Desde el pasado mes de octubre, la galería Juana de Aizpuru presenta una selección del trabajo del fotógrafo alemán Wolfgang Tillmans. Premio Turner en el año 2000, es uno de los fotógrafos más influyentes de la última década por romper fronteras sobre lo que es fotográfico así como por su visión popular, publicando en revistas de moda o colaborando con grupos musicales. Imanol Marrodán aprovecha la ocasión para analizar su obra centrándose en el proceso de desobjetivación de la imagen fotográfica y la evidencia del mundo como representación individual y autónoma para crear nuevas significaciones a través de ellas.

Mi primer contacto con el trabajo de Wolfgang Tillmans fue en Kassel, por accidente, no recuerdo ya si en la documenta 11 (año 2002) o en la 12, en el 2006. Fue en la librería oficial que suelen acondicionar frente al famoso Museum Fridericianum, en la plaza Friedrichspl, donde, precisamente ojeando publicaciones, me llamó poderosamente la atención el modo de disponer sus imágenes de temáticas cotidianas, diversas, distribuidas aparentemente de una forma inconexa, no seriada y sin ningún orden narrativo lineal coherente.

‘Towells’ © Wolfgang Tillmans

Inmediatamente el diseño y las estructuras visuales me recordaron al proyecto de Gerhard Richter ‘Atlas’. Un compendio de imágenes de todo tipo, personales y recortes de publicaciones, que empieza a guardar a partir de 1962 y que al principio guarda en cajas de cartón de manera desordena y aleatoria. Muchas veces imágenes utilizadas para realizar sus pinturas, mezcladas con fotografías de vacaciones tomadas en diferentes lugares y situaciones; registros de detalles indeterminados junto con imágenes de carácter político entremezcladas con otras más directamente relacionas con el arte. Un vasto conjunto de imágenes sedimentadas a lo largo del tiempo y la experiencia vivencial personal de Richter. 

Esta información visual, este proceso, lo estructuraría a lo largo de años, en un conjunto de asociaciones más o menos evidentes pero también subjetivas en una revisión y orden a través de diferentes grupos o paneles de imágenes que evolucionaron hacia una identidad propia como obra en sí misma, siendo publicada y expuesta en bastantes ocasiones.

Luego descubrí a Aby Warburg y que su proyecto ‘Atlas Mnemosyne’ sin duda inspiró de manera determinante a Richter en su Atlas personal, para construir su proyecto de imágenes. Warburg, historiador de arte interesado en la cultura clásica occidental y poseedor de un gran fondo de imágenes, desarrolla a partir de 1905, una cartografía heurística  para explorar nuevos sistemas de relaciones en base a la combinación de distintas imágenes que entre sí proponen nuevos vínculos en su reposicionamiento, posibilitando múltiples relecturas y resignificaciones dependiendo de su contexto en un grupo de imágenes asociadas y determinadas.

© Galería Juana de Aizpuru

Por otro lado Michel Foucault en la ‘Arqueología del saber’ (1969) planteará una revisión ontológica y metodológica de las estructuras del conocimiento, contextualizándolo según cada época y a sus convenciones políticas y sociales. Una masa de información que se organiza y estructura a través de series y relaciones reubicándose constantemente en un esquema general que las relaciona desde un contexto y convención social presente y actual, en cada momento, reescribiéndose constantemente:

Las imágenes heredadas a través de una superposición temporal por estratos o capas, condicionadas por nuestra historia y tradición social y cultural preestablecida unidas en una red de un sinfín de conexiones variables, conscientes e inconscientes, razonadas o intuidas y/o presentidas en un proceso de constante mutación y cambio proponiendo multitud de relecturas y variables diferentes.

Se propone así una reformulación del método y significado en los procesos de representación de la imagen innovando y produciendo nuevas resignificaciones y aportaciones en la experiencia mental de visibilización e interpretación del mundo latente.

Así pues estas pautas de resignificación de la imagen proponen un punto de inflexión y reconocimiento en la idea del objeto artístico como un espacio de organización de fragmentos del mundo. Georges Didi-Huberman habla de una “Arqueología del saber visual” en el contexto de la publicación de la exposición en el MNCARS titulada ‘Atlas, ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?’ (2010).

Wolfgang Tillmans (Remscheid, Alemania, 1968) es quizá la última generación de creadores que pone en práctica esta manera de trabajar con la imagen. De repensar la imagen fotográfica que documenta una visión personal ordenada objetiva y al mismo tiempo absolutamente accidental y aleatoria dentro de la redefinición de su propio Atlas experiencial del mundo que le rodea.

Como el mismo dice: “Camino sobre una delgada línea entre las cosas que son aleatorias y las que son exactamente precisas”. 

Precisamente en sus montajes expositivos, como es el caso en la presente exposición en la galería Juana de Aizpuru, es el propio Tillmans el que ordena y compone sus grupos y estructuras visuales asociativas. Muchas veces diseña previamente en maquetas a escala 1:10, a modo de inconclusos o provisionales mosaicos constelativos, donde las paredes son el soporte de combinaciones de un planteamiento que se rediseña de manera distinta en cada proyecto expositivo en función de un grupo de variables más o menos concretas en cuanto al contenido y la reescritura del nuevo espacio de instalación. No es sino el espejo de la simultaneidad de la experiencia reescribiéndose constantemente.

La definición de Atlas propone una metodología sistemática, ordenada y también variable, modificable con nuevas relecturas, de una cartografía mental y simbólica sostenida por imágenes pero abierta y modificable con nuevas relecturas por la incorporación constante de nuevos elementos significantes en el que Tillmans “imagina” su percepción presente del mundo en el que vive.

Un proyecto, por otro lado, acumulativo, incompleto, continuo, jamás resuelto y terminado; en constante mutación y progreso, sugiriendo una serie de conexiones en red, de interrelaciones abiertas subjetivas de percepciones personales siempre receptivas a miradas nuevas y al descubrimiento de nuevos territorios.

Efectivamente el trabajo de Tillmans investiga, a través de su mirada abierta plural y polisémica, cómo el significado llega al objeto-imagen fotográfico mediante la articulación de diferentes procesos mentales de exploración que en el fondo no dejan de ser una abstracción personal basada en el mundo real o más bien exterior y ajeno  como “ente”: 

El mundo como un extraño lugar para el asombro que Tillmans propone cómo una ventana abierta que permite verlo desde una manera experiencial personal y también de vivirlo e imaginar el misterio de cómo lo perciben otros.

“La estética es política, las vidas privadas son políticas, la idea de belleza nunca es una idea neutral”.  (Tillmans)

  • ‘Wolfgang Tillmans’
  • Fecha: del 26 de octubre al 15 de diciembre.
  • Localización: Galería Juana de Aizpuru. C/ Barquillo 44. Madrid.
  • Horario: Lunes de 16.30 a 20.30h. Martes a sábado de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.30h.
  • Entrada: gratuita.