que queda de juego en la profesión del fotógrafo.

El trabajo de Miguél Calderón © Roberto Villalón
En ‘Gran final mundial’, seis artistas de cinco continentes compiten, con sentido del humor, para subirse al podio. Seis artistas que conservan las interpretaciones surrealistas de las reglas del mundo, la reducción al absurdo de las reglas normalizadas por seres que han devenido en adultos.
El diseño expositivo es fantástico, y da luz a una sala oscura. Cada jugador o jugadora tiene delante el podio de tres alturas, pero no un orden escalonado y legible, en el que figura su nombre.
Ana Hell (España, 1984), representa al viejo continente con los retratos de extraños seres cabezudos que viajan por el mundo y a quienes sorprendemos en su intimidad. Las vemos cuando se lavan los dientes, o bajan las bolsas de basura a la calle.
Hell nos da la espalda, en un ejercicio de travestismo realmente sorprendente. Una Cindy Sherman contorsionista. Con su surrealismo documentalista transforma la realidad en un lugar poblado de duendes o pequeños gnomos. Extraña gente estos secretos amigos.
Jason Fulford (California, 1973), aparece subido en una ola de azul intenso, que se enfrenta al Acapulco de Miguel Calderón (México, 1971). La concatenación de sus imágenes tiene un toque enajenado. Las setas punteando un bosque marino con caracolas y mandíbulas de tiburón. Imágenes limpias y también extrañas.

© Jason Fulford
Tanto a las fotografías de Ana Hell como las de Jason Fulford se describen muchas veces como banales, quizá porque se las considere poco grandilocuentes, pequeñas, que se ocupan de gestos u objetos insignificantes, pero eso es precisamente lo que las hace grandes y forjadoras de mundos mágicos.
Miguel Calderón (México, 1971) es el seleccionado para representar a Latinoamérica. Graduado en el San Francisco Art Institute de California, artista pluridisciplinar, este enfant terrible representa la generación de jóvenes creadores mexicanos de la década de los noventa. Su trabajo es un friso disparatado en el que aparece gente tomando el sol con un libro sobre la cara, la diosa Cibeles, o aletas de tiburón. Un poco, esa reducción al absurdo, de la realidad, ejercida por Martín Parr.

El trabajo de Hicham Benohoud © Carmen Dalmau
Hicham Benohoud (Marruecos, 1961), representa al continente africano, aunque resida a tiempo parcial en París, se puede alzar como ganador de todas las medallas con ‘La salle de classe’. Retratos humildes, en blanco y negro, de pequeño formato, resultado de un ejercicio de clase. Un profesor de dibujo que para entusiasmar a sus aburridos alumnos, hace que estos posen para el con los pobres recursos disponibles en el aula. De los disfraces y las poses resultan seres tan inocentes y hermosos, que logran convertirse en un documento del poder de maestros sensibles y que amen a sus alumnos.

© Robert Zhao Renhui
Robert Zhao (Singapur, 1983) , fotógrafo naturalista asiático. Sus fichas taxonómicas de la flora y la fauna son las de un científico con pensamiento mágico, que recoge sus propias muestras para formar un gran atlas general de conocimiento de la realidad sometida a sus propias reglas de comportamiento. Empresa densamente inacabable, inabordable, pero asumido con el rigor de un pensamiento minucioso y racionalista. Un coleccionista ilustrado. Un gabinete de maravillas del siglo XVII aséptico. Un intrépido naturalista que viaja por el zoo, y observa a las moscas, como animales dignos de estudio que le enseñan las técnicas del camuflaje.

Detalle del trabajo de Pruz Stent & Honey Long ©Roberto Villalón
Pruz Stent & Honey Long (Australia, 1993) son los representantes del continente en las antípodas. Sus imágenes de color rosa chicle nos recuerdan que el cuerpo femenino está sometido a cánones de belleza en los cuales es difícil encajar. Con telas rosas, esculpen el cuerpo femenino como si Fidias volviera con su técnica de paños mojados, con globos rosas genera animales fantásticos o cuerpos arrugados, con plásticos rosas rostros de cuentos de hadas o de terror. Objetualizan sus cuerpos para ser bosque, para ser mar, para ser monstruos o para ser un pastel inquietante.
La gran final está muy reñida. Todos sus participantes nos desvelan puntos de vista alternativos a la realidad, todos tienen mucho sentido del humor, y aun son capaces de ejercer una fotografía lúdica de forma muy inteligente, como si verdaderamente de un juego se tratara. El sentido del humor es patrimonio de las personas inteligentes.