Reabre la exposición colectiva ‘Horizonte_Cercano 20_20’ comisariada por Eduardo D´Acosta, que se puede volver a visitar en Fundación Valentín de Madariaga, Sevilla. La muestra pretende mostrar todos los caminos posibles de esta formación específica impartida en las Escuelas de Arte andaluzas durante los últimos 25 años, “una verdadera cantera a reivindicar”.
‘Horizonte_Cercano 20_20’ vuelve a estar a disposición del público hasta el 31 de julio en la Fundación Valentín de Madariaga de Sevilla. Desde las aulas de las Escuelas de Arte de Andalucía se moldea una manera de mirar y crear fotografía que marca tendencia en la fotografía contemporánea. En ocasiones invisibilizado, el trabajo de profesores y alumnos de la pública está presente en galerías, ferias, publicaciones y talleres de autor.

Esta muestra, convocada y comisariada por Eduardo D´Acosta, fotógrafo, gestor cultural y profesor de Fotografía de la Escuela de Arte de Sevilla, pretende reivindicar “el trabajo periférico y de lo público frente a la tendencia centralista y privada a la que se viene dando prioridad en el panorama artístico de nuestro país”.
“Son 36 fotógrafos y 2 colectivos, más de 50 artistas en total, –explica Eduardo– que intentan mostrar lo que ha significado la imagen, su importancia y su crecimiento exponencial de las últimas décadas”.
El currículo correspondiente al título de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en Fotografía, perteneciente a la familia profesional de Comunicación Gráfica y Audiovisual, se imparte durante dos cursos completos de seis horas diarias donde se abordan todos los aspectos concernientes a lo fotográfico. “En las escuelas de hoy en Andalucía se enseña técnica, historia, teoría, todo lo relacionado con la imagen analógica y digital pero lo más importante es que enseñamos a pensar y a sentir la fotografía. No creo que haya ningún título oficial más completo y más específico en territorio español”, comenta D´Acosta.

No se trata de una muestra de trabajos de alumnos que pueda ser vista con condescendencia por los “expertos” sino de una apuesta madura y construida narrativamente donde podemos explorar los lenguajes del arte contemporáneo, trabajos consolidados de creadores que hace años pasaron por nuestras aulas y ahora tienen criterio y lenguaje propios, mezclados con jóvenes promesas y curtidos profesores, artistas y comisarios.
Este caldo de cultivo del espíritu creativo que se vive en las Escuelas da lugar a propuestas innovadoras y tendencias que han ido aportando a los modos de contar de la fotografía actual sin reivindicar su origen. “Pareciera –indica D´Acosta– que han sido las escuelas y academias privadas las que han propiciado este resurgir de la fotografía y se ha olvidado por completo a los estudios públicos. Su labor ha sido magnífica, esforzada, necesaria… Pero la de las enseñanzas públicas, también.”
Proyectos individuales y colectivos
En esta exposición se pueden ver trabajos colectivos “que usan la fotografía para crear conciencia activista a favor de causas como el feminismo o la visibilidad de los problemas sociales” como Foto Acción Almería, una investigación visual de carácter antropológico sobre el proceso de gentrificación que yo misma coordiné en la Escuela de Arte de Almería de 2015 a 2019 contando con la colaboración de los profesores Eduardo Maldonado, José Manuel Beltrán, Luis Miguel Aguilera y Paz Cobo. O Fotomercado Sevilla, colectivo formado por unos 25 alumnos y las profesoras Ana Cantalapiedra y Rocío González, que documentan los puestos clásicos del mercado de abastos como representación de la auténtica vida de barrio.
También la obra conjunta de Noelia García Bandera & José María Escalona ‘Spoiler’ que, desde la Escuela de Arte San Telmo de Málaga, crean una narración de suspense a través del paisaje como naturaleza peligrosa y la infancia “a través de los rostros, máscaras y juguetes casi tribales que apelan al miedo y la crispación.”

Sin jerarquías ni etiquetas, se pretende poner en valor “no sólo aquellos nombres que se han labrado una carrera en los circuitos de arte, viven de ello y tienen una trayectoria significativa, también aquellos que han avanzado por otras vías”, explica el comisario.
Técnica y territorio
Las seis salas de la Fundación Valentín de Madariaga se han dispuesto de manera lógica y estructurada priorizando géneros y técnicas. En la primera, que recoge el trabajo de Israel Caballero, Luis Ollero, Diego Martín y Ricardo Espiau, se aborda la materialidad del soporte, con narrativas construidas en instantáneas de gran formato, gigantes estenopeicas, recuerdos en Polaroid o película 120.
La reflexión de Israel Caballero, que estudió en la Escuela de Arte San Telmo de Málaga en y actualmente imparte Técnica Fotográfica en la Escuela de Arte de Sevilla, acerca del uso y disfrute de los parques infantiles en ‘Cuenta hasta 11’ habla de nosotros, los que hemos crecido y los que cuidamos, a través del paisaje. En “Retratos de un viajero” se pone en la piel de unos feriantes que conoce de cerca. La peculiaridad de estos proyectos es la realización con cámara estenopeica en color.

El trabajo ‘Soliloquios’ de Diego Martín, vinculado a la Escuela de Arte de Algeciras de la que ha sido director desde 2015 a 2019, muestra a modo de mosaico retazos de Polaroid como recuerdos que coleccionar. Centrado en la belleza de los suburbios finlandeses, “el trabajo fotográfico que comenzó siendo ‘Building skyscrapers”’, emparejaba imágenes de paisajes abiertos, periféricos, abandonados, vacíos, en desuso y en ocasiones indeterminados, para reflexionar sobre el paso del tiempo en relación al espacio geográfico”.

Como si de un juego se tratase, Luis Ollero construye negativos del puerto de Sevilla con estenopeica de formato 100×70 cm. La de mayor tamaño se ha construido usando una habitación como cámara de fotos. Al ser un negativo, se trata de una obra única, sin ninguna otra manipulación que el revelado tradicional en blanco y negro. Ricardo Espiau, también alumno actual de la Escuela de Arte de Sevilla, utiliza una Mamiya de 6×7 para buscar la esencia del retrato a través de la luz.
Del paisaje nos hablan también Mar Sánchez e Irene G. Castillo, de la Escuela de Arte de Almería y Dori Fernández y Piedad Bejarano, de la Escuela de Arte de Sevilla. Si bien las tres primeras hacen una aproximación a una proyección emocional hacia el paisaje, la reivindicación está patente tanto en el trabajo de Mar sobre nuestra relación con la naturaleza como en el de Piedad en ‘Bye bye 92’ que hace una revisión documental sobre el abandono de la Expo 92 de Sevilla. Contrasta la mirada clásica del experimentado Jorge J. Brobeil, profesor de la Escuela de Arte de Granada, con un trabajo impecable realizado en blanco y negro que nos acerca a sentir el paisaje natural a través de sus texturas.
‘Between two’ de Mar Sánchez, “es el resultado de la investigación entre la muestra del yo onírico, entre la naturaleza de la persona, y lo que provocamos ante la sociedad que nos rodea”. Se trata de un proyecto realizado en negativo 35mm digitalizado a color e impreso en tela de algodón orgánico.

Las imágenes de Irene G. Castillo en ‘Intemperie’ forman parte de un proyecto más amplio que comenzó con una decisión envuelta en una pregunta: “¿Qué ocurre cuando abandonas la inercia, el autoengaño y te sitúas a la intemperie?”. Irene es psicóloga además de fotógrafa, aspecto que la acerca de manera empática a la vez que poética a los objetos y sujetos que se convierten en narraciones autobiográficas de una sensibilidad exquisita.
Naturaleza y civilización
La segunda sala recoge los trabajos de autores consolidados como Juan del Junco, Noelia García Bandera o Lola Guerrera, que llevan tiempo tratando la naturaleza en sus obras artísticas, a través de la fotografía en distintos formatos plásticos o, como en el caso de Lola Guerrera, como herramienta para el registro de instalación.
Lola Guerrera, que actualmente da clases en la Escuela de Arte de Granada, suma en su trayectoria la participación en ARCO en 2018, la obtención de la Beca Vázquez Díaz en 2014 y la selección para la Kursala en 2017. En el proyecto expuesto, ‘Lo vulnerable’, reflexiona sobre su misma manera de crear, con la naturaleza como materia prima: “Esta naturaleza la he ido «recolectando» día a día de la calle: semillas, hojas, ramitas, flores secas… y clasificadas en cajas por colores y tipologías.”
Esta relación con la naturaleza, que ya comentáramos en la obra de García Bandera y Escalona, armoniza con la historia que Juan del Junco nos cuenta en ‘El sueño del ornitólogo II (del Philloscopous sibilatrix a la Oxyura jamaicensis)’, una obra de 2008 que representa un ave de la Estación Biológica de Doñana disecada y clasificada en tamaño real, en su habitual mezcla del método científico y el artístico, ambos con gran rigurosidad.
Sobre animales en cautividad y en torno al sufrimiento animal versa el trabajo de Desirée Galiano, fotógrafa afincada en Marbella que ha estudiado en la Escuela de Arte de Granada. Su proyecto ‘Zoo’ busca hacer reflexionar al espectador sobre qué función social tienen actualmente los zoológicos. Se trata de una visión crítica que quiere demostrar “que los zoológicos actualmente no son lugares de educación y conservación, sino funcionalmente un lugar donde el cliente sólo busca entretenimiento y para ello los parques zoológicos ponen en marcha diferentes actividades como la ‘semi-libertad’ de las especies como gancho turístico”.

Laura Nicoletta Rodríguez estudió Fotografía en la Escuela de Arte San Telmo e imparte clases de Fotografía en la Escuela de Arte de Cádiz. De su residencia en Santiago de Chile surge el proyecto ‘El Regreso del Kreeh’, reinterpretación del rito “Hain” con perspectiva de género, que muestra en imágenes su percepción del afamado ritual del pueblo selknam mediante una teatralización realizada en Tierra del Fuego, logrando contextualizar el ceremonial en su entorno original y con la participación de sus habitantes pero generando al mismo tiempo una interpretación femenina en un espacio estrictamente masculino.
Familia y feminismo
También está relacionado con la reivindicación feminista el trabajo de Claudia Frau. Esta artista visual madrileña que actualmente reside en Málaga lanza el proyecto participativo #Mu_eres, a través del que recopila frases de mujeres, “pequeños detonantes mentales para reflexionar convertidos en carteles”. Nos anima a colaborar descargando e imprimiendo los carteles diseñados a través de este enlace http://bit.ly/carteles-Mu_eres
Antonia Moreno es de Arcos de la Frontera, Cádiz. Estudió Laboratorio de Imagen en Jerez, Fotografía en la Escuela de Arte de Algeciras y un Master en EFTI por el itinerario de Concepto y Creación. Tras ser becada por Iniciarte en dos años consecutivos, hace ya 10 años, recibir numerosos premios, y ser la imagen de la librería La Fábrica en Madrid (retrato de Ricky Dávila en su serie ‘Ibérica’) la carrera fotográfica de Antonia ha crecido en popularidad y en profundidad, por su trabajo investigador de la fotografía y su lenguaje y del lenguaje propio de las emociones, siendo incluida en la colectiva ‘Un cierto panorama -reciente fotografía de autor en España-‘ comisariada por Jesús Micó.
Con el proyecto ‘De dónde vienen los dioses’, Antonia se refiere a “la familia como el origen: la mayor institución humana. La sangre como materia determinadora y la tierra como soporte geográfico”. Antonia nos habla además de una época y de una historia que nos representa a todos, la de su abuelo “el mochuelo”, integrante de CNT, que fue a la guerra y emigró a Alemania. “Una vida entera de lucha en la trinchera, en este campo de batalla que es la propia vida”.

‘De dónde vienen los dioses’ © Antonia Moreno
Álvaro Escriche, profesor de Fotografía en la Escuela de Arte de Jaén, muestra una intervención de sus recuerdos autobiográficos, en concreto de la relación de sus padres. Utiliza la fotografía como memoria autobiográfica, pero no a modo de testimonio pasivo de lo ocurrido, sino interviniendo la misma como modo de reinterpretación y reivindicación de un pasado que no ha podido asumir».
Street Photography
La sala dedicada a la fotografía de calle se inicia con ‘Multiversos’, trabajo de Antonio Jesús García `Che´ fotógrafo con más de 30 años de experiencia que imparte Técnica Fotográfica en la Escuela de Arte de Almería. Su trabajo ha sido expuesto también en el Centro Andaluz de la Fotografía dentro de la colectiva ‘Almerías. Fotoensayos sobre la sociedad almeriense’ y en TQ+SUR de Meca Mediterráneo Centro Artístico dentro de PhotoEspaña 2019. A modo de friso, sus imágenes captan la espontaneidad y la ironía de la sociedad y nos hablan “sobre la ciudad como identidad cultural, como catalizadora de nuestro carácter e idiosincrasia, como aporte de consolidación de la identidad individual y colectiva de la ciudadanía”. ‘

En formato panorámico también, pero compuesto a modo de dípticos como si de una narración cinematográfica se tratase, el trabajo de Lucas Gómez se construye en la narración final, en el proceso de edición, mientras que la labor de la toma fotográfica es un trabajo de curiosidad y esparcimiento que da cuenta de los entornos y vivencias que experimenta el artista. “Su línea de investigación -en palabras del comisario Sema D´Acosta- se centra en lo sencillo, la belleza de lo cambiante y lo efímero, recogiendo una visión de la vida nada complicada.”

José Guerrero estudia Fotografía en la Escuela de Arte de Granada, y posteriormente se especializa en Arquitectura en la Universidad, formación que puede verse relacionada con la impronta de sus paisajes, a veces románticos, otras reflexivos. En esta ocasión se trata de interiores pertenecientes a la serie ‘After de Rainbow’, como diálogos entre la ausencia y la presencia humana, difíciles de identificar geográficamente pero, por otra parte, familiares y ubicuos. El autor tiene en su haber importantes premios como el Pilar Citoler, Iniciarte, la beca de la Academia de España en Roma, y ha participado en PHotoEspaña y en ARCO. Cuenta con obra importantes colecciones de todo el mundo, y ha expuesto a nivel nacional e internacional.
La forma de abordar la ciudad, desde la fotografía más icónica y callejera, de Manuel Ibáñez en ‘Materia Oscura’, o a través del libro ‘Reverso’ que ha publicado recientemente con Ediciones Anómalas, ha llevado a este arquitecto convertido en fotógrafo a recorrer escenarios privilegiados en la fotografía emergente actual.»En la fotografía, a diferencia de en la arquitectura, el ser humano es el protagonista absoluto. Al menos en la fotografía que a mí me interesa», explica Ibáñez.

Edu Rosa, antiguo alumno de la Escuela de Arte San Telmo de Málaga, plantea en ”Breves como fotos” un diálogo poético con los textos escritos por Silvia Guerrero, a través de postales que recogen el lugar y el tiempo en un recorrido de instantes que nos hablan “de todas las respiraciones diarias, de su cotidianidad y rutina con que no las pensamos, quizás la mayoría puedan conjugarse en un verso. A su vez, todos los versos podrían contenerse en una foto”.
También en esa línea más poética del registro de lo cotidiano que nos acerca a otros cuando viajamos, Antonio Cadenas, que ha estudiado en la Escuela de Arte de Sevilla, nos relata en este trabajo ‘Kita Stotele Lietuva’ algunos instantes interiores y exteriores de la sociedad Lituania.

Política y sociedad
Destaca la siguiente sala, muy en la línea del anterior, pero con una marcada visión crítica, el proyecto fotográfico ‘The present is the Future of the Past’, de Álvaro Escobar, y el fotolibro homónimo que ha sido publicado con el número 66 en la colección de Cuadernos de la Kursala. Álvaro, que ha estudiado en la Escuela de Arte de Sevilla, narra en un políptico muy contemporáneo a la vez que documental cómo es el proceso de paso del comunismo al capitalismo en China, donde tiene actualmente su residencia.

La fotografía es una herramienta subjetiva y de denuncia, y así lo contemplamos desde Foto Acción Almería, donde la utilizamos como fotoperiodistas, para recabar información, como antropólogos, para registrar los cambios que se dan lugar en el espacio urbano como consecuencia de la gentrificación, y como arma de expresión, a través de dípticos con lenguaje simbólico construidos de manera aleatoria, en este caso en la muestra con mi trabajo ‘Entren sin llamar’, realizado a partir de una deriva psicogeográfica y uniendo la emoción personal a la reivindicación conceptual.

Ese documentalismo que utiliza la fotografía como memoria ha llevado al colectivo Fotomercado Sevilla a documentar una actividad y un entorno que, también por el proceso de gentrificación vivido, están en peligro de extinción: los puestos tradicionales del mercado de abastos de Sevilla.
Estas imágenes se exponen junto al trabajo de una de las profesoras que coordinan este colectivo, Ana Cantalapiedra, que estudió en la Escuela de Arte de Sevilla y en la que hoy es Jefa del Departamento de Comunicación Gráfica y Audiovisual, ejerciendo como profesora de Fotografía. En 2008 comienza a documentar los espacios efímeros de la Feria de abril en Sevilla: “Arquitecturas portátiles que serán contenedores de un festejo, de bullicio. Mi intención es mostrar “el antes y el después”, no el durante. Nos encontramos ante espacios vacíos y silenciosos en los que sucederá o ha sucedido algo”, explica Ana.

Postfotografía
Las nuevas formas del lenguaje visual con el establecimiento de internet, la imposición de sistemas de edición digitales y el auge de las redes sociales llevan a teóricos como Joachim Schmid o Joan Fontcuberta a definir este momento como un cambio irreversible en la concepción de la fotografía. Ante este cambio de paradigma los creadores utilizan herramientas como aplicaciones para ver cámaras de seguridad en vivo desde internet, imágenes volcadas en Instagram o vistas de Google Street View de modo apropiacionista para crear sus discursos, a menudo críticos y meta-fotográficos.
Así, Alejandro Korea, estudiante de la Escuela de Sevilla, captura imágenes desde la ventana indiscreta de su ordenador a través de cámaras de seguridad conectadas por señal wifi para contarnos sus “pequeños relatos de la sociedad contados con la turbidez de un voyeur” y la gaditana Celia Trujillo recrea el universo icónico de series o películas que le han gustado a través de la fotografía ficcionalizada, incluyendo subtítulos que ella misma crea para que parezcan capturas de pantalla de reproductores de vídeo digitales.

José del Rey nos acerca otro tipo de inmaterialidad con la que construir otro tipo de imagen fotográfica, generando imágenes por ordenador a partir de datos topográficos de Marte obtenidos por la HiRISE, que posteriormente fotografía con película analógica 6×7.
Gema Ramírez, procedente de la Escuela de Arte de Jerez, nos habla de huella, memoria y eternidad en este proyecto ‘La permanencia inadjetivable de las figuras’, en el que utiliza el archivo fotográfico familiar para crear nuevas piezas deconstruidas y reconstruidas. Entre la realidad y la irrealidad, el efecto de la transparencia y la luz nos lleva recordar constantemente “ la incorporeidad de los cuerpos”.
Retrato
En la última sala confluyen el retrato psicológico, el documental de autor y la moda, con autores y autoras de distinta procedencia, emergentes, estudiantes, docentes o de media carrera.
Destaca el trabajo de Mara León, que estudió en la Escuela de Arte de Sevilla y luego realizó un Máster de Fotografía Conceptual en EFTI. Su trayectoria parte del trabajo conceptual desde el cuerpo y el autorretrato. Obtiene en 2013 el premio Fundación Pilar Citoler por su trabajo “008” y en 2015 el Premio Fundación Enaire con ‘Pieza 014’, que actualmente expone en ARCO, si bien su trabajo más destacado ha sido ‘Proyecto 730’” con el que, tras sufrir un cáncer de pecho y una masectomía, reivindica la reducción de la lista de espera para la operación de reconstrucción de pecho hasta conseguir finalmente la modificación de la normativa andaluza.
La pieza expuesta, muy inspirada en los retablos góticos, es una expresión vital del presente tras la experiencia del cáncer. “El llanto negro -explica León- representa el pasado y el presente en una armonía de equilibrios. En definitiva representa el equilibrio de las emociones.”

Fran Gómez en su proyecto ‘Round 0’ presenta un trabajo técnico de precisión y calidad artesanal en placas de gran formato, acercándonos al mundo del boxeo a través de una serie de retratos psicológicos que, en un momento de su vida, sirvieron de espejo y sostén al fotógrafo, pero también a la persona. Técnico Superior en Imagen y Sonido por el IES Albaida, además de en Fotografía Artística por la Escuela de Arte de Almería, desarrolla su labor profesional en el ámbito de la producción audiovisual, que compagina con sus proyectos personales.

Darío Arany, formado en la Escuela de Arte de Sevilla, es un fotógrafo de moda que está llegando a un alto nivel de competitividad en este campo tan difícil de la fotografía gracias a la calidad de su trabajo. Ha expuesto en Milán, Londres o París y ha trabajado para revistas como Elle, Vanity Fair o Esquire.
Otra visión del retrato dan Lucas Hohmann y Olga Núñez, estudiantes de las escuelas de Sevilla y Granada, respectivamente, indagando en el mundo interior y las relaciones personales, el de Olga centrado sobre todo en el proceso de adolescencia y pubertad.
Laura Zorrilla, maestra de escuela y fotógrafa formada en la Escuela de Arte de Sevilla, expone una fotografía perteneciente a la serie «Toda una vida», que ahonda en la vida de las personas de la tercera edad a través del día a día de su madre, Salud, de 86 años. Su trabajo, volcado en lo social a través de los protagonistas de luchas cotidianas, ha sido seleccionado para el Festival Pa-ta-ta de Granada (Serie Summer Age, 2016) y en Plan Renove (Pumarejo, 2014).

El retrato personal y social da fin a esta exposición. Pero al inicio a la misma, Óscar Romero nos pide que seamos felices, algo que para Eduardo D´Acosta y para todos los docentes que ayudamos a crecer a artistas fotógrafos cada año en nuestras aulas, es el principio primordial, ya que la intensidad de estos estudios y las expectativas al finalizarlos deben asumirse desde la energía.