Duane Michals ha presentado hoy en la Fundación Mapfre de Barcelona una gran retrospectiva que se ha realizado sobre la obra del autor americano. Artista en equilibrio entre la fotografía y la poesía, Michals es considerado uno de los nombres más prestigiosos de la vanguardia norteamericana.
Duane Michals ha presentado hoy, junto a Enrica Viganó, comisaria de la exposición y Pablo Jiménez Burillo, el director de Cultura de Fundación Mapfre, una gran retrospectiva sobre su obra que se podrá ver en la Fundación Mapfre de Barcelona desde el 30 de mayo al 10 de septiembre.
La muestra, compuesta por 175 obras (cerca de 275 fotografías) y distribuida en doce secciones, propone un recorrido que abarca tanto las series que sucesivamente han formado la trayectoria de Michals, como sus diferentes modalidades expresivas: desde la sugestiva soledad de ‘Empty New York’ hasta los recientes cortometrajes en video. Incluye también una amplia antología de su obra comercial, que con el tiempo ha configurado una atractiva galería de retratos de personalidades de la cultura y el espectáculo. Para completar el recorrido, se exponen en las vitrinas documentos, dibujos originales o maquetas de libros nunca antes presentados, así como una biografía ilustrada.

‘Chance Meeting,’ 1970. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid © Duane Michals
La dedicación a la fotografía de Duane Michals surgió de forma azarosa durante un viaje de vacaciones a Rusia en 1958, sin haber recibido nunca formación fotográfica. Ese distanciamiento de las convenciones del establishment fotográfico le ha permitido desplegar su personal búsqueda artística desde una irrenunciable libertad creativa, aunque, en paralelo desarrollaba una exitosa trayectoria comercial centrada sobre todo en retratos por encargos de revistas, instituciones o particulares.
La singularidad de Michals surge de su particular concepción de la representación fotográfica: para él no es tanto el testimonio de un acontecimiento o de la apariencia de las cosas (la realidad fotografiable), como la expresión de su interés por el lenguaje poético y por los aspectos más profundos e inaccesibles de la vida para desvelar, a través de ellos, lo que permanece oculto en las circunstancias vitales del ser humano, como él mismo lo ha expresado: «Al contemplar mis fotografías, estás contemplando mis pensamientos».
Su pasión por Balthus, Magritte y De Chirico, a los que quiso conocer en persona y retratar, refleja claramente esa atracción hacia lo inconsciente y el surrealismo, aspectos ambos muy evidentes en muchas de sus imaginativas creaciones.

René Magritte (Profile and Full Face), 1965. Carnegie Museum of Art, Pittsburgh © Duane Michals
Su importancia como impulsor de cambios radicales en la concepción de la imagen se pone de manifiesto en un rápido repaso de algunos de los hitos de su carrera: la introducción, en los sesenta, de la secuencia fotográfica como técnica narrativa; la superposición –en esos mismos años- de breves textos sobre las imágenes, con objeto de aclarar su significado y su interrelación, en un claro desmentido del tópico “una imagen vale más que mil palabras”; el significativo título que eligió para la serie dedicada a los vicios y virtudes del arte contemporáneo: ‘How Photography lost its Virginity on the Way to the Bank’ (Cómo la Fotografía perdió su virginidad camino del banco); o, más recientemente, y ya octogenario, la continua invención de formas y técnicas para encauzar sus necesidades expresivas, desde las obras en color positivadas en forma de abanico como exploración de la fluctuante vida contemporánea, a la reinterpretación de viejos ferrotipos en los que superpone signos y palabras trazados al óleo.
Su distanciamiento de los cánones de la práctica fotográfica se evidencia también, y rotundamente, en el aspecto formal de su obra: Michals positiva con frecuencia en pequeño formato, en parte como expresión de su rechazo a las prácticas del mercado pero también por la sensación de intimidad que el tamaño reducido suscita al contemplar la obra.
El recorrido expositivo se distribuye en etapas sucesivas que muestran las diferentes modalidades expresivas inventadas paulatinamente por Michals, así como las diferentes series realizadas sobre temas concretos a lo largo del tiempo.
Unión Soviética
La exposición comienza con una selección de los retratos tomados durante un viaje turístico por la antigua Unión Soviética. Este es un momento decisivo para el futuro artístico y profesional de Michals, que a su regreso a Nueva York abandona el trabajo de diseñador gráfico e inicia su carrera de fotógrafo.
Mestros
La siguiente sección de la exposición está formada por las imágenes de los tres pintores que más han influido en la visión artística de Michals y en su recorrido por la expresión creativa. Balthus, René Magritte y Giorgio de Chirico son referencias imprescindibles en el universo de Michals, quien además de haberlos conocido en persona y de haberlos retratado, encuentra claros vínculos con sus propias fotografías en algunas de las pinturas de estos artistas.
Nueva York vacío
La primera serie de importancia realizada por Michals es ‘Empty New York’, inspirada en la obra del fotógrafo Eugène Atget. En ella queda documentada la ciudad vacía y silenciosa de un domingo por la mañana, en cuyos espacios inanimados encuentra el artista un marco perfecto para escenificar sus futuras historias.
Secuencias
Dedica esta exposición un amplio espacio a las secuencias, posiblemente la solución formal que más fama ha dado a Michals. Con ellas logra superar los límites de la imagen individual, que él juzga insuficientes para expresar el mundo interior que nos quiere mostrar: “Cuando comencé a realizar secuencias, no fue porque pensase que era cool y lo último. Lo hice por frustración con la fotografía fija”.

‘Dr. Heisenberg’s Magic Mirror of Uncertainty’, 1998 Cortesía de DC Moore Gallery © Duane Michals
La selección presentada en esta exposición incluye sus secuencias más livianas, en las que juega con las convenciones ópticas como en ‘Alice’s Mirror’ (El espejo de Alicia) o en ‘Dr. Heisenberg’s Magic Mirror of Uncertainty’ (El espejo mágico de la incertidumbre del Dr. Heisenberg), pero también aquellas más reflexivas y oscuras, como ‘The Return of the Prodigal Son’ (El retorno del hijo pródigo) o ‘The Bogeyman’ (El hombre del saco).
Foto-Textos
A la revolución de las secuencias sigue la de la escritura. Los foto-textos incluyen frases que el artista escribe a mano en el papel fotográfico y que constituyen un complemento de lo que no se ve en la imagen pero que debe ser contado y compartido, elemento fundamental para la comprensión total de la obra.
Muchos de sus textos son ambiguos, se encuentran en el ámbito de lo fantástico, privilegiando el doble juego de palabra e imagen. A través de ellos expresa su ideología política y su crítica social, en fotografías como ‘Black is Ugly’ (Lo negro es feo) o ‘The Unfortunate Man’ (El hombre desdichado), pero también desvela sus sentimientos más íntimos, como en ‘A Letter from My Father’ (Una carta de mi padre).

‘The unfortunate man’, 1976. Cortesía de DC Moore Gallery © Duane Michals
Preguntas sin respuesta
El capítulo dedicado a ‘Questions without Answers’ (Preguntas sin respuesta) se centra en las preocupaciones filosóficas del fotógrafo, explicadas en imágenes con largos textos manuscritos que indagan en las cuestiones fundamentales de la existencia.
La casa que una vez llamé hogar
La doble exposición, una técnica utilizada Michals en numerosas ocasiones, se vuelve instrumento visual de la memoria en el relato sobre sus orígenes y su familia. El proyecto se titula ‘The House I Once Called Home’ y los textos que lo acompañan son de una desoladora sinceridad.
De cómo la fotografía perdió su virginidad camino del banco
Michals nunca ha dudado en expresar sus opiniones sobre política y sociedad. En ‘On Contemporary Art’ (Sobre el arte contemporáneo) da fe de sus ideas sobre la deriva del mercado del arte contemporáneo, donde la palabra del crítico dispara la cotización de obras poco significativas por sí mismas.
Imágenes de un mundo fluctuante
Siempre a la búsqueda de nuevas formas y sensible a la cultura clásica internacional, Michals inventa las fotografías en forma de abanico con la serie ‘Photographs from a Floating World’, inspirada en la tradición popular japonesa del Ukiyo-e. Estas fotografías son precisas como un haiku y enigmáticas como la naturaleza de la vida contemporánea.
Fotografías Pintadas

‘Rigamarole’, 2012. Carnegie Museum of Art, PittsburghT © Duane Michals
Michals ha recuperado en los últimos años una técnica de pintura al óleo aplicada directamente sobre la fotografía. Al añadir unos signos determinados sobre viejos ferrotipos da nueva vida a retratos antiguos comprados en mercadillos, que el fotógrafo reinterpreta como protagonistas de un mundo creado a su medida.
Trabajos comerciales
Una amplia sección de la exposición está dedicada a la obra comercial de Duane Michals, realizada siempre con gran convencimiento para contar así con la mayor libertad posible en su fotografía más personal. Magistral al inmortalizar a personalidades del mundo de la cultura y del espectáculo, los retratos que las más prestigiosas revistas encargan a Michals componen un mosaico de personajes que posan de forma novedosa. Estas fotos se añaden a otros trabajos para el mundo de la publicidad o a encargos específicos.
Cortometrajes
La exposición concluye con las últimas obras del autor, realizadas en formato vídeo. Se trata de una serie de cortometrajes donde se unen las invenciones formales con unos contenidos que van de la política a la comunicación interpersonal, resueltos con enorme creatividad. Michals ha realizado para cada uno de ellos un cartel donde el fotograma de la imagen se enriquece con textos manuscritos del autor.

‘A Last Walk in the Woods’, 2015. Cortesía de DC Moore Gallery © Duane Michals
Completando este recorrido, se exponen en las vitrinas documentos, dibujos originales o maquetas de libros nunca antes presentados, así como una biografía ilustrada.
Duane Michals
Nacido en McKeesport, Pennsylvania, en 1932, Duane Michals estudió arte en la Universidad de Denver y diseño en Nueva York, ciudad donde trabajó también en el mundo editorial. Comenzó a hacer fotografías por afición en 1958, durante unas vacaciones en la Unión Soviética y con una cámara prestada, con la que realizó algunos retratos del pueblo ruso que obtuvieron un éxito inmediato gracias a su franqueza y simplicidad.
Con esos retratos inicia su carrera de fotógrafo profesional, colaborando con numerosas revistas de prestigio. Los retratos de personajes, famosos o no, y los encargos de clientes diferentes como revistas, empresas o particulares, son una constante en el trabajo comercial que Duane Michals ha seguido ejerciendo hasta la fecha en paralelo con su búsqueda personal, en la firme convicción de que ganarse la vida con su trabajo profesional le ha garantizado la máxima libertad en su trabajo artístico.

‘There are things that are not seen in this photograph’, 1977. Cortesía de DC Moore Gallery. © Duane Michals.
El trabajo de Michals se desarrolla desde un principio en territorios inexplorados, mal digeridos por el establishment de la fotografía. El propio artista afirma que tuvo la suerte de no haber estudiado nunca fotografía y, por consiguiente, de no conocer sus reglas. Ello le ha permitido alejarse de las prácticas habituales sin preocuparse en absoluto por los límites que se autoimpone la fotografía.
Así, en 1966 introduce la técnica de la secuencia para contar historias imaginadas. Compone relatos haciendo posar a los sujetos fotografiados para trasladar después estas escenas a fotogramas. Asimismo, en 1969, Michals comienza a trazar a mano, en la superficie de sus copias positivadas, breves textos que sirven de contrapunto o integración para las imágenes, desmintiendo la convicción de que una fotografía vale más que mil palabras. Es en estas obras donde Michals revela en mayor medida su filosofía existencial y su posición política de absoluta tolerancia y defensa de los derechos humanos.

‘Andy Warhol’, 1973. Cortesía de DC Moore Gallery. © Duane Michals
La personalidad de Duane Michals, tan sensible y alejada de los tópicos, le impone desde un principio llegar más allá de la superficie de las cosas, más allá de la realidad fotografiable, para alcanzar la identidad del ser. De esta manera, Michals se aleja de la fotografía como instrumento de la memoria visual: lo que no se puede ver, lo que permanece oculto, se vuelve el objetivo de su búsqueda.
“No me interesa la copia perfecta. Me interesa la idea perfecta. Las ideas perfectas sobreviven a las malas copias y las reproducciones baratas. Esto puede cambiar nuestras vidas”
El juego y la ironía caracterizan muchas de sus obras, y Michals también emplea estos instrumentos para analizar su yo y sus miedos de forma inocente y sin prejuicios, tocando temas como la muerte y la sexualidad. Sus autorretratos constituyen un compendio muy personal y a menudo humorístico, pero es en la serie dedicada a los vicios y virtudes del arte contemporáneo donde su lenguaje burlón alcanza niveles hilarantes, empezando por el título: ‘How Photography Lost its Virginity on the Way to the Bank’ (Como perdió la fotografía su virginidad camino del banco).
Duane Michals ha cumplido 84 años y sigue creando, inventando formas y técnicas al servicio de su necesidad de expresarse. No importa cuál es el medio, lo que cuenta para él es no repetirse jamás, inventar nuevos modos de comunicarse con el resto del mundo, llegando a lo más profundo del ser o riéndose de uno mismo.
Así, en los últimos años, ha comenzado a producir una serie de obras en color positivadas en forma de abanico, inspirándose para ello en la tradición popular japonesa del Ukiyo-e, con la intención de explorar la enigmática naturaleza fluctuante de la vida contemporánea. A este proyecto sigue la reinterpretación de viejos ferrotipos, en los que Michals superpone signos y palabras trazados al óleo. En este último año se ha dedicado a la dirección de cortometrajes de siete minutos de duración donde plasma muchas de sus exigencias e invenciones formales.
- Duane Michals
- Fecha: del 30 de mayo al 10 de septiembre.
- Localización:Fundación MAPFRE. Casa Garriga i Nogués, C/ Diputació, 250. Barcelona.
- Horario: lunes de 14:00h a 20:00h; de martes a sábados de 10:00h a 20:00h y domingos y festivos de 11:00h a 19:00h.
- Entrada: 3 €.