Diccionario (muy personal) de la creación fotográfica

Tsta anécdota la he contado en multitud de ocasiones y la utilicé como base para un artículo hace ya bastantes años. Así pues, perdón por repetirme, pero necesito plasmarlo de nuevo aquí y ahora. En 1997 el fotógrafo Jeff Grandy trabajaba en la Ansel Adams Gallery del Parque Nacional de Yosemite, en California. Era otoño y yo estaba de viaje intentando empaparme con la esencia de mis paisajistas más admirados. Ambos llevábamos un rato charlando dentro de la galería cuando se acercó una pareja interesada por una de sus imágenes. Su magnífica fotografía del Half Dome reflejando la increíble luz anaranjada del atardecer bajo todo un cúmulo de nubes de tormenta, llevó directamente al matrimonio a preguntarle (antes de adquirir el póster) por el tiempo que empleó en la realización de tan espectacular imagen. La respuesta de Jeff no se hizo esperar: once años. Los interesados se quedaron unos segundos en silencio sin saber qué decir. No hace falta que lo adivinéis, ya os digo yo lo que en ese momento estaban pensando: “¿Es posible tardar once años en hacer una foto?”

Para alguien no familiarizado con la fotografía, tal respuesta podría suponer, como mínimo, una exageración. Y en realidad es muy probable que Jeff Grandy no tardase más de dos horas en montar la cámara sobre el trípode, componer la imagen, medir la luz e impresionar unos cuantos negativos de película. Sin embargo, él tenía muy claro que detrás de esa imagen (y de muchas otras) estaban los once años de estancia en el Parque Nacional de Yosemite. Once años de exploración y descubrimientos; once años impregnándose visualmente con la obra de sus héroes; once años de ensayos, errores, expectativas y sueños frustrados. Once años de aprendizaje, desarrollo, maduración y resultados. Once años de hipótesis, refutaciones, pruebas preliminares, veredictos, alegaciones, pruebas definitivas y conclusiones. Once años, por tanto, ganando conocimiento.

Vuelvo a la pregunta que dejé sin contestar: ¿Es posible tardar once años en hacer una foto?  Ya lo creo. Y quien piense que el tiempo no importa, entonces debería replantearse su visión de la fotografía.

ILUSTRACIÓN: #calligrappening Passalacqua sobre raíces del Olivo de Cort, Palma de Mallorca (2015).