El Instituto de Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla muestra la nueva serie de Miguel Trillo titulada ‘Ficciones’, donde pone el foco en las nuevas formas de expresar la identidad de la juventud, en un mundo donde los límites entre lo real y lo virtual son más difusos.
‘Ficciones’, de Miguel Trillo, se puede visitar en La Sala Atín Aya del Instituto de Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla desde el 30 de junio hasta el 12 de septiembre.
La última serie del fotógrafo gaditano, que se presenta por primera vez en esta exposición, está formada por 135 imágenes de diferentes formatos tomadas por el autor en los viajes que ha realizado desde 2007 a ciudades de Europa, Asia y América.
En ‘Ficciones’, como es habitual en su trayectoria artística, Trillo vuelve a retratar la identidad juvenil. En este caso, su objetivo mira a los adolescentes del siglo XXI para mostrar cómo cada vez cuesta más distinguir entre realidad y ficción en un mundo donde lo virtual está creciendo de manera exponencial: donde las consolas, el ordenador y el móvil ocupan cada vez más tiempo de ocio.

De esta forma, la muestra ‘Ficciones’, comisariada por Sema D’Acosta, ofrece retratos de gente joven a pie de calle, no ya en conciertos de rock, pop o rap como ocurría en los anteriores trabajos de Trillo, sino en los pasillos de festivales de manga o cómic de poblaciones como Kuala Lumpur, Bangkok, Yakarta, Seúl, Singapur, Saigón, Taipéi, Nueva York, Los Ángeles, Buenos Aires, Estocolmo, Moscú, Londres, París, Madrid o Barcelona.
En palabras de Trillo, “si antes la ceremonia consistía en ir entusiasmado a ver a tu grupo favorito, ahora se trata de situarse en el centro de la acción convertido en un personaje de ficción inspirado en una historieta, videojuego, película o serie. A diferencia de los conciertos en los que todo gira alrededor del escenario y de los músicos, en este caso son los propios participantes los auténticos protagonistas del acontecimiento, un público variopinto transformado en cosplay que va a ser fotografiado o fotografiarse, que es personaje y espectador al mismo tiempo”.
El 23 de septiembre la muestra viajará hasta Alcobendas.

Ficciones
Miguel Trillo viaja por primera vez a Asia en 2001. Ahí se produce un enamoramiento, una especie de deslumbramiento. Fue a Manila en busca de raperos y se encontró el futuro, un tipo de comportamiento juvenil desconocido para él tan en contacto siempre con el espíritu de los preadultos.
Esos códigos nuevos eran rompedores, se alejaban de la tradición y la realidad, absorbían de fuentes distintas que, además de la música o la moda, provenían del manga o cualquier otro sitio inesperado. Su actitud desprejuiciada les permitía pasar una frontera como la ficción, hasta entonces insalvable, y tomar decisiones más vanguardistas y personales, desde pintarse los pelos de colores hasta disfrazarse con ropas fluorescentes.
Los adolescentes de las vibrantes megaciudades orientales iban por delante y eran más atrevidos que los occidentales, que hasta los noventa repetían el molde de lo que les gustaba en relación con las tribus urbanas con las que se sentían identificados. En esos flamantes yacimientos se encontraba la verdadera rebeldía, gente que iba en contramano, que arriesgaba contra lo establecido.
Para un fotógrafo documental como Trillo, atento a la geografía humana de las generaciones que van llegando, aquello era un paraíso visual. Las calles de Seúl, Tokio, Shanghái, Bangkok o Kuala Lumpur están pensadas para los ojos, las pantallas empezaban a inundar los muros y los escaparates, la personalidad de los barrios más punteros era trepidante, la vida bullía de un modo distinto y los jóvenes, como siempre, eran porosos a esa incontestable trepidación metropolitana.

Las primeras fotos del proyecto ‘Ficciones’ se hicieron en 2007. Desde entonces y de manera continuada, todos los años el autor ha ido a salones de manga-anime de diferentes países para realizar retratos de cosplays.
Las últimas tomas previas la pandemia del coronavirus fueron en el otoño de 2019, una crisis que ha supuesto un parón de casi dos años en este trabajo debido a la imposibilidad de viajar a ningún sitio.
A día de hoy, la serie sigue abierta, es un work in progress. Las imágenes están capturadas con una cámara réflex digital, aparato que permite una actitud distinta al fotógrafo, que ya no debe estar pendiente del número de disparos a la hora de hacer la toma y puede ver el resultado al instante. En el año 2000 Miguel Trillo tira su último carrete en blanco y negro, por lo que en el siglo XXI sólo ha trabajado en color. Con diapositiva hasta 2007; a partir de entonces y hasta la fecha, con archivos RAW.
Ese giro tecnológico es relevante porque esa transición entre los procedimientos analógicos y los formatos que permite un sensor es un viraje acorde con la evolución natural del medio y la sociedad, que precisamente ha ido en esa dirección.
En este tiempo ha habido un cambio general importantísimo, hemos pasado del laboratorio y los procesos químicos a la consolidación de lo digital, se han sustituido los haluros de plata por el píxel. La fotografía ha pasado de ser una expresión considerada vicaria por algunos en relación con otros lenguajes expresivos como la pintura, a tomar el máximo protagonismo: hoy todo es imagen, vivimos el siglo de la visualidad, una transformación que empezó en Asia y supo prever Miguel Trillo.

Miguel Trillo
Miguel Trillo nació en Jimena de la Frontera (Cádiz, España) en 1953 y es licenciado en Imagen y en Lingüística Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Desde los años 70 ha retratado a jóvenes en un entorno musical (conciertos de rock, fiestas en discotecas). Al principio estos jóvenes pertenecían a su ámbito familiar y a sus amistades (Málaga, Sevilla).
En los 80, en Madrid, convierte a los personajes no famosos de la Movida en su objetivo primordial (exposición ‘Pop Purrí’ en la galería Ovidio -1982- y en la sala Amadís -1983- y edición anónima de seis números del fanzine Rockocó -1980 a 1984-). La década la terminó Trillo reflejando un relevo generacional en dos trabajos publicados en la revista de creación Sur Exprés: ‘Los nuevos pijos’ (1988) y ‘Madrid hip hop’ (1988).
Al inicio de los 90 realiza para el dominical del diario El País un retrato de la juventud española en pequeñas capitales de provincia. Dicha obra la expone en la galería Moriarty (1992), de Madrid, con el título ‘Souvenirs’, editando como catálogo tiras de postales turísticas.
En 1993 transforma la galería El Manantial, de Barcelona, en una tienda de souvenirs con sus fotos reproducidas en objetos turísticos. Entre 1994 y 2018 ha vivido en Barcelona, donde desarrolló durante diez años la serie ‘Geografía Moderna’, un viaje por fronteras lingüísticas o territoriales de la Península Ibérica. Con los retratos de estos jóvenes ha editado sellos de correos (revista El Europeo –1997-, galería H2O, de Barcelona –1999 y 2004-).
‘Habaneras’ (1999-2001) fue su primera serie fuera de España. Retrató en sus casas a travestis de La Habana. Se expuso en 2005 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, dentro de PhotoEspaña, comisariada por el entonces director del festival, Horacio Fernández.

En 2009 se le organizó una retrospectiva, titulada ‘Identidades’, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla y en la sala Canal de Isabel II de Madrid, comisariada por José Lebrero. Dicho montaje recibió el Premio Villa de Madrid a la mejor exposición fotográfica del año. En 2014 expuso en Tabacalera de Madrid la serie ‘Afluencias. Costa Este, Costa Oeste’, una reflexión sobre la similitud estética de la juventud underground en USA y en un país comunista (Vietnam) y en un país islamista (Marruecos). En 2017, el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Madrid realizó un remake de sus dos primeras exposiciones, habiéndose editado el libro-catálogo ‘Doble Exposición’. En 2019 ha expuesto en los Rencontres d’Arles.
Desde 2011, el Museo Reina Sofía ha incluido en la exposición permanente ‘De la Revuelta a la Posmodernidad’ (1962-1982), sus fanzines y fotos de principios de los 80, que forman parte de la colección del MNCARS. En PhotoEspaña 2020 se presentaron por primera vez todos los originales de sus fanzines y se editó el libro ‘La primera movida’.

- ‘Ficciones’, de Miguel Trillo,
- Fecha: del 30 de junio al 12 de septiembre.
- Localización: Sala Atín Aya. C/ Arguijo, 4. Sevilla.
- Horario: de martes a sábado de 11.00 a 14.00 h. y de 17.00 a 20.00 h. Domingos, de 11.00 a 14.00 h.
- Entrada: gratuita (hasta completar aforo).